Jorge Luis Simbaña tiene 23 años y es abogado de los tribunales de la República por la Universidad Central del Ecuador; cursa una Maestría en derecho en la Universidad de Los Hemisferios a la vez que es estudiante de Economía en la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE. Becario de la Academia Liberal en Chile por la Fundación para el Progreso FPP. Estudiante en Yale University en Moral Fundations of Politics. Profesor y tutor del Programa de Formación Política PSC PIFP LA 6, Profesor invitado en la carrera de derecho en la Universidad Central del Ecuador.

Él es candidato a asambleísta alterno por el partido de Jaime Nebot.

¿Por qué te escogió el Partido Social Cristiano (PSC) para candidatizarse?

El Partido Social Cristiano (PSC) me ha tomado en cuenta, debido a los principios y valores propios del partido, que se han mantenido durante su historia política y que han tenido como eje central, privilegiar la capacidad, por encima de cualquier compadrazgo, hecho que en la mayoría de los partidos políticos del Ecuador no sucede. Eso explica que las clases políticas en el Ecuador, al final del día, se conformen en familias como los Bucaram y los Correa. Es por ello que, la cohesión ideología, así como, el regresar a ver siempre a sus jóvenes cuadros y a sus capacidades, es muestra inequívoca, de que el PSC, es y seguirá siendo un partido coherente y serio.

Vengo de una familia de clase media, he sido educado en el sistema público de educación superior y me he dedicado a aprender, estudiar, trabajar, nunca he sido cercano a ningún político, y aun en situaciones adversas creo que he podido salir adelante preparándome todo el tiempo.

¿Por qué le interesa la política?

Quiero destacar que siempre me ha interesado la política, tuve la suerte que en mi hogar siempre se conversó sobre el tema y eso colocó la semilla y el interés en ella, y se ha convertido en mi vocación junto con la de algún momento ser profesor universitario.

Luego de estudiar e investigar me encontré con una carta de John Adams (segundo presidente de Estados Unidos), a su hijo John Quincy Adams, quien luego se convertiría en el sexto presidente de Estados Unidos, cuando alguna vez quiso alejarse de la política, y le dijo: “Hijo mío, los asuntos, públicos siempre deben ser hechos por alguien”. Esta frase me marcaría desde el día que la leí, porque es una verdad innegable, y nos llama a pensar que si no participamos en política, solo dejaremos el campo abierto para que los corruptos, los mafiosos, y los moralmente más detestables, entre otros , ocupen aquellos cargos públicos, dejaremos el destino de nuestras vidas, de nuestra familia en manos inescrupulosas.

¿Qué es un partido político y cómo se distingue de una empresa electoral?

Un partido político es una herramienta para permitir la participación de la ciudadanía en el espacio público. También debería ser un espacio de pensamiento, difusión de ideas y de soluciones a los problemas de manera continua en el tiempo. Gran parte de los partidos políticos en Ecuador se han convertido en empresas electorales, que por sus propias características, aparecen nada cada cuatro años o en el mejor de los casos cada dos años, sin brindar realmente una opción a los ciudadanos, se aprovechan del espacio que se ha abierto políticamente para intercambiar favores, vender candidaturas y negociar puestos.

Por ello la necesidad imperante, de escoger y elegir a partidos políticos con bases ideológicas, que permitan encontrar una línea clara sobre el camino para conducir al país. Todo esto nos dice mucho de aquellos candidatos que compran partidos, como en el caso de Álvaro Noboa, y el correísmo, y muchos otros, que a cualquier costo pretenden entrar el juego electoral.

¿Qué propone en caso de llegar a representar a la población de Quito?

Quito es un centro urbano con gran cantidad de universidades y se ha convertido en una ciudad en la que conviven personas de todo el país. Mi propuesta y la del PSC-lista 6- y sus aliados, va encaminada a la educación: dar libertad a los estudiantes para elegir sus carreras y sus universidades, libertad para decidir sobre su propia vida y su futuro. Sin ningún tipo de limitación y peor aún, de sanciones como actualmente pasa con la SENESCYT, que limita las legítimas aspiraciones de vida de los jóvenes de todo el país.

¿Está de acuerdo con el examen de ingreso a las Universidades?

No estoy de acuerdo, porque en una realidad como la ecuatoriana, resulta extremadamente injusto con la mayoría de jóvenes en el Ecuador.

La realidad es que el sistema público de educación básica y media en el país es un desastre, con profesores sin conocimiento, sin condiciones dignas para los estudiantes y sin libertad en su educación. Existen brechas abismales entre los conocimientos de jóvenes de la ciudad y el campo, de un colegio privado a uno público.

Al tomar un examen de forma estandarizada a todos por igual, se beneficia a los que de una u otra forma han podido acceder a una mejor educación básica y media. Eso crea a futuro, brechas sociales cada vez más grandes y destruye las aspiraciones legítimas de todos quienes quieren estudiar.

Es irracional, que actualmente tengamos una institución que tenga potestades sancionadoras con los estudiantes, a quienes en muchísimos casos se les prohíbe estudiar por dos periodos, eso significa dejar de estudiar un año. Esto es gravísimo desde cualquier punto de vista y destruye sueños. La educación debe ser libre.

¿Qué le parece que las carreras se alarguen un año más para nivelar a los estudiantes?

Las nivelaciones se han convertido en una estructura de corrupción, pues en muchas universidades públicas los mismos profesores de nivelación, crean cursos para “ayudar a pasar nivelación”. Además, muchos de estos cursos de nivelación ni siquiera están enfocados en la carrera a la que aspiran. Por ejemplo, resultaría lógico que la nivelación de un estudiante de Derecho estuviera enfocada en las ciencias sociales y humanas, no en clases de baile o manualidades, tal como actualmente sucede.

Conocemos que se formó en una universidad pública ¿Cómo ha sido su experiencia en ella? ¿Qué se puede mejorar? ¿Cómo cambiar las políticas del Estado?

Mi experiencia de alguna manera tuvo dos caras de una misma moneda: logré identificarme con los problemas de mis compañeros y sus realidades, aprendí a ser empático, a luchar por un trato digno y justo. Pero también había profesores que poco o nada les interesaba dar clases, profesores que acosaban a mis compañeras, que bajo una mala concepción de “libertad de cátedra” hacían y deshacían.

Se pueden, hacer muchísimas cosas para mejorar la educación, por ejemplo, dotar de herramientas fuera de la institución para que los estudiantes reclamen. Es ilógico que las propias universidades en muchos de los casos terminen sean alcahuetes de aquellos malos elementos.

¿Qué aporta un joven dispuesto a servir al mundo político?

Mi principal aporte es representar a los jóvenes y a sus preocupaciones más urgentes como la educación y el empleo, que se ha convertido en un dolor de cabeza no solo para los jóvenes sino también para sus familias. Se necesitan jóvenes políticos que representen a esta población.

¿Cómo se beneficia un joven profesional del mundo político?

Mi mayor beneficio siempre va a ser la satisfacción al saber que pude cambiar para bien la realidad de una persona. Creo que se debe aprender de la buena política, de la política de frente, de la política que puede ejercer un hombre virtuoso, todo esto para representar de la mejor forma a la gente, no para mi beneficio personal, sino para el beneficio del país.