La selección inglesa cerró este domingo su fase de clasificación para el Mundial-2018 con un triunfo en Lituania (1-0) que permite a los hombres de Gareth Southgate acudir a Rusia como invictos en la llave F.

Al igual que ocurriese el pasado jueves en el triunfo de los 'Tres Leones' ante Eslovenia, el único tanto del partido fue obra del delantero del Tottenham Harry Kane, de nuevo capitán del combinado británico.

Desde el principio se vio que ninguno de los dos contendientes se jugaba nada en este partido, con Inglaterra ya clasificada y Lituania lejos de toda opción de repechaje.

Kane convirtió de penal desde los 11 metros con un disparo raso ajustado que llegó a tocar en la cepa del poste antes de besar la red lituana. Fue el duodécimo gol de Kane, de 24 años, en sus 23 apariciones con la selección. El delantero, que firmó 11 dianas con su club en el mes de septiembre, confirmó su gran estado de forma, con nueve goles en sus cinco últimos partidos entre club y selección.

Inglaterra acaba así con ocho victorias y dos empates en su llave, con 26 puntos, ocho más que la segunda clasificada, Eslovaquia. Además, Inglaterra amplió a 39 el número consecutivos de partidos de clasificación mundialista sin perder.

En su fase de clasificación para Brasil-2014, Inglaterra había cosechado seis victorias y cuatro empates, cifras mejoradas por la primera generación sin Wayne Rooney en las filas inglesas.

Kane, capitán y goleador 

La irrupción goleadora de Kane y el acoplamiento de los jugadores a Gareth Southgate salvaron una fase de clasificación marcada por el cambio de entrenador una vez se destapó un escándalo de corrupción en torno al exseleccionador Sam Allardyce.

Con dos empates en las seis primeras fechas, Inglaterra se escapó de sus rivales en las cuatro últimas, saldadas con otros tantos triunfos, los tres últimos por sólo un gol de ventaja.

La presencia de Inglaterra en Rusia suma una nueva selección campeona del Mundo al listado de clasificados, pero pone encima de la mesa la preocupación por la presencia de hooligans ingleses y su posible enfrentamiento con los rusos.

Recientemente proclamada campeona del mundo Sub-20, Inglaterra da una nueva alegría a una afición que ha vivido innumerables decepciones con su selección desde que esta se proclamase campeona del mundo en 1966, hace más de medio siglo.

La selección báltica, por su parte, concluye la llave en penúltimo puesto, con un triunfo en diez partidos y sólo por encima de la débil Malta. (I)