En Alemania lo llaman kondom o gummi; en Tailandia, thung-jaang-a-naa-mei que significa “bolsa de la salud”; en Brasil camisinha; y en Perú, poncho. Son diversos los nombres que recibe el condón, un artilugio que se usa desde hace 400 años y cuya invención se atribuye al doctor Condom, médico del rey Carlos II de Inglaterra.

A este método anticonceptivo le ha salido un potencial competidor. Su nombre es Truvada y es un medicamento desarrollado para el tratamiento del VIH, pero que se comprobó que también es efectivo como anticonceptivo. Por ahora, es un fármaco utilizado en Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica y está en proceso de ser aprobado en Francia.

Aunque el condón es todavía el método de anticoncepción por excelencia, el fármaco gana cada día más adeptos por una razón muy sencilla: hay personas a quienes les parece mejor tomar una pastilla que usar un preservativo porque aún existe la falsa percepción de que este método anticonceptivo disminuye el placer.

Aunque el condón tiene detractores, también tiene puntos a favor: es barato, fácil de fabricar y distribuir y, sobre todo, se puede encontrar en cualquier rincón del mundo. Su producción es de 15.000 millones de unidades al año y lo usan 750 millones de personas.

Competir con un producto con tanta acogida es difícil, pero la compañía Gilead Sciences, la mayor productora mundial de medicamentos contra el sida y la creadora de Truvada, considera que este fármaco podría restarle seguidores al preservativo. Esta droga, según el diario español El País, tiene alrededor del 99% de efectividad contra el sida y el 40% de los pacientes que lo toman son mujeres.

Truvada ha sido utilizado, además, para distintos fines, como tratamiento regular para infectados y como una píldora para un día antes y uno después de mantener relaciones sexuales consideradas de riesgo. Aunque este medicamento fue aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), varios especialistas consideran que solo es efectiva cuando se emplea en conjunto con otros métodos tradicionales de prevención como el condón.

Para contrarrestar estas afirmaciones, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, advierte que este medicamento no solo combate el virus en personas ya infectadas, sino que evita que la gente sana se contagie. Por eso, hay muchos que ya lo consideran el ‘nuevo condón’.

Para muchos científicos, Truvada constituye un importante avance, sobre todo, al comprobar que, después de más de 30 años de recomendar el uso de los preservativos para evitar el contagio, las cifras de infectados con el VIH han permanecido casi inamovibles, con 50 mil casos nuevos cada año.

Por otro lado, los críticos temen que los usuarios del fármaco se relajen en el terreno de la prevención y el uso del preservativo (con el consiguiente aumento de otras infecciones de transmisión sexual).

Aunque todavía no hay suficientes motivos para asegurar que el uso de este fármaco se multiplicará, el tratamiento con Truvada es considerado un nuevo camino para combatir el contagio. Pero una de las preocupaciones de las autoridades médicas es que la población en riesgo deje de usar los preservativos ante la existencia de Truvada, ya que este medicamento no protege contra otras enfermedades de transmisión sexual como la sífilis o la gonorrea.

Ante la polémica desatada por la droga, hay otras voces que insisten en la efectividad del condón. No son pocas las compañías y organizaciones que han intentado sustituirlo por otros artilugios. Una de ellas es la fundación dirigida por Bill Gates y su esposa.

Gates, fundador de la multinacional Microsoft, ha advertido en varias ocasiones que falta poco para crear un preservativo de última generación, ultrafino, que mejore el placer sexual y ayude a controlar el aumento de la población.

Alérgicos al látex

Muchos hombres evitan el uso del condón, porque son alérgicos al látex, el principal material de los condones. En muchas ocasiones, no es el látex el que provoca la alergia, sino el espermicida que lleva. El látex es el material más usado para la fabricación de los condones, porque los virus no pueden atravesarlo, pero además, es más barato.

Aunque el poliuretano es una opción para personas alérgicas al látex, Bill Gates está convencido de que uno de los materiales más prometedores para crear el condón del futuro es el grafeno, un componente fino y transparente formado por carbono puro, hasta 200 veces más resistente que el acero y con una dureza que se aproxima a la del diamante.

Si realmente se logra fabricar, se convertiría en un rival de peso para el condón actual, porque sus posibilidades de ruptura son nulas.

El Cap Galáctico solo cubre la ‘cabeza’

El año pasado, el estadounidense Charlie Powell presentó un nuevo preservativo que promete revolucionar la industria, ya que reduce la longitud de los condones de látex y cubre solo el glande. Su creador lo bautizó como Galactic Cap (tapa galáctica) y, de acuerdo con Powell, no afecta la sensibilidad del pene.

En lugar de una funda de látex que cubre toda la estructura del órgano, este nuevo preservativo cubre solamente el extremo. De esta forma, el semen es atrapado, y no afecta la sensibilidad. Aunque se trata de un invento ingenioso, el Cap Galáctico aún no ha sido aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), porque la ventaja de los condones tradicionales es que cubren la longitud del pene, ya que muchas enfermedades se transmiten, a través del contacto piel-piel, según lo advierte un artículo publicado en la revista española La Vanguardia.

