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El Telégrafo

Independiente ganó su primer título en los 50

Segundo José Chumaña Hidalgo es otro de los pioneros del Club Deportivo Independiente. Su niñez y juventud las pasó en el barrio Turismo; años después se mudó a La Victoria, donde recibió a EL TELÉGRAFO.
Segundo José Chumaña Hidalgo es otro de los pioneros del Club Deportivo Independiente. Su niñez y juventud las pasó en el barrio Turismo; años después se mudó a La Victoria, donde recibió a EL TELÉGRAFO.
Foto: Daniel Molineros / El Telégrafo
28 de julio de 2016 - 00:00 - Javier Tamba Guzmán

El resentimiento que Segundo José Chumaña Hidalgo tenía con Independiente terminó gracias a la campaña que el ‘rayado’ ha realizado en la Copa Libertadores de América de 2016, en la que disputó la final ante el Atlético Nacional de Medellín.

Dicha desazón comenzó en los primeros años de la entidad, cuando se llamaba Club Deportivo Independiente y vestía de rojo; Chumaña asegura que José Terán, principal fundador de la institución, lo transfirió sin previo aviso al Ecuador del barrio Inchalillo, sin valorar los tantos que marcó para el conjunto.

Chumaña jugaba de puntero izquierdo y, según asegura, marcó el tanto que le dio al ‘escarlata’ el ascenso a la primera categoría cantonal de Rumiñahui y, de paso, el primer título que consiguió en su historia institucional.

Y aunque no está seguro del año de aquel logro, recuerda que fue durante la primera temporada del plantel en su vida competitiva. El organismo fue creado en 1958, deduciendo que el hecho se registró ese mismo año o máximo el siguiente.

De lo que sí no se olvida es de la situación que vivió antes del último partido con el rojo; debido a su empleo como operario en una zapatería, llegó al estadio Rumiñahui cuando el equipo saltaba a la cancha. Se cambió de inmediato, pero Pepe Terán le impidió actuar.

Chumaña (círculo) también defendió los colores de un equipo que se conformó únicamente con artesanos de Rumiñahui. Su aporte siempre fue importante. Foto: cortesía

Terán, que se caracterizaba por ser muy disciplinado, detestaba la impuntualidad, así que por ese motivo no lo dejó jugar, al menos no en ese momento.

El reclamo de Pepe, que tampoco ingresó al cotejo porque estaba suspendido, provocó una leve discusión; a Segundo le pareció exagerada la decisión de su amigo, ya que su atraso se justificaba en el trabajo, no en alguna situación que implique irresponsabilidad.

Como el lance acarreaba la posibilidad de obtener la corona y subir de división y Huracán de San Pedro de Taboada estaba venciendo 1-0, a los 15 minutos del segundo tiempo, Terán optó por darle chance de entrar como sustituto. “Si no estoy equivocado, sacó a un compañero de apellido Cevallos y me dio la ocasión de aportar”, hace memoria.

Ya en el campo, Chumaña, que suplía su baja estatura (1,55 metros), con velocidad, desborde y buen disparo con pelota estática o en movimiento, empezó a causar estragos por su costado. En una jugada a 4 metros del área, un zaguero contrario le puso una zancadilla y lo envió de boca al piso.

Segundo cobró el tiro libre y de fuerte remate venció al arquero contrario. Aquella diana le sirvió para cerrar el duelo 1-1 y, como el empate le bastaba para adjudicarse el cetro, Independiente dio su primera vuelta olímpica.

El distanciamiento con Terán nace previo al inicio de la  temporada posterior, cuando se enteró que en su calidad de presidente del club, lo había cedido al Ecuador de Inchalillo. “No tomó en cuenta los 14 o 15 goles que hice para el equipo, tampoco si quería o no ir a otro representativo; simplemente me vendió”, precisa. Segundo se hizo ilusiones con participar en el torneo de primera cantonal, sueño que se le derrumbó porque el Ecuador estaba en segunda.

De los oponentes a los que Independiente midió en su primera campaña en segunda, el exatacante cita al Barcelona del barrio Fajardo, al España de Selva Alegre, El Valle de Selva Alegre, México del barrio Turismo, Bangú del barrio San Nicolás, Sampdoria del centro, UES (Unión de Estudiantes) y Huracán.

