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El Telégrafo
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Nicolás y Magali se quedaron en Nepal y ahora ayudan a limpiar escombros (Galería)

En Thame no necesitan agua, porque están rodeados de regiones montañosas que están próximas a numerosos ríos.
En Thame no necesitan agua, porque están rodeados de regiones montañosas que están próximas a numerosos ríos.
17 de mayo de 2015 - 00:00 - Andrea Rodríguez Burbano

Cuando estaban a punto de finalizar un viaje de 28 días por el Parque Nacional de Sagarmatha, al este de Nepal, los sorprendió el primer terremoto que sacudió a este país, el pasado 25 de abril.

Ese día, el destino del ecuatoriano Nicolás Kingman, fotógrafo, y el de su esposa, la argentina Magali Kanterewicz, dio un giro. En lugar de regresar a Ecuador, como era previsible, permanecieron en Nepal y aprendieron a convivir con las réplicas que se registran casi a diario. Precisamente el pasado martes 12 de mayo, se registró un nuevo sismo de 7,3 grados en la escala de Richter que dejó alrededor de 65 muertos. Al quedarse en este país asiático, esta pareja no solo venció el miedo provocado por los movimientos telúricos, sino que se sometió a una de las más duras pruebas: dormir en carpas y soportar bajas temperaturas.

Su único interés es ayudar a otros a recuperar lo poco que les queda y han volcado todas sus energías para lograr este fin. En Nepal son cerca de las 08:00 y a esa hora, Nicolás contesta la llamada telefónica para conversar sobre su vida en ese país. En Ecuador son casi las 21:30 y la comunicación transcurre sin interrupciones. “Soy Nicolás Kingman” repite, mientras al otro lado de la línea, las preguntas dan paso al relato. “Los primeros días que precedieron al terremoto nadie quería dormir en los hoteles, por el miedo a las réplicas. Así que fue un caos conseguir carpas para dormir. Algunos se acumulaban en las carpas, todos apiñados, unos sobre otros”.

Él y su esposa, al igual que otros extranjeros, optaron por dormir afuera en potreros, como él los llama. Las difíciles condiciones de vida no los han desanimado. Después del último sismo, registrado este martes 12 de mayo, la situación volvió a complicarse. Nicolás advierte que la región de Khumbu, en el nordeste de Nepal, fue severamente afectada. “Hay un 80% de hogares destruidos”. Khumbu es una de las tres subregiones habitadas por sherpas en el Himalaya. El famoso monasterio budista de Tengboche se encuentra en Khumbu.

Las réplicas del sismo se registran a diario y con ellas vuelve la incertidumbre, pero la fortaleza de estos 2 viajeros no se quebranta.

Por ahora, Nicolás y Magali decidieron quedarse en Thame, una de las zonas más remotas y pobres de Nepal. Al momento, esta población recibe escaso apoyo del Gobierno nepalí y de otras organizaciones externas. En este lugar, esta pareja ha centrado todo su esfuerzo para ayudar a las familias que más lo necesitan. Su día empieza a las 06:30. Una hora después desayunan colada de avena o máchica, una bebida que les aporta energía.

Enseguida comienzan sus labores de limpieza de escombros en las casas donde necesitan su ayuda. “Cuando la casa se ha caído, lo más importante es encontrar lo que hay adentro, como las ollas y las cobijas”.

A Nicolás le llamó la atención que los dueños de estas casas sepan, con bastante precisión, dónde están ubicadas sus pertenencias, así que la búsqueda se facilita de alguna manera.

Para comunicarse con los pobladores de Thame hablan en inglés porque muchos de ellos son sherpas —pobladores de las regiones montañosas de Nepal— y están en permanente contacto con exploradores que hablan este idioma. Cuando nadie habla inglés, recurren a las señas y logran darse a entender. Las tareas de limpieza comienzan a partir de las 08:00 y solo finalizan alrededor de las17:30. En este tiempo, procuran hacer pausas para tomar té caliente con leche que la gente de la zona siempre les ofrece.

Sus actividades no son sencillas, demandan esfuerzo físico: limpian, mueven las piedras e intentan localizan las pertenencias de las familias cuyas casas quedaron prácticamente destruidas.

“Las viviendas fueron construidas en piedra, lo cual explica por qué hubo tanta destrucción”, comenta Nicolás.

A la hora del almuerzo hacen otro paréntesis para comer el Dal Bhat, un plato que consiste en arroz con lentejas. Según cuentan, los monjes lamas se han solidarizado con la gente. Los monjes provienen del monasterio Kopan, en Katmandú. Se trata de un grupo de 15 personas que se organizaron para donar alimentos y carpas. Este monasterio es reconocido por enseñar el budismo a los extranjeros occidentales que concurren al sitio.

Como Nicolás y su esposa siempre están prestos a ayudar, también participaron en la distribución de estas donaciones. Ambos se han acoplado a la forma de vida de los pobladores de Thame. “Lo más duro es dormir, porque hace mucho frío. Durante el día, la temperatura es de 15 °C y en la noche puede descender a 10 grados bajo cero”.

Al buscar información sobre Thame en Internet, es posible encontrar que este valle está situado en la región nepalí de Solu-Khumbu, en el valle por donde discurre el Bhote Kosi, es decir, el río del Tíbet. Es una región donde viven muchos sherpas, pobladores de las regiones montañosas de Nepal, en Los Himalaya. Muchos los consideran los héroes olvidados de la montaña.

Según Nicolás, los sherpas en Thame están dedicados al trabajo de ascensión a los picos de la región del Parque Nacional Sagarmatha. Son grandes escaladores y muchos de ellos organizan la ascensión al Everest y a otras montañas. También hay otros que se dedican a llevar la carga de las expediciones, una tarea que demanda mucho esfuerzo físico. En el Parque Nacional de Sagarmatha, hay un circuito para practicar trekking, un deporte que atrae a Nicolás y a su esposa. Cuando el terremoto los sorprendió el pasado 25 de abril, ellos estaban recorriendo este circuito que, según este joven ecuatoriano, tiene más de 300 kilómetros. Desde que conocieron a los pobladores de Thame, los admiran. “De los sherpas he aprendido su generosidad, su paciencia, perseverancia, bondad y valentía. Son seres increíbles que están atravesando por esta situación con la dignidad y altura de un pueblo sabio y milenario de los Himalayas”.

Para conseguir más ayuda para ellos y muchas otras personas que habitan en esta región, Nicolás y Magali crearon una página en Facebook denominada ‘Hombro a Hombro con Nepal’ +Together For Nepal, la cual se ha convertido en una suerte de bitácora. “En Thame, hay muchas dificultades, pero nos parece que toda la ayuda está enfocada a Katmandú y otras ciudades, que no está mal, pero hay otras zonas”. Por eso, a través de este sitio buscan canalizar fondos que irán destinados a cubrir necesidades emergentes. Nicolás y su esposa planean regresan a Ecuador a mediados de agosto, pero aún no deciden si permanecer en Thame o si se trasladarán a otra zona. Lo único que saben con certeza es que su forma de ver la vida cambió. “Aceptamos las cosas tal como vienen. En casa, muchas veces, tenemos objetos inservibles y cuando estos desaparecen, vives sin problemas. Cuando viajas solo llevas la mochila. Aquí tienes lo básico: 2 plásticos, unas maderas, unas ollas y nada más”.

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