Hace unos años, 2 diseñadores holandeses presentaron un doncón que se puede poner con una sola mano, presentado en la Feria Industrial de Hannover.

No es infalible

Durante varias décadas, se utilizó el preservativo como un medio para reducir el riesgo de contraer enfermedades sexuales. Sobre este aspecto, hay estudios que advierten que el uso del preservativo para prevenir la transmisión del sida falla en 10% de ocasiones, mientras que otros aseguran que este porcentaje llega al 30%. En ese caso, Truvada puede, según sus defensores, resultar más eficaz.

Si, por ejemplo, un grupo de riesgo como gais o drogodependientes que no estén infectados con el virus del sida, toman Truvada, con regularidad, las sustancias activas se expandirán por su organismo. Y si el virus entrara en su cuerpo, sería más difícil que infecte las células y se reproduzca en ellas. De este modo, el riesgo de contagio disminuiría.

La farmacéutica que creó esta droga explica que un 40% de los usuarios son mujeres, especialmente del sur de Estados Unidos.

Por ahora, los defensores del condón aseguran que se trata del único método anticonceptivo que proporciona doble protección: contra la transmisión de VIH y un embarazo no deseado.

Además, un estudio realizado por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos concluye que el condón reduce 10 mil veces la transferencia de fluido por lo cual disminuye el riesgo de la transmisión del VIH. (AR)

Críticos

En Estados Unidos, no todos los médicos están dispuestos a recetar Truvada.

Los más críticos con Truvada recuerdan que para que el fármaco sea eficaz es necesario que se tome a diario.

Muchos especialistas consideran que cualquier otra medida que se sume al preservativo como arma preventiva debería ser bienvenida.

Hay médicos que se resisten a prescribir Truvada en personas sanas, porque temen efectos secundarios, como mareos, náuseas y dolores de cabeza.

Por el momento, es un tratamiento aceptado por la mayoría de los seguros médicos privados en Estados Unidos.

Sus críticos cuestionan el precio. El tratamiento puede costar $ 9.500 al año.

Truvada

Contiene elementos activos que obstaculizan al virus a la hora de trasladar su sustancia genética. La farmacéutica que lo creó sigue realizando estudios.

Según la comunidad científica, ha pasado por un largo proceso de estudios científicos, cuyos resultados han certificado su eficacia.

Fue aprobado en Estados Unidos para el tratamiento de adultos y niños mayores de 12 años con VIH. Es promocionado por seguros privados.

Este medicamento, que tiene adeptos en Estados Unidos, viene en tabletas y se toma oralmente. La dosis para adultos es de una tableta al día.

El especialista

El precio del condón es asequible a la mayoría de personas

Cristian Espinosa Araujo

Ginecoobstetra

El preservativo es un método anticonceptivo de buena aceptación a escala mundial por razones, como su costo. De hecho, su precio es asequible a la mayoría de personas. La otra razón de su éxito está relacionada con sus altos índices de eficacia. En ese sentido hablamos entre un 85% y 90%. Los preservativos, cuando se utilizan de forma correcta y sistemática, constituyen uno de los principales métodos de protección contra la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Una ventaja adicional de los condones —y un motivo por el que muchas personas los utilizan a menudo— es la protección anticonceptiva. Además, hay que recalcar que los condones no tienen efectos secundarios.

Como medio de protección contra el VIH, este preservativo ha adquirido una enorme popularidad. Si existe una buena técnica de colocación, el condón es eficaz. Hay que evitar, a toda costa, reutilizarlo —como ha ocurrido en muchos casos—, porque de esta manera pierde su efectividad.

Aunque tiene muchas ventajas, hay que indicar que tampoco es 100% eficaz. Si hablamos de índices en el tema de la anticoncepción, el mejor método es la abstinencia, porque incluso la ligadura de trompas no llega a ser 100% eficaz; sabemos que tiene un índice de fracaso, aunque es extremadamente bajo.

Hay que explicar que Truvada es un fármaco que fue desarrollado para el VIH y que hoy se lo utiliza como un anticonceptivo, pero sus efectos a largo plazo todavía son objeto de estudio. Por el momento, ningún otro invento ha logrado sustituir al uso del condón como método barrera.

Por ahora, ningún otro preservativo ha sustituido al condón como anticonceptivo masculino. Para las mujeres hay un sinnúmero de métodos con diferentes índices de efectividad. A la cabeza de ellos, está la ligadura de trompas. Me parece que el uso del condón femenino todavía es limitado, al menos en la población ecuatoriana, porque no existe aún una campaña de promoción de este método.

El condón femenino es una funda de plástico que se usa durante las relaciones sexuales para prevenir embarazos y reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual. Tiene aros flexibles en cada extremo. Hay muchas mujeres que no suelen utilizarlo, porque su colocación es complicada. La mayoría de personas prefieren todavía fármacos anticonceptivos, el uso de parches y dispositivos intrauterinos. Todavía vivimos en una sociedad en la que el preservativo masculino es más conocido o difundido, pero el de mujer no. El material con el que se elabora el condón femenino es plástico sintético -poliuretano- y el del varón es de látex.