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La cultura es el espacio necesario para la transformación social
La cultura no se queda al margen de las expresiones estéticas. Ha sido y es un espacio de posibilidades para la transformación social y la reflexión crítica sobre las condiciones sociales con las que se edifica una nación. A pesar de su histórica y sistemática exclusión, especialmente de las agendas de los Estados que gobernaron el país desde la segunda mitad del siglo XX, no ha dejado de cuestionar las (perversas) formas tradicionales de hacer política.
El reto del actual gobierno está en profundizar las diferentes iniciativas que ha iniciado y recuperado en este campo, entre ellas, concluir y potenciar la Universidad de las Artes, que produzca conocimiento desde una perspectiva sur-sur, pues en el país, la reproducción de la ideología oligárquica y los valores coloniales lograron imponerse a través de los sistemas de educación formales e informales. También, a través de la Universidad, se garantiza la profesionalización de los artistas ,ecuatorianos.
Por otra parte, se deben destinar mayores recursos e incentivos económicos para la libre creación artística, así como la generación de mecanismos de seguimiento y evaluación de la política cultural como un ejercicio de veeduría social y rendición de cuentas; establecer más espacios públicos para la recreación y disfrute de los bienes y servicios culturales; involucrar con mayor fuerza en sus planes y programas a la comunidad y, sobre todo, fortalecer ese Estado plurinacional e intercultural que no atomiza a las diversidades, sino que las pone a dialogar en la vida diaria.
Frente a las visiones liberales que concibieron únicamente al Estado como un instrumento para el crecimiento económico y el bienestar individual, hoy se pretende superar ese paradigma mediante el Buen Vivir, en el cual se establece el respeto a la naturaleza con el mutuo reconocimiento entre las distintas culturas que configuran la nación ecuatoriana. La necesidad de ubicar a la cultura como un eje estratégico e impostergable en este nuevo esquema de vida, se da por la capacidad que tiene para cuestionar y tensionar las viejas estructuras de poder.