Ecuador, 04 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Editorial

Cortázar: el lector como cómplice

Cortázar: el lector como cómplice
25 de agosto de 2014 - 00:00

“Mi nacimiento fue un producto del turismo y la diplomacia”, solía decir Julio Cortázar, quien llegó al mundo en la embajada argentina de Bruselas. De ese hecho fortuito han pasado ya 100 años. De todas formas, Cortázar siempre se sintió argentino y, por sobre todas las cosas, latinoamericano. Su faceta de literato (parte del denominado boom aunque lejos del costumbrismo y realismo mágico que caracterizaron al movimiento) es más conocida que sus ideales políticos, pero lo cierto es que el ‘Gran Cronopio’ no estuvo exento de la corriente que dominó su época: fue un defensor de la Revolución Cubana y pasó gran parte de sus últimos años en Nicaragua, siguiendo de cerca el proceso sandinista, al que incluso donó una parte de sus derechos de autor. Como escritor, defendía con la misma pasión su idea de darle una vuelta de tuerca a la palabra y sostener una relación lúdica con el lector. Buscaba lectores activos, que se involucrasen en el relato. En Rayuela, su obra esencial y un clásico de la novela contemporánea en español, el argentino inventa un rompecabezas con piezas escondidas entre líneas, y crea una historia que solo puede ser decodificada con  la complicidad de un par de ojos voraces y atentos. Tardó varios años en escribirla y la terminó en un estado casi maníaco. “El final de Rayuela lo escribí en 48 horas, realmente en un estado… de alucinación”, confesó años después. En su primera novela, Los premios, se burló ya del lector cómodo, pasivo. En Rayuela, en cambio, utilizó un término que genera polémicas hasta hoy, el “lector hembra”, por el que tuvo que pedir disculpas públicas más de una vez. Más allá de las expresiones, Cortázar creó un universo lúdico e infinito, en el que cabían todas sus pasiones: la filosofía, el jazz, el amor, la vida en la gran metrópoli, lo absurdo y lo fantástico.  El martes, cuando se cumple exactamente un centenario de su nacimiento, el ‘Cronopio Mayor’ (como lo llama su séquito de admiradores) será festejado en todos los rincones del planeta, desde Nueva Delhi hasta Barcelona. Las salas de cine se verán inundadas por documentales que retratan su cotidianidad y las editoriales presentan versiones especiales, corregidas y aumentadas, de sus principales obras. Por su parte, las calles de Buenos Aires y París —las orillas de acá y allá— serán invadidas por las rayuelas de la artista plástica Marta Minujín.

 

 

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media