Dudas y críticas circulan en México después de la desaparición y reaparición en menos de 24 horas del futbolista internacional Alan Pulido, quien habría sido secuestrado en un paraje del estado de Tamaulipas, uno de los más golpeados por la violencia ligada al narcotráfico, donde el próximo domingo se elegirá a un nuevo gobernador.   

La madrugada del domingo, al salir de una fiesta en cercanías de Ciudad Victoria, Tamaulipas, hombres armados interceptaron al mediocampista de la selección mexicana y jugador del Olympiacos de Grecia. Lo llevaron por la fuerza, según relata su novia Ileana Salas, quien le acompañaba y fue liberada en la carretera. Tras la captura se instauró un amplio operativo en el cual participaron militares y policías de diversas corporaciones, por orden del gobierno federal.

La madrugada de ayer, las autoridades provinciales -Grupo de Coordinación Tamaulipas- informaron que en un operativo conjunto de las fuerzas federales y estatales, poco antes de la medianoche del domingo 29 de mayo, se rescató sano y salvo al futbolista.

Después el gobernador Egidio Torre Cantú ofreció un breve mensaje ante medios de comunicación, acompañado por el futbolista. “Lo más importante es que vean que Alan está con nosotros”, afirmó antes de ser interrumpido con preguntas hacia Pulido. “Estoy muy bien, gracias a Dios”, fue lo único que dijo el joven, parado a un lado del gobernador y con una venda que cubría la palma de su mano derecha.

Torre Cantú retomó la palabra para señalar: “Estamos precisamente ya desahogando las diligencias, los procedimientos. Más adelante les daremos a conocer los detalles. Lo más importante es que aquí está, está con nosotros y, bueno, eso es lo que queremos comunicarles”.  

Más tarde, el procurador local, Ismael Quintanilla Acosta, aseguró que Pulido, mientras estaba cautivo, logró hacer una llamada telefónica, enviar su ubicación y pedir auxilio. “Después de la medianoche de anoche (sábado) se recibió una llamada al teléfono 066 que provenía precisamente del futbolista Alan Pulido, quien en un descuido de los captores pudo hacer una llamada y pedir auxilio, dando la ubicación donde se encontraba”.   

Después de la presunta liberación del jugador, se multiplican preguntas y cuestionamientos en torno al caso. Circulan dudas frente a detalles como la supuesta llamada telefónica que -según las autoridades- sirvió para liberarlo. Es que, generalmente, en casos de secuestro, los captores retienen teléfonos de inmediato o actúan con violencia al descubrir un intento de pedido de auxilio. ‘Del increíble secuestro a la increíble liberación del futbolista Alan Pulido’, tituló ayer el portal noticioso independiente Rompeviento.tv.    

En redes sociales, ciudadanos critican al Gobierno y a las fuerzas de seguridad por no actuar con la misma efectividad cuando los secuestrados no son personas públicas o adineradas. Por ejemplo, en Twitter, desde la cuenta @anaitat2011 se comentó: “A #Los43 de Ayotzinapa los buscaron a los 12 días de desaparecidos #NoSePudo. A Pulido, a las 24 hrs #SiSePudo”.

Más contradictoria resulta la veloz resolución del caso en uno de los estados más golpeados por la violencia ligada al narcotráfico, tierra con fuerte presencia del cartel Los Zetas, donde se estima que son cerca de 26 mil las personas desaparecidas de manera similar durante los últimos 9 años, sin que las autoridades respondan como ahora lo hicieron. “Qué gusto que #AlanPulido fue rescatado. Ahora, ¿qué tal si el Gobierno mexicano se esfuerza igual por los demás?”, comentó el actor Roberto Cavazos desde su cuenta @yosoyrobcavazos.       

También circulan preguntas sobre el posible trasfondo político o utilización del caso con fines electorales, ya que Tamaulipas elegirá a su nuevo gobernador el próximo domingo 5 de junio. Y en esa provincia, actualmente en manos del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), “la hegemonía priísta está amenazada por la irrupción de un candidato panista igualmente cuestionable, Francisco García Cabeza de Vaca”, advirtió Julio Hernández López, principal columnista político del diario La Jornada. Sorprendió la aplicación de toda la fuerza del Estado en este caso y Hernández López pregunta: “Aunque tenga un móvil ajeno a las circunstancias políticas, ¿qué impacto tendrá el secuestro del futbolista Pulido en el desenlace electoral del pesado Tamaulipas?”.   

El gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, ocupa el cargo al cual aspiraba su hermano Rodolfo Torre Cantú. Aunque las encuestas lo mostraban como cómodo ganador, fue asesinado seis días antes de los comicios, el 28 de junio de 2010, en una carretera de Ciudad Victoria. Él y cuatro colaboradores fueron ejecutados en un ataque que duró menos de un minuto. (I)