El matemático Fernando Sandoya tiene argumentos técnicos para afirmar que en la concentración, convocada por el burgomaestre de Guayaquil, no pudieron reunirse las 355 mil personas. Sostiene que en la avenida 9 de Octubre, exagerando, caben 100 mil ciudadanos.

Desde el parque Centenario hasta el Malecón 2000 suman unos 21 mil metros cuadrados, precisa. Si se añaden unos 9 mil metros cuadrados por las calles aledañas, manifiesta, apenas se llegarían a 30 mil metros cuadrados o el equivalente a 3 hectáreas.

“Ese espacio jamás podría albergar a más de 300 mil guayaquileños. Solo un sitio como el Parque Samanes cuenta con el terreno como para estos eventos de alta asistencia”, enfatiza.

El máster se refiere al comunicado emitido por el Ayuntamiento que se hizo público el mismo día de la convocatoria. Según ese documento, con la ayuda de un satélite se contabilizó el número de participantes en la caminata. “Este es otro error técnico. Esta clase de aparatos no se usa para cálculos de este tipo.

Además, si fuese así, debió haberse situado exactamente sobre Guayaquil, solo para captar las imágenes y luego, aplicando ciertas normas de estadística, hacer un sumatorio de la presencia ciudadana”, expresó

Pero, ¿es posible determinar con precisión la asistencia de personas a un evento masivo?, el también catedrático de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), considera que sí.

Para ello, indica, es necesario contar con gráficas aéreas de alta resolución y tomadas a lo largo de la Avenida 9 de Octubre. “No se lo puede hacer con las fotos captadas desde teléfonos celulares por la gente en la calle. Con los drones es más factible”, asegura.

Una vez que se tienen las imágenes de alta calidad, manifiesta, hay que hacer una discretización de la zona, es decir, tomas aéreas y particionarlas de tal manera que haya una densidad homogénea.

“En cada concentración hay zonas en que las personas están más abigarradas y otras en las que están dispersas. Para calcular se debe dividir a la zona en partes pequeñas”, recalca.

Con estas partes, añade, se procesan las imágenes y se aplica una fórmula estadística que arroja un resultado que tiene un margen de error del 10%.

“Si las gráficas no son buenas, no se podrá identificar si hay ciudadanos debajo de parasoles o se puede confundir a una persona con un tacho de basura o árboles”. En esta clase de marchas, afirma, los organizadores sobrestiman la cantidad de asistentes y los contradictores la subestiman. (I)