A pocos días del inicio del año lectivo escolar para los aproximadamente tres millones de estudiantes del régimen Sierra y Amazonía, comenzó el peregrinar de cientos de padres de familia en la búsqueda de “ofertas”. Y es que la mayoría de educandos estrenan uniformes, zapatos, mochilas, libros y cuadernos.  Los costos de los productos varían dependiendo del lugar y los implementos que las instituciones educativas solicitan.

En el caso de Quito, los progenitores  recorren el centro de la ciudad en donde hay gran cantidad de almacenes, para proveerse a tiempo de lo necesario para el estudio de sus hijos. Carolina  Pesantes, madre de familia, contó que los uniformes para cultura física  están caros, cuestan 40 dólares, “el problema es que tenemos más hijos en edad escolar y no alcanza”. Agregó que tienen inconvenientes en algunas tiendas, porque no hay todas las tallas. Las faldas para estudiantes de colegio también dependen de la calidad, los precios oscilan entre 15 y 20 dólares.

Jhanet Pineda, encargada del almacén “Uniformes Helen”,  dijo que confeccionan prendas para diferentes planteles con tres meses de anticipación, “en estos días las ventas incrementan en  un 50%,  hacemos para cada establecimiento  más de cien uniformes”. Dijo que  en los valores se percibe una leve alza, “porque la materia prima también subió, pero hay gran variedad para ofrecer a los clientes”.

Paralelamente, supervisores de la Dirección Provincial de Educación  realizan un monitoreo  en las diferentes establecimientos estudiantiles para controlar que cumplan la prohibición de  venta de uniformes.

Roberto Pazmiño, coordinador general de Administración Escolar del Ministerio de Educación, manifestó que se trabaja en la confección de kits de uniformes escolares para las áreas rurales. Así, para los centros educativos bilingües se respeta la interculturalidad y se entregó un monto de 22 dólares por alumno para que se confeccionen sus uniformes de acuerdo a la cultura que pertenecen. En el área rural entregarán los uniformes  los primeros días de clase.

Respecto a los útiles escolares, estos no sufren mayor variación en sus costos.  En las librerías de la ciudad de Quito se observa el expendio de cuadernos, lápices y demás artículos. Dueños de estos negocios hacen el pedido de mercadería  a fábricas de Guayaquil para  ofrecer variedad a los clientes.    Igual situación se da en la venta de mochilas y loncheras para los niños  de los primeros años de educación básica.

Norma Carrillo, propietaria de la Librería Benalcázar, indicó que los padres de familia buscan lo más económico, por lo que  se hace combos de cuadernos que por lo general piden en todos los niveles.

Afirma que el incremento en materiales escolares no es notorio, “pero sí se evidencia que hay una leve alza  en los materiales que se adicionan.

Las listas de útiles más costosas son para los niños de educación inicial, que oscila entre los 50 y 60 dólares.

Mientras que para un niño de educación básica o un estudiante de bachillerato bordea los 40 dólares.

Los planteles educativos no  podrán exigir el pago de estos materiales;  la exigencia de esos rubros debe ser informada a la Dirección Provincial de cada una de las jurisdicciones, indicó Pazmino.

Sin embargo, para evitar incrementos en los precios, el Servicio de Rentas Internas realiza operativos desde el  20 de agosto en las  provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago. Aparte de las inspecciones se ha emprendido una campaña de información sobre facturación.