Virginia, en Estados Unidos, se convirtió, a principios de agosto, en el escenario de la Convención Internacional de la Barbie, que reunió a coleccionistas y fanáticos de esta muñeca.

La española Carla Núñez, una de las participantes de este encuentro, aseguró que su carrera dentro del coleccionismo comenzó cuando tenía menos de 15 años.

Con el transcurso del tiempo se convirtió en una especialista en tunear barbies. Las muñecas son ideadas por ella y tienen características diferentes al resto de figuras que están disponibles en el mercado. Según la revista estadounidense Vanity Fair, para la mayoría de los coleccionistas que se dieron cita en esta convención, Barbie no es simplemente un juguete, sino un “paseo por el mundo de la moda y un recorrido por la historia de las colecciones”. En definitiva, es un arte.

Quienes asisten a esta convención son muchas veces tuneadores de barbies. Adquieren una muñeca, borran su maquillaje original y las visten con diseños únicos.

En esta cita, el trabajo de los artistas especializados en el diseño de joyas para estas muñecas fue uno de los más destacados.

Según la revista digital Milenio, cada año se incrementa el número de jóvenes diseñadores que se especializan en crear bisutería para este juguete. “Invierto gran parte de mi tiempo en este mundo, porque me fascina”, comentó Rubén Sánchez, uno de los aficionados a estos juguetes. Para los fanáticos de la Barbie, esta no es únicamente una muñeca y mucho menos solo un juguete. Es considerada un ícono, bien instalado en el imaginario popular como un “simulacro de existencia perfecta”, precisa el blog semiotica-pucp.blogspot.

En realidad, “es un simulacro que no admite imposibles y que se asocia a las aspiraciones de ser o llegar a ser. Más allá de la función lúdica o recreativa, los juguetes pueden ingresar en la construcción de identidades con referencias y valores”.

La Barbie es, además, objeto de deseo y adquisición de varias generaciones, fetiche de coleccionistas y diseñadores y motivo de numerosos estudios. Su época de mayor éxito se dio en las últimas 2 décadas del siglo XX.

Para Mattel, la franquicia Barbie llegó a significar la tercera parte de sus entradas globales. De alguna manera, esta muñeca propone un estilo de vida con varios fundamentos: la existencia como juego; la imaginación de la realidad perfecta; la representación de los anhelos y su inserción en la realidad; la construcción de la apariencia como un proyecto de vida. Un documental de Discovery da a conocer que, además, de ser la muñeca más popular de la historia, es un juguete que revela actitudes relativas a lo sexual, imagen corporal, roles de género y creatividad.

Eduardo Ávila, coleccionista y especialista, afirma “en Barbie se han proyectado los deseos e ideas de las niñas que han jugado con ella por generaciones. Ha experimentado cambios, se ha transformado de manera simultánea al mundo y, además, ha sido pretexto para analizar inquietudes y problemáticas siempre presentes”.

Un estilo de muñeca

Los coleccionistas concuerdan con que Barbie marcó un estilo de muñeca en los últimos 40 años.

Ruth Handler fue la creadora de este juguete; murió a los 85 años. Su creación ha vendido más de mil millones de unidades en 150 países, sin contar las falsificaciones que se reparten en jugueterías y puestos callejeros en la mayoría de los rincones del planeta.

El sello Barbie produce una gran cantidad de accesorios: joyas, relojes, cajas registradoras, coches para niñas, juegos de PC, películas, cromos, accesorios de decoración, música y carteras, entre otros.

Hay países en América Latina, como Argentina que han recurrido a la imagen de la Barbie con fines comerciales. Argentina, de hecho, es un país pionero en emprendimientos comerciales relacionados con la emblemática muñeca de cintura esbelta. Por ejemplo, el hotel Hilton Buenos Aires acaba de reabrir una edición limitada de la habitación Barbie Room. Este cuarto temático, que fue inaugurado en 2004, convirtió a Buenos Aires en la primera ciudad del mundo en tener el dormitorio de Barbie.

Menos ‘bellas’, pero grandes rivales

Después de más de 50 años en las tiendas, Barbie también tiene fuertes competidores. Según un informe publicado en el diario The New York Times, esta muñeca ha perdido cuota de mercado con algunas de las marcas propias de Mattel, como Monster High, y se ha visto afectada por el crecimiento de Lego Friends, la línea de la compañía danesa orientada a niñas. Al mismo tiempo, también le ha afectado el éxito de la película de Disney Frozen. Las muñecasMonster High se han convertido en un fenómeno a escala mundial. Son las 7 chicas más deseadas del momento, alejadas del concepto de perfección absoluta y físicamente imposible, cada vez seducen a más y más niñas.

Las Monster High están inspiradas en la serie de dibujos animados con texto de Lisi Harrison e ilustraciones de Kellee Riley. Estas nuevas muñecas forman parte de una franquicia creada por Mattel en julio de 2010. La serie se basa en personajes irónicos y en películas de ciencia ficción y terror.

Las razones del éxito de estas muñecas se pueden seguir desde diferentes aristas. Por ejemplo, Jim Silver, experto en el tema, que trabaja para la revista TimeToPlayMag.com, explica que el éxito de estas muñecas radica en que “los niños crecen más rápido. Crecen con las computadoras, la música que escuchan es diferente y quieren juguetes más modernos.” “La muñeca Barbie hace 20 años era para niñas de entre 3 y 9 años mientras que ahora se redujo a los 6 años. Esta nueva línea de Monster High, va de los 6 a los 10 años, e incluso a partir de los 5 años”.

Si bien los gustos han cambiado, los seguidores de la Barbie consideran que ninguna muñeca podrá alcanzar su éxito. La prueba de que todavía es popular está en la serie de convenciones mundiales que se realizan para reunir a coleccionistas y diseñadores.