Unas cuantas horas de PlayStation y el último mensaje de WhatsApp a las 23:34 fueron los últimos minutos de Davide Astori con vida, el pasado sábado por la noche, en el Hotel Là di Moret en Udine. 

Su amigo y compañero de equipo, Marco Sportiello (arquero), fue el último en verlo con vida.

Después de la cena, el capitán de la Fiorentina, como de costumbre, se relajó en la habitación del portero con la palanca de PlayStation en la mano.

A las 23:00, los dos se separaron; el capitán regresó a su habitación. A las 23:34 fue el último mensaje de WhatsApp que intercambiaron los dos.

El portero escribió: "Olvidaste los zapatos en mi habitación". Astori respondió: "Gracias, no necesito zapatos, los recogeré en la mañana, antes del desayuno". Una cita que, lamentablemente, nunca habrá.

Poco después de las 09:30 del domingo, el trágico descubrimiento del cuerpo sin vida del defensor: acostado de lado, bajo las sábanas de su cama.

En la escena todo en orden; en la mesita de noche solo el teléfono celular y un vaso sin agua, una señal para los investigadores de que se fueron a la cama serenos.

La autopsia se llevará a cabo en las próximas horas, pero todo conduce a causas naturales.
Hasta el momento, para los médicos algo inexplicable, ya que su último análisis, realizado el pasado 28 de febrero, no hubo novedades en su actividad cardíaca. (I)

Tomado de: www.sportmediaset.mediaset.it