´Pablo Repetto y Óscar Quagliata se parecen tanto físicamente, que cuando los dos están en la zona técnica es difícil distinguirlos. Sus cabezas rapadas son como un distintivo que los identifica, pero que los hace similares a la vez.

Si Repetto abandonó el fútbol por una lesión y porque no sentía que explotó como jugador, su compañero de fórmula en el banquillo tuvo una dilatada carrera, por ello se retiró a los 39 años.

Quagliata destacó como delantero en varios clubes uruguayos y también pudo anotar en Huachipato, de Chile, y en Deportivo Cali, de Colombia. En ese equipo actuó entre los años 1995 y 1997, y fue dirigido por Reinaldo Rueda, a quien hoy enfrentará en la final de la Copa Libertadores de América.

Su amistad se forjó desde que compartieron equipo en Fénix, de su país, y se acrecentó con el pasar del tiempo. Desde 2010, cuando el DT se puso al mando de Defensor, Quagliata se sumó a su cuerpo técnico, que fue completado con los preparadores físicos, también uruguayos, Roberto Teixeira (desde 2014) y Nicolás Penino (2013).

Teixeira llegó hace dos temporadas para suplir a Luis Bondelas, quien abandonó el cargo por motivos personales. El exarquero, Johvani Ibarra, completa el equipo como preparador de goleros; pero también se suman los fisioterapistas Édison Logroño y Javier Echeverría, junto al médico del plantel, Ramiro Ballagán. Repetto es de conversar mucho y consultar sin problemas la opinión de los demás integrantes de su equipo.

Ayer por la noche se reunió con sus compatriotas para planificar el partido, tal como lo hace cada vez que debe afrontar un juego. Suelen discutir la estrategia a usar, la forma de afrontar a los jugadores y cómo motivarlos. En ese aspecto, Repetto indicó que no tendrán mucho que hacer, pues el ánimo de los futbolistas está bien en alto para jugar el partido más importante de sus carreras.         

Lograron una cercanía con los futbolistas para que de esa forma ellos potencien su rendimiento. El entrenador contó, en una entrevista con EL TELÉGRAFO, que uno de los futbolistas que hoy destaca fue castigado por una falta y enviado a entrenarse con la reserva. Después cambió su actitud y hoy es una de las figuras, eso sí, se reservó el nombre. Siempre buscan el diálogo con los protagonistas del equipo.

Son una especie de ‘padres’ y si no actúa Repetto, lo hace Quagliata. Él suele ser más enérgico que el entrenador principal y lo ha demostrado en algunos partidos, en los que por su temperamento ha sido expulsado.

Tras el abandono de Bondelas, con quien venía trabajando varios años, por referencias eligió a Teixeira. Él había trabajado en Arabia Saudita y en México, por lo que no representó un problema acoplarse a un equipo de altura.   

Comparte la tarea con Penino, el más joven del cuerpo técnico. Siempre están juntos para planificar el trabajo de los jugadores y más durante esta parte de la temporada, en la que la plantilla de Independiente ha tenido una carga importante de partidos por su participación en el campeonato nacional y en la Libertadores. El trabajo ha sido moderado y se ha enfocado más en el acondicionamiento físico. Además, Repetto ha dado aire a los titulares y algunos suplentes para enfocarse de lleno en la Libertadores.

El cuerpo técnico que hoy cosecha los frutos del trabajo sostenido durante 4 años, estuvo a punto de no renovar para continuar en 2016. A finales del año pasado existió un desacuerdo entre la directiva y el entrenador porque Repetto pretendía reforzar en una posición puntual con un foráneo, pero la dirigencia quería a un jugador formado en casa. Zanjado el asunto, Repetto y sus ayudantes se mantuvieron en el plantel, por lo que los charrúas estarán un rato largo en el equipo ecuatoriano. Los cuatro uruguayos del cuerpo técnico suelen comandar los asados que se ofrecen regularmente en el equipo.   

También se suman sus compatriotas Christian Núñez y Mario Rizotto para compartir con todo el equipo y así fortalecer los lazos de unidad que se evidencian entre los jugadores para llevar a Independiente lo más lejos posible. (I)