Apenas han sido dos partidos, pero Gustavo Quinteros tiene mucho material para analizar y sacar conclusiones. Constató que cuenta con futbolistas que siguen respondiendo como titulares en la Tricolor y que otros necesitan tiempo para adaptarse a su estilo o al nivel de fútbol que se juega entre selecciones. Más allá de las individualidades, en la ‘Tri’ se observó rápidamente la mano de Quinteros:presión alta, juego vertical y profundo y pases a un solo toque. “Los resultados no me preocupan”, dijo el DT, porque lo importante es que los jugadores entiendan la misión: grabarse la estrategia del profesor y practicarla hasta cuando salga naturalmente y a la perfección, así como hizo en Emelec.

Argentina, más que México, tuvo inconvenientes para salir jugando y superar la línea ofensiva de Ecuador, que apretó a los defensas y volantes albicelestes durante los 90’.

Ecuador no pudo pasar del empate con los albicelestes por un error individual. Felipe Caicedo cabeceó al centro del área, no salió junto a la defensa y en lugar de marcar a Pastore, intentó dejarlo en posición adelantada cuando ya lo había habilitado. Yel equipo de Martino anotó el 2-1.    

En su estreno, el DT probó con Arturo Mina y Osbaldo Lastra, sin experiencia en la selección, con la intención de examinar cómo se desempeñaban con la camiseta tricolor, y más frente a rivales como México y Argentina. Mina mostró en el primer partido que todavía no está en el escalón de Achilier quien, frente a los albicelestes, se asentó bien junto a Frickson Erazo. Que el zaguero del Independiente no haya presentado un alto rendimiento en el primer encuentro no fue un error del DT, sino una apuesta. Mina aún no está, pero podría estarlo pronto con la suma de partidos.   

Erazo, porque maneja bien el perfil izquierdo, tiene liderazgo y buen roce internacional podría ser fijo con Quinteros si no baja su nivel. Y Achilier levanta la mano pidiendo ser el acompañante del ex-Flamengo en la zaga. La realidad de los laterales no ha variado en relación al Mundial de Brasil. Poco ha cambiado -en nombres-  en comparación con el equipo de Reinaldo Rueda. Son los mismos jugadores con nuevo entrenador más la inclusión de un par de talentos que en la era del estratega colombiano no brillaban como ahora: Bolaños y Mena.   

El arquero (Domínguez), los laterales (Paredes y Ayoví), los volantes (Noboa, Ibarra, Valencia, Gruezo, Montero) y los delanteros (Enner, Martínez, Caicedo y Ayoví) son los mismos. ¿Entonces por qué los hinchas se ilusionan con el equipo de cara a la Copa América? Por lo que puedan aportar Mena y Bolaños, con la dirección de Quinteros.

Si había dudas con el potencial de Ayoví en la banda izquierda por su edad -cumplirá 36 en agosto-, el futbolista del Pachuca demostró en los dos encuentros que por ahora es amo y señor de ese sector. Es difícil de superar en el mano a mano, tiene mucho criterio para salir jugando, se lanza al ataque como un muchacho de 20, se asocia como pocos, tiene remate de afuera y para complementar esas virtudes es líder. Se sumó al grupo de los 100 -cantidad de partidos con una selección- con la banda de capitán en su brazo más hábil. Atrás de él calientan y se esfuerzan Bagüí y Pineida.

En la derecha Paredes, sin ser brillante, cumplió. Bien en la marca y un aporte ofensivo con sus desbordes. En el medio, Noboa sigue en alza. Además de ser el encargado de cortar los circuitos del rival se convirtió en el eje del equipo, en el ‘5’ generador del fútbol moderno. ¿Qué le falta? Un acompañante que lo complemente en el quite de pelota. YQuinteros creyó -cree- en Lastra para ese puesto.

El volante de Emelec tuvo altos y bajos en los dos encuentros, pero seguro el timonel le tendrá paciencia y le seguirá dando minutos -hasta un cierto tiempo- para que se acople. Para él, como para Mina no será fácil ‘agarrarle el bote’ a la pelota en la selección, pero tienen ganas y capacidad para lograrlo.

Lastra tiene quite, buena entrega, fútbol a un solo toque y especialmente entiende a la perfección lo que pide Quinteros, quien no pretende quitarle la confianza a no ser que aparezca otro jugador con las características que él necesita en el mediocampo:hacer presión en tres cuartos de cancha. Yel fútbol ecuatoriano carece de jugadores que destaquen en esa función. Incluso el mismo Rueda nunca encontró a ese elemento cuando Castillo quedó afuera del Mundial por lesión.
¿Y Gruezo? El mediocampista del Stuttgart tiene las condiciones, pero está en proceso de desarrollo. En uno o dos años ese puesto podría ser suyo. Donde parece que habrá una gran competencia por los puestos en el once estelar será entre los volantes laterales. Si Quinteros no se deja llevar por la trayectoria, Ibarra y Mena podrían quitarle espacio a los renombrados Montero y Valencia, aunque el jugador del Manchester también podría encontrar espacio como lateral o doble cinco.

Si bien Mena y Montero son diferentes, el primero tiene mejores virtudes al momento de asociarse con sus compañeros, de cara al gol o para habilitar a los delanteros que lo acompañan. Mientras el punto fuerte del jugador del Swansea es la potencia y los duelos mano a mano. Colectivamente el atacante azul da mejores réditos, incluso defensivamente, cuando bloquea al lateral rival. Lo confirmó ante Roncaglia.

Quinteros comprobó que alternativas no le faltarán en el ataque. Montero también podría seguir por la izquierda y Mena por la derecha. También quedó claro que Miller -el gol y los problemas que le generó a mexicanos y albicelestes- es fijo. Yque con Enner podrían formar una  de las delanteras más temibles de la Copa América. Ecuador perdió, pero jugó a lo Quinteros:presión y más presión adelante. (D)