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Abuelos, guardianes de la memoria: lazos que sanan y fortalecen a las familias

Foto: Freepik
Cocinar, leer o jugar con los nietos se convierte en un puente para mantener vivas las tradiciones y sembrar recuerdos duraderos.
Un estudio revela que los abuelos que comparten con sus nietos tienen mejor salud emocional. Actividades sencillas como cocinar juntos, contar historias o rescatar juegos tradicionales refuerzan el vínculo intergeneracional.

En muchos países, los abuelos son vistos como “tesoros vivientes”, pero la vida acelerada amenaza con apagar sus relatos y enseñanzas. Recuperar ese espacio compartido no solo preserva la memoria cultural, también mejora la salud mental y fortalece la unión familiar.

Un reciente estudio de la Universidad de Michigan reveló que el 72 % de los abuelos que casi nunca ven a sus nietos experimentan sentimientos de aislamiento. En contraste, quienes comparten de manera frecuente con ellos disfrutan de un mayor bienestar emocional.

Estos hallazgos confirman que el vínculo intergeneracional va mucho más allá de una visita ocasional: es un canal de transmisión de valores, costumbres, memoria histórica y cultura familiar. Cada encuentro entre abuelos y nietos se convierte en una oportunidad para mantener vivas las raíces y fortalecer la identidad.

Además el Ciudad Comercial El Recreo comparte alternativas para mantener escenarios vivos que refuercen tradiciones y nutran la identidad de los más jóvenes con las raíces del pasado.

  1. Cocinar juntos recetas familiares: Un platillo típico puede convertirse en una clase de historia. Cocinar juntos transmite técnicas, costumbres y anécdotas de la infancia.
  2. Contar y registrar historias de vida: Una conversación sobre cómo era el barrio, la escuela o las fiestas de antes puede transformarse en un relato para documentar y conservar.
  3. Rescatar juegos tradicionales: Trompo, rayuela, cartas o el yoyo… actividades que estimulan la memoria y permiten compartir risas sin depender de pantallas.
  4. Taller de álbumes familiares o árboles genealógicos: Armar un collage con fotos antiguas y explicar quién es quién refuerza la identidad familiar y la pertenencia.
  5. Lectura compartida de cuentos y leyendas: Leer juntos relatos tradicionales fortalece el lenguaje, la imaginación y mantiene viva la herencia cultural.

Cada una de estas actividades no solo entretiene, sino que también permite reforzar la confianza, transmitir costumbres y construir recuerdos que perduran. El Recreo se convierte así en un punto de encuentro único, donde generaciones se abrazan en torno a experiencias que fortalecen la unión familiar y mantienen viva la esencia de compartir.

Expertos en psicología familiar coinciden en que estas experiencias fortalecen la confianza, transmiten costumbres y generan recuerdos que perduran a lo largo del tiempo. Además, constituyen un apoyo emocional fundamental tanto para los abuelos como para los nietos.

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