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El Telégrafo
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Los conductores han violado nueva Ley de Tránsito en 226.579 ocasiones

Los conductores han violado nueva Ley  de Tránsito en 226.579 ocasiones
16 de julio de 2011 - 00:00

Estacionar el automóvil en calles  vetadas, manejar sin colocarse el cinturón de seguridad, utilizar el teléfono móvil mientras se conduce y no respetar la luz roja del semáforo son, desde  2010,  las infracciones que más cometen los conductores, según el informe de citaciones de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).

Julio C., un ejecutivo de cuentas que pidió omitir su apellido,  recibió una multa el jueves pasado porque dejó su automóvil estacionado sobre la calle Luque.

Se  preocupa al ver la citación sujeta por el limpiavidrios. Se avergüenza al  aceptar que no ha leído la vigente Ley de Tránsito: “Uno se descuida, el documento es largo”, confiesa.

Como él, otros  226.579 conductores han sido multados desde enero hasta junio de este año. El valor recaudado por esas infracciones es de $9 millones.

Julio estacionó su vehículo sabiendo que cometía un error.  Desconocía, eso sí, que por ello perdería tres puntos de su licencia, además de pagar el 10% de una remuneración básica.

Estacionarse en un lugar prohibido está considerado en el cuerpo legal vigente como una contravención leve de segunda clase.

En el ranking de las infracciones, con 54.064 registros, estacionar en la calle equivocada  ocupa el primer lugar y le sigue el no utilizar el cinturón de seguridad (leve de primera clase) con 44.123 registros.

En general, los delitos que más se cometen pertenecen a la categoría “leves de segunda clase”, con 82.095.  Los de segunda clase ocupan el segundo lugar, con 65.566 detenciones en esta clasificación.

Según los oficiales de tránsito consultados, en el centro de la ciudad es común que los conductores se estacionen donde no deben.

Diariamente se  producen  entre 10 y 15 citaciones por este motivo. Entre las 09:00 y las 12:00 aumenta el número de incidentes.

La CTE ha destinado  30 motorizados para que controlen esta situación en el casco comercial.
El oficial Abel Quiñónez tiene entre sus equipos una cámara con la que fotografía a los vehículos mal estacionados.

En todas las imágenes que ha captado durante la mañana, aparecen los automóviles y la señal de la E atravesada por una raya. Este signo indica que está prohibido estacionarse en esa calle.

“Utilizamos la cámara como un recurso para obtener evidencias, así, cuando se presentan las impugnaciones en el juzgado de tránsito, tenemos pruebas de la infracción”, explicó el oficial.

Diez conductores consultados después de recibir una citación por cometer este violación, coinciden en que no tienen $2 o $4 para pagar un parqueo en el centro.

Otros dicen que estacionan sus automóviles en lugares cercanos al espacio donde van a realizar sus actividades porque así lo pueden ver y evitar robos.

El año pasado 102.464 personas se estacionaron donde no debían.

Conductores no usan el cinturón de seguridad

La segunda falta más frecuente que cometen los conductores es no colocarse el cinturón de seguridad: 44.123 personas han recibido citaciones por este motivo.
A Gina  le llegó el turno en la segunda semana de junio. “Creo que por mi edad (52) no me lo pongo”, justificó la mujer.

Aseguró que suele olvidar colocarse el aparato porque cuando era joven esta práctica no era común. “De los tres carros que he tenido en mi vida, este es el único que ha venido con esta ‘piola’”, dijo refiriéndose al cinturón.
Ha escuchado en alguna propaganda que “utilizarlo puede salvar vidas”, pero ella cree que al manejar a baja velocidad  no está exponiéndose a este riesgo.

Por cometer una contravención leve de segunda clase, ella pagará una multa del 5% del salario general unificado y perderá 1,5 puntos en su licencia. 144.000 personas cancelaron el mismo valor  el año pasado.

Entre las contravenciones leves de segunda clase registradas -82.095 infracciones en total- se incluyen el no portar botiquín, utilizar películas antisolares sin permiso y conducir  sin portar la licencia o tenerla caducada.

El oficial Jiménez conoce esta situación, pues  tiene entre sus asignaciones vigilar el tránsito de la avenida Quito.
En este lugar  observa con frecuencia a muchas personas que circulan sin abrochar su cinturón.

Diariamente emite  20 citaciones. “La falta que más comete la gente es pasarse la roja”, aseguró Jiménez. Las contravenciones que se presentan con mayor frecuencia en esta avenida son  hablar por teléfono al  conducir y no respetar la luz roja del semáforo.

Al teléfono

7.152 personas  han preferido no  interrumpir sus pláticas mientras conducían en  2011.
Circular con una mano en el volante y otra en el teléfono móvil constituye una contravención leve de segunda clase.
Hacerlo está prohibido por el artículo 140, sección L de la Ley de Tránsito. Se permite únicamente el uso del dispositivo de manos libres.

Susana, que pidió omitir su apellido,  es inspectora en un colegio privado. Tiene un hijo de dos años al que deja todas las mañanas con sus familiares.

Ella admite que siempre que suena el teléfono y ve el número telefónico de su madre, contesta el aparato. “Hasta ahora he tenido suerte y no me ha encontrado el vigilante”, dijo.

Ella -molesta-  explicó que  no ha comprado el aparato reglamentado porque que no tiene tiempo.
Cree que al ser una conductora “experimentada” puede hacer las dos cosas al mismo tiempo. El año pasado 17.310 personas cometieron esta falta.

Por incurrir en una contravención grave de segunda clase, las personas deberán pagar el 30% de la remuneración básica y perderán 6 puntos de su licencia.

Rebasar los rangos de velocidad colocados en las avenidas y no respetar las señales de tránsito, o las emitidas por un oficial, entran en esta categoría.

Esas dos faltas, actualmente,   son reiterativas en la ciudad. 28.058 personas han circulado a exceso de velocidad por las calles y 14.288 han ignorado las señales.

El año pasado, 37.359 ciudadanos jugaron a ser “Meteoro”, como Rodrigo P., de 25 años. “A mí me gusta correr, no lo voy a negar”, admitió el joven, quien aseguró que lo hace para sentir emociones fuertes.
Reconoció que, desde que escuchó que se han instalado radares en la ciudad,  decidió reducir la velocidad al manejar.

A Zoila R. los oficiales de tránsito le han pedido que se detenga porque suele exceder el límite de velocidad. Ella se justifica diciendo que sale muy tarde de su trabajo ubicado en la Av. Francisco de Orellana. “Tengo que llegar a la universidad en menos de 20 minutos y a veces salgo a las 18:30, aunque mi horario es a las 17:00”, se quejó.

Los oficiales señalan que en las avenidas Las Aguas y  la Juan Tanca Marengo  se registran detenciones frecuentes  por esta contravención.

En este año también se han cometido  infracciones graves de tercera clase, penadas con el 50% de la remuneración  y la pérdida de 9 puntos: 1.390 violaron esta ley, prestando servicio de transporte público y comercial en unidades no autorizadas; y   109 excedieron la capacidad de pasajeros que deben llevar.

La lista de contravenciones también incluye a quienes conducen  en estado de embriaguez: 436 personas han cometido esta contravención, que se sanciona con prisión de tres días y un salario unificado.

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