Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Organizaciones no gubernamentales asisten en emprendimientos

Comida y manualidades, las opciones de sustento de refugiados

Yumileth P. debió ahorrar vendiendo ensalada de frutas para conseguir su casa y actual negocio de comida. Foto: Eduardo Escobar / El Telégrafo
Yumileth P. debió ahorrar vendiendo ensalada de frutas para conseguir su casa y actual negocio de comida. Foto: Eduardo Escobar / El Telégrafo
05 de julio de 2015 - 00:00 - Redacción Guayaquil

La voz se quebranta y las lágrimas ruedan por las mejillas cuando Dora H., oriunda del Valle del Cauca (Colombia), recuerda las dificultades que tiene que enfrentar mientras trata de vivir en un vecindario del norte de la ciudad.

El tratamiento que deben seguir ella y su hija de 23 años resulta difícil por las limitaciones de acceso a los sistemas de salud debido a la falta de aceptación a su documentación foránea.

En el país, se estima que 60.000 colombianos se encuentran en el país en condición de refugiados, según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

De ese total, al menos 5.500 (9,1%) se ubica en Guayaquil. En la mayoría de los casos, con dificultades para acceder a los sistemas de educación y salud.

Ante estas limitaciones, las primeras opciones laborales consisten en iniciativas microempresariales que se ejecutan en puestos informales.

Hace casi 4 años, Dora fue desplazada de su tierra natal por los brotes de violencia que originaron la guerrilla y carteles de narcotráfico. Actualmente mantiene varios trabajos para poder sustentar a su familia.

Cocinar arepas, pintar cuadros al óleo, coser vestimentas, fabricar  sandalias y manualidades son los negocios que impulsa desde su casa con ayuda de su esposo e hija.

Los inicios en la ciudad no fueron fáciles. Dora debió enfrentar comentarios hirientes y discriminación mientras vivió en un condominio de clase media, al norte de la urbe. “Pese a ello, comenzamos la tarea de salir adelante”.

Lo primero que hicieron fue vender empanadas en una mesa que colocaron cerca de su casa. Tras siete meses de esta actividad, los vecinos comenzaron a tener más confianza y mejor trato.

La simpatía fue tanta que cuando Dora decidió cambiar de sector hubo quienes no querían que se fuera. En el nuevo vecindario tuvo que pasar por las mismas discriminaciones iniciales que encontró en el anterior sector.

Su rutina diaria consiste en levantarse muy temprano para preparar las arepas que vende bajo pedido en paquetes de cinco unidades. “A veces cada cliente me coge hasta 20 paquetes”.

Además, recibió una capacitación por parte de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante (HIAS, por sus siglas en inglés) para hacer manualidades y fabricar sandalias que, al igual que las arepas, las elabora dependiendo de la demanda.

HIAS brinda asistencia humanitaria a los refugiados, que consiste en apoyo psicosocial, orientación legal y asistencia para el crecimiento económico, explicó Norma Valarezo, responsable de la organización en Guayaquil.

Aunque no revela cifras de cuánto obtiene por estas microempresas, Dora aseguró que los ingresos obtenidos -más lo que su esposo consigue por trabajos de mecánica- “son suficientes para vivir”.

Sin embargo, los problemas por los que pasan los refugiados en la ciudad van más allá del aspecto económico, aseguró Yumileth P., quien  tiene un negocio de comidas rápidas  en un barrio cercano a la vía a Daule, en el norte.

Originaria también del Valle del Cauca, la ciudadana colombiana comenta que su carnet de refugiada aún no consta en la base de datos de las entidades públicas, lo que le ha causado problemas para ser atendida por el IESS y los bancos.

Para acceder al sistema educativo, debió buscar asesoría con HIAS y el Servicio Jesuita para Refugiados, que hicieron el acompañamiento respectivo.

Yumileth llegó a Ecuador hace 7 años, huyendo de situaciones de violencia. En su tierra natal vivía como promotora de ventas y mercadeo y lo que menos se imaginó es tener que cocinar para obtener ingresos económicos y sostener a su familia.

En la primera semana tuvo que vender arroz con leche en las calles y con los fondos obtenidos cambió a la preparación de ensalada de frutas  al estilo colombiano. “Allá le decimos salpicón, porque le ponemos leche condensada y helado. La gente, por curiosidad, comenzó a consumir bastante”.

El capital conseguido permitió a Yumileth pasar de un cuarto a una casa de dos plantas. También dio inicio a un nuevo negocio: comidas rápidas.

En los bajos de su vivienda ofrece, entre otros platos, arepas rellenas (con carne, pollo o chicharrón), que son ampliamente solicitadas por los comensales.  

Yumileth tiene grandes aspiraciones con su microempresa y, en un futuro, espera contar con un local para atender mejor a su clientela, sin abandonar ese puesto, porque mucha gente acude allí.

Las campañas emprendidas por  entidades como el Comité de Defensa de los Derechos Humanos (CDH) y Acnur también han ayudado para que la gente conozca de cerca lo que hacen los foráneos. Según las entidades, el 65% de los refugiados en la ciudad busca protección. (I)

DATOS

En diciembre de 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas creó la celebración internacional del Día del Refugiado, cada 20 de junio.

Hasta 2011, más de cuatro millones de colombianos fueron desplazados por el conflicto interno (más o menos la suma de las poblaciones de Quito y Guayaquil), según Acnur.

El 70% de los refugiados colombianos vive en ciudades como Quito, Guayaquil, Ibarra, Esmeraldas, Tulcán y Lago Agrio, entre otras, según investigaciones de organizaciones humanitarias.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media