Las temporadas invernales, especialmente durante los aguaceros, representan el mismo inconveniente para Viviana Cárdenas, quien habita en Tungurahua y Luis Urdaneta desde hace 40 años.

En el punto mencionado, el alcantarillado pluvial no ha resultado suficiente para evitar que el nivel de agua llegue hasta los 40 cm de altura durante las lluvias fuertes.

El problema, según Cárdenas, tiene dos orígenes: la falta de colaboración de estudiantes universitarios para disponer los desechos en forma correcta y la antigüedad de la red de ductos para desfogue.

Los vecinos del lugar coinciden en estas observaciones. José Murillo, comerciante del sector, admite que el manejo de la basura en las calles es complejo.

Por el sitio, además del carro recolector que pasa en horas de la noche -cuando hay poco tráfico- también hay colaboración de barrenderos de Puerto Limpio. “Eso da una idea de la cantidad de porquerías que terminan en la calle”.

En ocasiones anteriores se han enviado oficios al Municipio de Guayaquil para que también se revise el alcantarillado de la zona. Tras casi un año de enviadas las solicitudes, el Cabildo comienza a estudiar la situación.

La calle Tungurahua, en el tramo desde el malecón Emilio Estrada hasta la calle Quisquís, es intervenida por la Fundación Guayaquil Siglo XXI con obras de regeneración urbana. Los obreros, con apoyo de maquinaria pesada, comenzaron a intervenir la acera removiendo las veredas que se encuentran deterioradas para, posteriormente, reemplazarlas con un nuevo encofrado.

A través de un comunicado, el Cabildo informó que como parte de dichos trabajos “también se hará la revisión de los sistemas de alcantarillado de aguas lluvias y aguas servidas que serán rehabilitados”.

Luego que concluyan estas labores se instalará el cableado eléctrico subterráneo, se reconformarán las calzadas, se colocarán nuevas luminarias y se mejorarán las fachadas del sector.

El objetivo es la unificación de aceras y soportales, el adoquinado a colores, mobiliario urbano y señalética vertical “que cambie la imagen de los alrededores de la Universidad de Guayaquil”.

Los trabajos comenzaron en marzo por lo que, durante el tiempo transcurrido, han existido problemas durante las lluvias.

José Moreira, habitante de Tungurahua y Padre Solano, comentó que los trabajos avanzan lentamente. “Nos han dicho (los obreros) que las lluvias impiden avanzar más rápidamente”.

Mientras tanto, los vecinos y transeúntes deben usar la calle para poder circular por el lugar, exponiéndose al elevado tránsito de carros livianos y buses.

Por el momento solo se ha avanzado con los bordillos y la revisión del alcantarillado. En el tramo que fue abierto ya se ha colocado una capa de cemento.

Los habitantes del lugar esperan que los trabajos concluyan a la brevedad posible en estos días, cuando las lluvias están bajando de intensidad, según estimaciones del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

Por su parte, Ilfn Florsheim, vocera de Interagua, solicitó paciencia por las incomodidades presentadas. Los ductos, aseguró, se encuentran en óptimas condiciones y abastecen las necesidades del sector centro de la urbe.

También destacó que, desde 2005, se han ejecutado diferentes campañas que apuntan al buen manejo ciudadano de las redes de agua potable y alcantarillado. “Hemos impactado a cerca de 644.000 personas a las que se les han socializado los proyectos de agua potable, ahorro de agua, alcantarillado sanitario y pluvial, y las diferentes intervenciones de la concesionaria”. (I)