¿Deberían sorprender los resultados de Emelec y Barcelona en la Copa Libertadores? ¿Es normal que haya tantas diferencias entre uno y otro? ¿Los azules tienen un plantel superior en calidad y cantidad de jugadores que los amarillos? ¿O es cuestión de técnico, de dirigencia o de proceso? Mientras Emelec arrancaba con un plan en octubre de 2008, con Gabriel Perrone a la cabeza, para acabar con la sequía de títulos y buenos resultados, Barcelona se frustraba por ver cómo una inversión millonaria, pero con las contrataciones equivocadas, se iba al barranco: Matamba, Castro, De Jesús, Lara, Zárate, Hidalgo (Carlos), Hidalgo (Fernando), Quiroz, Mondaini, y más, no lograron acabar con los hasta ese momento 11 años sin vueltas olímpicas, mientras tanto, Emelec aprendía de sus propios errores y los de su rival de barrio. La Corporación Capwell -apoyada posteriormente por Neme- intentó darle un giro al pésimo momento del equipo y lo fue logrando de a poco. Fruto de ese proceso, Emelec, después de quedarse con las ganas de conquistar la corona, pese a ser el más regular entre 2009 y 2012, logró convertirse, tras su bicampeonato, en la potencia del fútbol nacional desplazando a la histórica Liga (Q) campeona de Libertadores, Sudamericana y Recopas. Ahora el ‘Bombillo’ juega de memoria, la primera línea de defensa es su medio campo, hace una presión alta que asfixia. Y hostiga cada vez que recupera la pelota, liderado con la calidad y la velocidad de Miller y Mena, que son cada vez mejores con el paso de los partidos. Y así ha conseguido seis puntos de seis posibles en las dos primeras fechas de la Copa, con los ingredientes de haber ganado de visita a la siempre fuerte U. de Chile, aunque no ande en sus mejores horas, y goleado al The Strongest, que estaba siendo sorpresa en el torneo tras eliminar al Morelia y vencido al Inter de Porto Alegre.    

La oncena de Quinteros luce por ser compacta, y ese logro se debe -en parte- al funcionamiento de su línea media, que blinda la defensa y nutre a la delantera, donde Escalada se da el lujo de fallar, y aún así su escuadra termina goleando. De memoria: Mena, Quiñónez, Lastra y Giménez, con Miller adelante, a veces con la variante del chico Burbano que no desentona y más bien brinda velocidad por la raya derecha.

En la vereda de enfrente, en cambio, Israel no acierta con la conformación del medio sector. Oyola, Alemán y Vega, zurdos todos de casualidad, se confunden y pareciera que no tienen una función específica. Y según sus capacidades, con las diferencias  técnicas del caso, juegan de lo mismo: junto al 5. Es decir, tres jugadores para un mismo puesto. Frezotti, aguerrido y metedor, se bate solo y no llega a ser el gran número 5 que el ‘Ídolo’ necesita y que se podía encontrar en Álex Bolaños. Los errores o las explicaciones que se intentan encontrar en las alineaciones de Israel tal vez están en el armado de una plantilla que no cuenta con jugadores desequilibrantes, como lo fueron en su momento, con excelentes resultados, Arroyo y Díaz. Con un medio campo que no da equilibrio, no tiene orden ni sostiene la pelota durante más de 10 segundos, la defensa y la delantera sufren. Barcelona vive contra las cuerdas y los rivales explotan con mayor facilidad las deficiencias de Checa, Perlaza, Lamas y compañía. Ygenera tan poco que el Blanco goleador y figura de 2014 es un jugador desconocido. “Blanco ya no es lo mismo”, se escucha con frecuencia. Yno será el mismo si el medio campo no le da de comer o solo apunta a abastecerlo con pelotazos que no complican ni generan sorpresa en los adversarios. En Emelec, en cambio, se fallan goles porque el equipo genera opciones continuamente.  

El plantel amarillo es tan o más caro que el azul o el de Estudiantes, que se divirtió en La Plata con un Barcelona sin norte ni estilo, pero con los fichajes de 2015 que no han logrado reforzar al conjunto que terminó segundo en el torneo nacional pasado. Mientras Banguera anda mal -causante del segundo tanto de El Nacional y el primero de los platenses-, Dreer tiene poco trabajo, mientras Miller y Mena vuelan, Barcelona carece de jugadores con esas características. Quinteros sigue cosechando, pero se va a la ‘Tri’. Israel ha ido de más a menos.