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El Telégrafo

Los trabajadores quieren ser dueños de coazúcar

Cada 18 de octubre se celebrará el Día del Zafrero

El vicepresidente de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, Ángel Rivero, se dirige a un grupo de empleados de ingenios azucareros, al pie del monumento al zafrero, en La Troncal. Foto: William Orellana / El Telégrafo
El vicepresidente de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, Ángel Rivero, se dirige a un grupo de empleados de ingenios azucareros, al pie del monumento al zafrero, en La Troncal. Foto: William Orellana / El Telégrafo
28 de octubre de 2014 - 00:00 - Redacción Actualidad

La Troncal.-

Llueve en La Troncal. Sobre los adoquines mojados un pequeño grupo camina. Todos son hombres, de diversas edades. Son más o menos 30 que siguen su marcha compactos, hasta el monumento al zafrero.

Han caminado hasta allí para recordar la masacre de Aztra, el extenso ingenio azucarero que domina la vida de este cantón de Cañar. Al frente de ellos están los asambleístas de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores. Llevan consigo una ofrenda floral con la forma de la bandera de Ecuador.

Al llegar a la estatua el recorrido termina. Es una pequeña efigie cuyo pedestal es más grande. Está pintada de colores vivos, verde y amarillo, y también hay otras ofrendas. Cada 18 de octubre, el pueblo conmemora la masacre, ocurrida en 1977, cuando el país era gobernado por un triunvirato militar. Antes de colocar la ofrenda floral, comienzan los discursos. El primero es de Ángel Rivero, vicepresidente de la comisión. El representante de Guayas destaca su compromiso con los trabajadores, de la importancia de reivindicar la fecha, de la resolución aprobada en la Asamblea.

Cerca de él un señor sostiene una grabadora digital. Tiene cabello con canas y 70 años, pero parece de menos. Es el periodista Héctor Arias. Ahora es reportero de una radio local, pero en el 77 trabajaba en Aztra, que en 1994 se convirtió en Ecudos y en 2013 en Coazúcar.

Héctor recuerda todo nítidamente. Cuenta que 3 días antes del 18 de octubre el ingenio estaba tomado por los militares y policías. Estaban allí para reprimir la protesta de los zafreros, que demandaban el cumplimiento de una cláusula del tercer contrato colectivo: si el precio internacional del azúcar aumentaba, el 20% de los excedentes debía repartirse entre los trabajadores.

Para burlar a la fuerza pública, los trabajadores ingresaron al patio principal a bordo de los camiones de caña. Los transportistas no los llenaron completamente y los obreros se camuflaron en el producto. En poco tiempo decenas de jornaleros habían ingresado a la empresa. La protesta había iniciado. Eran las 17:30.

Los policías y militares dieron 3 minutos para que desalojaran. Nadie se fue y abrieron fuego. Todos corrieron, entre ellos Héctor, que estaba en otra parte de la empresa. Las entradas y salidas fueron cerradas así que tuvo que atravesar los campos. Pudo llegar a su casa a las 23:00. Su esposa y 3 hijos lo esperaban angustiosamente. Las calles de La Troncal no eran seguras porque los enfrentamientos entre policías y obreros se habían trasladado al casco urbano.

Nunca se supo exactamente cuántas personas murieron. Muchos hablan de decenas, cientos incluso, o que entre la muchedumbre había mujeres y niños, y que los cadáveres fueron echados al río o a las calderas. Nadie sabe ni siquiera dónde están sus familias.

Reportes de prensa de la época y un memorial hecho por la masacre enumeran 23 fallecidos. Héctor culpa de esto a que todos los muertos eran de “arriba”, habitantes de las zonas altas de Cañar que bajaron para la zafra. ¿Y cuántos detenidos hubo por la matanza? “Solo zafreros”, contesta el sobreviviente.

Ahora hay el intento de esclarecer los hechos. La Asamblea aprobó una resolución esta semana en la que declaró al 18 de octubre como Día de la Dignidad del Zafrero Ecuatoriano. En la sede del Legislativo se construirá un memorial con el nombre de las víctimas, luego de la investigación pertinente.

En el texto, los asambleístas piden a la Fiscalía que conforme una Comisión de la Verdad que transparente todo y de ser posible lleve a los juzgados a los responsables. Héctor cree que ya todos murieron, pero reconoce la carga simbólica de la resolución. Hasta ahora no ha habido ninguna reacción del Ministerio Público sobre este punto.

Es una opinión que comparte Vladi Salvatierra, dirigente de los trabajadores del campo de Coazúcar. Él está concentrado en una parte específica de la resolución, la que solicita el traspaso del 30% de las acciones del ingenio a los trabajadores.

Es un ofrecimiento del presidente Rafael Correa, pero que ha demorado debido a la participación de Pedro Delgado, quien manejaba el fideicomiso AGD-CFN No Más Impunidad. Salvatierra está cansado de reuniones, quiere hechos específicos por lo que espera que la resolución legislativa se ejecute.

Hay otro punto crucial: las indemnizaciones de los jubilados de Ecudos. Cuando cerró en 1994 los trabajadores fueron liquidados, muchos consideran que no recibieron lo justo. Héctor está entre ellos. Él recibió 28 millones de sucres, lo que considera insuficiente.

El miércoles hubo una ceremonia en La Troncal. Los asambleístas leyeron la resolución en el Salón de la Ciudad. Héctor fue homenajeado. El alcalde Amadeo Pacheco resaltó la obra del Gobierno y los zafreros gritaron consignas laborales.

Todo terminó a las 12:00 y la vida continuó en el cantón. Los zafreros y sus familias creen que el próximo 18 de octubre será diferente, al menos su conmemoración ya fue oficializada. Talvez puedan ser dueños de ese ingenio en que alguna vez hubo una masacre.

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