Ecuador, 14 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Actividad de Tungurahua y Reventador se mantiene alta

Actividad de Tungurahua y Reventador se mantiene alta
27 de enero de 2013 - 00:00

La actividad sísmica del volcán Tungurahua aumentó el viernes tras dos temblores que alertaron, la noche del pasado jueves, a sus habitantes, mientras que la energía liberada por el Reventador se mantiene alta.

Así lo informa el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que vigila de cerca el comportamiento de los dos volcanes en actividad.

En el caso del Tungurahua, el organismo indicó en su último informe que los dos sismos, de 3,1 y 2,3 grados en la escala de Richter registrados ayer por la noche, fueron por la actividad propia del volcán.

Luego de los temblores, la red de sismógrafos del IG observó un incremento de la actividad debido a la presión y rotura de rocas en el interior del edificio volcánico.

En las últimas 24 horas, el IG detectó 10 sismos leves de largo período, relacionados con el movimiento de fluidos internos, y, además, ha constatado la caída de ceniza negra y gruesa en Palitahua, localidad situada en el sur del coloso.

El informe precisa que los dos sismos  se localizaron en el flanco noroeste del volcán, a menos de 12 kilómetros de profundidad.

Debido a la alta nubosidad en la zona ha sido imposible efectuar observaciones de la superficie del cráter, agrega el informe.

Respecto al volcán Reventador, ubicado en un sector despoblado de la entrada a la Amazonía, el IG señala  que la actividad sísmica es alta, caracterizada por una señal constante de tremor.

Esa señal, de alta energía y baja frecuencia, se mantiene desde el pasado martes y estaría asociada con la movilización de fluidos en el edificio volcánico.

Pese a que la densa nubosidad en la zona ha impedido a los científicos del IG efectuar observaciones del cráter, la información sísmica advierte de la caída de rocas incandescentes por los flancos de la montaña.

El Reventador, de 3.485 metros de altura, generó en 2002 una gran explosión y lanzó al aire  ceniza que, por efecto del viento, cayó en Quito.

Contenido externo patrocinado