Una protesta de funcionarios en la provincia argentina de Córdoba contra la reforma jubilatoria decretada por el gobernador derivó en violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías que se saldaron con cinco detenidos y 26 heridos, según informaron hoy fuentes policiales.

Miles de trabajadores estatales se concentraron en el centro de Córdoba, unos 700 kilómetros al norte de Buenos Aires, para exigir al gobernador provincial, José Manuel de la Sota, que derogue la nueva ley sobre las jubilaciones, que los sindicatos han llevado a los tribunales por inconstitucional.

Al término de la marcha, algunos manifestantes arrojaron piedras y bombas de estruendo contra los policías y los efectivos cargaron contra ellos con balas de goma.

El jefe de seguridad de Córdoba, el comisario Ramón Frías, informó que 11 policías y 15 manifestantes habían resultado heridos y denunció que los que protestaban actuaron con "violencia", mientras que la Policía lo hizo "con mesura".

Frías informó también del destrozo de escaparates y rótulos de varios negocios y de la quema de contenedores en el centro de la ciudad.

Rubén Daniele, titular del Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) aseguró que lucharán "hasta la derogación de la ley" y criticó que ésta "traslada el ajuste de la provincia a los jubilados".

El gobernador de Córdoba y el Gobierno de Cristina Fernández mantienen una disputa sobre el reparto de fondos públicos.

De la Sota reclama al Gobierno argentino el pago de 1.040 millones de pesos (unos 230 millones de dólares) pendientes desde 2011 por el déficit de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

El reclamo de Córdoba se produce en un contexto de problemas en las cuentas públicas de varias administraciones locales, que han tenido que recurrir al aumento de impuestos o al ajuste de las cuentas públicas para afrontar los pagos pendientes