La mayoría de las concesionarias de vehículos en la ciudad se adaptan, desde hace un mes, a las nuevas exigencias de sus usuarios debido a los nuevos elementos que se consideran en la revisión de automotores que implementa el Cabildo.

Desde diciembre del año pasado los conductores están enterados de los servicios que SGS, empresa contratada por el Municipio para la evaluación de los automotores,  presta a partir de enero de este año.

En total serán 7 exámenes que se deberán aprobar: revisión de gases y ruido, revisión de luces, inspección visual (identificación superficial de carencias y desperfectos), calibración y ajustes (que involucra ejes, tren delantero y frenos), revisión de alineación (ruedas), revisión de suspensión (amortiguadores) y revisión de frenos.

De los mencionados, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) solo realiza la inspección visual, por lo que jefes de talleres como Andrés López, de Induauto, suponen que el mantenimiento solicitado por los clientes será más exigido.

López afirmó estar familiarizado con todas las inspecciones solicitadas por SGS, aunque admitió que los niveles de gases y ruido “son los puntos en los que menos se preocupan los clientes”.

Los talleres que están en capacidad de corregir las fallas detectadas por SGS prevén gastos de aproximadamente $ 1.000 si existe el caso de que el carro no pase ningún examen. Jorge Vivanco, de Freno Seguro, puntualizó que los costos son variables y dependerán de los elementos que deban reemplazarse.

Entre los problemas más comunes, aseguró, están las luces y la suspensión. Durante la época invernal, los inconvenientes en frenos y amortiguadores aumentan por los baches y calzadas resbaladizas. “El más barato de los repuestos cuesta $25 y faltaría cotizar la mano de obra”.

Según información proporcionada por el Cabildo, la concesionaria SGS hará la revisión basada en las normas de calidad INEN 2202, 2203, 2204 y 2205, y directrices estipuladas en ordenanzas municipales.

La norma INEN 2202 estipula los mecanismos para determinar el nivel de opacidad que producen los motores a diesel.

Es decir, sirve para medir el color en el humo que sale de los tubos de escape. Mientras más oscuro, indica mayor suciedad en el motor.

La 2203, en cambio, mide las emisiones en vehículos que usan gasolina. Se busca establecer los niveles de monóxido (CO) y dióxido de carbono (CO2) durante la operación de la máquina. Mientras, la 2204 estipula los límites permitidos de emisiones de contaminantes producidas por fuentes móviles terrestres (vehículos automotores) de gasolina.

Es decir, regula  que todo automotor, con fuente móvil de gasolina que se importe o se ensamble en el país, no pueda emitir al aire CO, hidrocarburos (HC), óxidos de nitrógeno (NOx) y emisiones evaporativas, en cantidades superiores a las indicadas en la norma.

Finalmente, la 2205 señala los requisitos  que debe cumplir el bus urbano, de tal manera que proporcione un adecuado nivel de seguridad y comodidad al usuario.

El reemplazo de elementos gastados o dañados reduce el consumo de combustible.


Conductores justifican descuido de sus carros en el costo de los repuestos y de la mano de obra.Esto incluye motor, chasis, carrocería, organización externa (dimensiones del vehículo), organización interna (espacios para sentarse y estar de pie), detalles exteriores e interiores y elementos de seguridad y control (botiquín, extintor, entre otros).

Para Ignacio Buste, jefe de taller de Induwagen, las nuevas estipulaciones son más minuciosas y exigentes que las que viene realizando la CTE y prevé que los automotores de mayor antigüedad tendrán más dificultades para cumplir con la revisión.

La inversión para las respectivas correcciones dependerá del modelo y el año. “Generalmente, los más antiguos son los más descuidados y sus dueños deben considerar, incluso, adquirir uno nuevo”.

Los jefes de talleres consultados coinciden en que la revisión periódica de un motor (elementos internos y externos) evitará que éstos generen los gases contaminantes  estipulados en la norma INEN 2204.

