La ampliación de 7 a 10 mangas (puentes de embarque de pasajeros) del Aeropuerto José Joaquín de Olmedo  será entregada dentro de 8 meses, es decir, para las fiestas de Fundación de Guayaquil de 2014.

Precisamente, ayer se firmó el contrato entre la concesionaria Terminal Aeroportuaria de Guayaquil (Tagsa) y el consorcio Ekron-Helport.

En la terminal porteña, actualmente es removida la tierra en el sector  de la ampliación.

El proyecto de mejoramientos -según Nicolás Romero, gerente general de Tagsa- estaba previsto para 2019;  pero  el retraso de vuelos originados por las condiciones climáticas del aeropuerto de Tababela, en Quito, motivó a adelantar la agenda señalada. Desde que se presentaron los inconvenientes, “pasamos de retrasar de dos a cinco vuelos diarios, lo cual también incidió en la demanda de vuelos nacionales”.

De acuerdo con  las cifras de Tagsa, el Aeropuerto José Joaquín de Olmedo  tiene capacidad para movilizar  hasta 5 millones de usuarios. Actualmente, al año traslada a 1’058.500 viajeros (2.900  diarios). Entre 2012 y 2013, la cifra se incrementó en 6% (1’122.010 pasajeros).

Para la concesionaria,la ampliación permitiría atender hasta 7 millones de pasajeros al año, lo que significaría un  aumento de 11% en la demanda de vuelos internacionales.

Romero aseguró que por la situación de Tababela ha disminuido la cantidad de usuarios de vuelos nacionales. Para él, los pasajeros nacionales han dejado de trasladarse en avión porque consideran que el nuevo aeropuerto de Quito está lejos de la ciudad. “Esto ha significado la reducción del 4%”.

La obra, según lo proyectado, cubrirá la demanda hasta 2024, es decir, que no habrá  remodelaciones hasta dentro de una década.

Para 2018 se ha proyectado que ya esté en funcionamiento la nueva terminal aérea que se construirá en el sector Daular (km 35 vía a la Costa).

Con el fin de cumplir este propósito se prevé que a fines de 2013 la consultora estadounidense Leigh Fisher -contratada por Tagsa- tenga listo el plan maestro de la nueva terminal aérea. Posteriormente, se hará el diseño final de la obra -proceso que tomará aproximadamente 15 meses- y cuando concluya esta fase se procederá a la contratación para levantar el aeropuerto, en alrededor de 4 años.

La ampliación adicional del José Joaquín de Olmedo permitiría atender hasta 10 millones de pasajeros anualmente. Sin embargo, Tagsa informó que aquello está descartado por el momento porque no hay suficiente espacio para parquear más aviones (760 hectáreas). En cambio, en Daular se cuenta con 2.020 hectáreas para el propósito.

En la firma del convenio entre Tagsa y el consorcio Ekron-Helport estuvo como testigo de honor el alcalde Jaime Nebot. Con los proyectos aeroportuarios, el Cabildo prevé que la ciudad pueda atender la demanda de viajes por aire, por lo menos, en los próximos 100 años.