De los compañeros que tuvo en Independiente, además de Terán, recuerda al meta Segundo Sanguano (+) y a los delanteros Jorge el ‘Pollo’ Atapuma (+) y Rodrigo Sánchez.

Antes de militar en el Independiente, el arponero prestó sus servicios en el Brasilia del barrio La Paz, y después del rojo, estuvo una temporada en el Ecuador, desde donde se retiró de la competencia cantonal. Nunca cumplió su aspiración de terciar en primera.

A raíz de ese retiro continuó jugando por recreación, reforzando de cuando en cuando a equipos del barrio Salcoto, Angamarca de Alangasí y Loma de Puengasí (Quito).

Don Segundo admite que todavía le duele haberse ido, sin querer, de Independiente; aunque le consuela que José Terán, tras una excelente campaña con el Ecuador de Inchalillo, para el que marcó varios goles olímpicos y de tiro libre, le pidió que retorne. “Nunca acepté, uno puede ser pobre, pero tiene su orgullo y más que todo dignidad”, señala el exdeportista.

No obstante, el paso de los años y el sorprendente desempeño de Independiente del Valle, que se originó en el Independiente de Sangolquí, terminaron con el enojo de Chumaña hacia la institución.

Los ‘caras sucias’

Al evocar al Sangolquí de antaño, a Segundo se le viene a la lengua el gusto a polvo que saboreaba mientras aprendía a patear la pelota. Tenía 8 años y solía reunirse con sus amigos en el portal que estaba junto a la plaza de lo que ahora es el Parque Turismo.

Los primeros regates los hizo con pelotas de trapo o vejiga de chancho; para tener una de vejiga solían ir al camal y pedir a los carniceros que se las regalen. El citado órgano muscular era el mejor balón que chicos de su edad y condición social podían poseer.

Sin importarles que esas bolsas cárnicas tenían la utilidad poco grata de almacenar la orina de los cerdos, los chiquillos las inflaban con la boca, lo importante era aprovecharlas frescas, pues al secarse se volvían livianas y eran más susceptibles de reventar.

En la adolescencia, Segundo se juntó con otros zapateros, como Pepe Terán, y demás artesanos: carpinteros, joyeros, sastres, mecánicos... con quienes formaron el grupo UVA (Unión de Vagos Asociados), génesis del Independiente. Estos jóvenes acostumbraban ir a los “partidos de a sucre”, que se realizaban todos los lunes en el estadio Rumiñahui. Les llamaban así porque apostaban un sucre por cabeza. En marzo de 1958, encabezados por Terán, fundaron el club.

Aparte de las experiencias que tuvo en el balompié cantonal, Chumaña se sintió en la gloria al ser incluido en varios partidos amistosos del Mariscal Sucre, antecedente del Club Deportivo El Nacional. Esto ocurrió cuando tenía 19 años, mientras cumplía el servicio militar obligatorio en el cuartel Epiclachima de la ciudad capital.

El año es impreciso

Diego Terán, tercero de los 4 hijos que tuvieron José Terán y Josefina Polonia Santamaría, calificó de complicado precisar el año en el que Independiente ganó su primer campeonato; su único referente al respecto es un trofeo de plata que tuvo su padre y cuya inscripción señalaba 1960.

Lamentablemente, después del deceso de su progenitor en 1975, su madre y hermanos se quedaron sin trofeos ni placas, ya que los amigos de don Pepe, tras sugerir rebautizar al club como Independiente José Terán, reclamaron los galardones y se los llevaron.

Medio en serio y medio en broma, señala que la Copa Libertadores de 2016 es un galardón que el IDV no puede perder. (I)

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Descendientes de Terán y Atapuma viven un sueño

Los familiares de José Terán y Jorge Atapuma, 2 de los fundadores del Club Deportivo Independiente, siguieron la final de la Copa Libertadores de 2016 con la expectativa de cumplir el sueño de sus ancestros, quienes querían ver al equipo de sus amores levantando un título de balompié profesional.

