El Municipio de Guayaquil desarrolla un plan para limpiar el Estero Salado. La entidad dio a conocer esa iniciativa en la presentación del proyecto Huella de Ciudades.

La propuesta se denomina ‘Diseño e implementación de un sistema de aireación de bajo consumo energético y de alta eficacia de aireación para mejorar la calidad del agua en el Estero Salado’. Es impulsada por la Dirección de Ambiente del Cabildo porteño.

Monserrate Vélez, jefa de Recursos Naturales y Recursos Sostenibles de la dependencia, detalló en el encuentro que la idea es iniciar un plan piloto en un sector puntual.  “En el tramo B del Estero Salado, es decir, en Miraflores y cerca del centro comercial Albán Borja”, expresó Vélez. Agregó que las propuestas se enmarcan en los temas de cambio climático y protección del capital natural.

La novedad consiste en que se generará la oxigenación por medio de la creación de pequeñas cascadas artificiales.

Según biólogos y ambientalistas, la aireación permite el aumento del oxígeno en el espejo de agua y en consecuencia, el incremento de vida en la zona protegida. “Se ha coordinado, de hecho, con la Subsecretaría de Gestión Marina y Costera. Ellos nos han dado el aval para la implementación del proyecto”, comentó.

En febrero de este año, las investigaciones que efectúa el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) revelaron que, precisamente, en los tramos de Urdesa y Miraflores se concentraba la mayor cantidad de metales pesados.  

“Presenta un alto contenido”, respondió la entidad en una entrevista efectuada entonces, vía correo electrónico. “También existe contaminación microbiológica (microorganismos patógenos pueden provenir del agua con residuos fecales)”, agregó la entidad.

Según el ente estatal, las aguas domésticas e industriales siguen siendo un problema en la zona protegida de Guayaquil.

También -indicó la Dirección de Ambiente del Cabildo- trabajan en la implementación de 3 estaciones de monitoreo del Estero Salado. “Hemos logrado recuperarlas. Son estaciones fijas para monitorear en línea”.

Los ciudadanos que caminan cerca de la zona se quejan de la pestilencia que proviene del sitio y de los desechos que se arrojan. (I)