Para Manuel Sánchez, quien administra un taller en Puerto Lisa, la mayoría de los conductores obvian el hecho de que el oportuno mantenimiento o reparación del motor no solo reduce los niveles de ‘smog’ sino que también incide en el ahorro de gasolina.

Los aceites del motor y la transmisión, el líquido de frenos, el anticongelante (que evitan corrosión y oxidación del radiador) e incluso el agua que va en el depósito para lavar el parabrisas, “deberían ser revisados y remplazados cada cierto tiempo”.

También recomendó revisar elementos como fusibles, luminarias y filtro de aire. La limpieza o reparación de estas piezas puede costar de $ 30 a $ 40.

La mayoría de conductores consultados admitieron que poco o nada se preocupan de la revisión de sus vehículos, pero se justifican en los costos de los repuestos.

Carlos Fajardo, por ejemplo, tiene una camioneta Nissan del 85 que usa para fletes desde hace más de 10 años y luce deteriorada.

DATOS

La concesionaria SGS, que ganó la licitación municipal para la revisión de vehículos, trabaja en países como Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Alemania, Inglaterra, España, Estados Unidos, Albania.

La ciudad contará con 3 centros de revisión vehicular y 27 líneas de atención con tecnología moderna distribuidas entre el centro de la av. Benjamín Rosales frente a la terminal terrestre (16 puntos para livianos); av. 25 de Julio, en el sur (3 para pesados y uno para livianos) y en el km 10,5 de la vía a Daule (3 pesados y 4 livianos).

El Municipio de Guayaquil debió asumir las competencias de tránsito en abril pasado, junto con Quito y Cuenca. La matriculación es la primera de las obligaciones asumidas por el Cabildo. El Estado dio esta responsabilidad a los cabildos del país en abril del 2012.No tiene la certeza de cuánto tendrá que invertir para su arreglo y se preocupa por la posibilidad de perder su única fuente de ingreso. “Tanta exigencia debería acompañarse de opciones baratas para las composturas.

David Martínez, dueño de una camioneta International del 82, afirmó que ha tenido que hacer grandes esfuerzos por mantenerla en óptimas condiciones y se niega a reemplazarla. “Los carros de ahora son de poca resistencia, empezando desde el chasis, que parece de papel”.

Andrés Roche, gerente de la Empresa Municipal de Tránsito, defendió la implementación del nuevo sistema de revisión y aseguró que el objetivo es asegurar que los automotores que circulen por la ciudad estén en óptimas condiciones.

El funcionario resumió el proceso en 2 factores elementales: Que se cumpla con las normas técnico-mecánicas adecuadas y que la emisión de gases de los carros se ajusten a la normativa nacional vigente.

PLANTAS DEL MUNICIPIO SON REVISADAS

Representantes de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) estuvieron esta semana en las áreas de revisión y matriculación de la Empresa Municipal de Tránsito para constatar el estado actual del citado espacio, ubicado en el norte, frente a la terminal terrestre de Guayaquil.

Roberto Stode, especialista en revisión técnica y vehicular contratado por la ANT, indicó que todas las plantas de revisión de la entidad municipal (hay 3 puntos en la ciudad) serán sometidas  a inspección por parte del ente rector de tránsito del país. “El proceso continuará durante otros días. Las instalaciones pueden ser visitadas cuantas veces haga falta”.

La ANT, antes de traspasar las competencias, recomendó al Cabildo que haga las correcciones al plan de movilidad, ordenanzas municipales y el modelo de gestión (el último requisito no fue entregado, por lo que se solicitó, adicionalmente, la presentación del modelo de matriculación revisión técnica vehicular).

Robert Hemmerde, gerente general de SGS, consorcio internacional al que el Cabildo porteño concesionó los citados servicios, informó que ya se encuentran preparados para prestar atención a los usuarios.

La ANT es la entidad que debe pronunciarse sobre los resultados de los informes y la fecha de traspaso de las competencias de revisión y matriculación al Municipio de Guayaquil.