Yolanda Terán Santamaría (49 años), la primera de los 4 hijos de Pepe Terán, confesó que su padre le dedicaba bastante tiempo a la institución.

Todavía recuerda las veces que asistió con él, su madre y hermanos a la cancha del estadio Rumiñahui. “En ese tiempo la cancha era de tierra y no había gradas de cemento, veíamos jugar a papá desde los graderíos que formaron con chambas (césped)”, revela.

Al morir Pepe en 1975, Yolanda tenía 8 años; entre las cosas que se quedaron en su memoria está el anhelo de ver a Independiente como protagonista principal del campeonato ecuatoriano de la serie A y de torneos internacionales, aspiraciones que en muchos de sus compañeros generaban burlas.

Lo que ha ocurrido con Independiente del Valle (IDV) en la presente Libertadores le parece un cuento de hadas, un relato que se quedará en las mentes de ella, sus 3 hermanos menores: Lupe, Diego y Jorge, de los 8 nietos y 3 bisnietos de José Terán.

Juan Pablo Atapuma (49 años), hermano menor de Jorge el ‘Pollo’ Atapuma, el mejor amigo de Pepe Terán, confiesa que Jorge era escéptico en torno a los alcances del otrora conjunto rojo. Nunca imaginó al plantel con el tamaño alcance que ha logrado esta temporada en el certamen de interclubes más importantes de América.

“Mi ñaño en verdad quería verlo en la serie A del campeonato nacional, ese fue su deseo máximo”, manifiesta. Dicho ideal se le cumplió justo antes de su muerte en 2010, primer año en el que IDV incursionó en la serie A del fútbol ecuatoriano. Pudo ver a su club codeándose con los más grandes del país: Barcelona, Liga de Quito, Emelec, El Nacional y Deportivo Quito.

Del Independiente José Terán, como pasó a llamarse el representativo tras el deceso de Pepe Terán, Juan Pablo expresa que nunca fue el elenco más popular del cantón Rumiñahui; el de mayor hinchada era el Brasilia. Supone que ahora, con las campañas efectuadas a nivel nacional y el tremendo rendimiento en la Libertadores, habrá incrementado ostensiblemente su cantidad de seguidores.

Juan Pablo añade que, pese a jugar en las formativas de Independiente, su preferencia siempre fue para Deportivo Quito. Eso no quita que como buen sangolquileño aplauda el accionar del ‘negriazul’, al que felicita por su gallardía y espíritu solidario. (I)

Datos

Segundo Chumaña nació el 16 de febrero de 1942. Trabajó como zapatero hasta hace 8 años. Se retiró porque no pudo resistir la competencia de las grandes fábricas.

Se casó con María Susana Mosquera, con quien procreó 8 hijos. La mayor, Mónica, tiene 49 años, el menor, Byron, tiene 39. Nunca se hizo hincha de ningún equipo profesional del país ni del exterior.

Su niñez y parte de juventud la pasó en el barrio Turismo, aledaño al centro de Sangolquí; en la actualidad vive en el barrio La Victoria, donde tiene una tienda de abarrotes.

Chumaña evitó que sus hijos varones se dediquen al fútbol, prefirió que estudien en la universidad o realicen otras actividades. Hace varias décadas el balompié no era visto como un modo seguro de subsistencia.

Los zapateros que fundaron el Club Deportivo Independiente confeccionaban los pupos para los jugadores del equipo. Los elaboraban con cuero y los pupos eran de suela.

La Unión de Vagos Asociados (UVA), agrupación que precedió la creación del Independiente de Sangolquí, aglutinaba a unas 70 personas, la mayoría artesanos de diversas ramas, y varios obreros de la fábrica de cigarrillos y escobas El Progreso.

El club se fundó en una zapatería del centro de Sangolquí, cuyo local estaba en las calles Montúfar y España. Su constitución se dio el 1 de marzo de 1958. El taller era de José Julio Alexis Terán Albán.

La historia de la entidad tiene 3 etapas, cuando se llamó Independiente, luego Independiente José Terán a raíz de la muerte de Terán en 1975 e Independiente del Valle desde 2006 con el directivo Michel Deller.

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