“Nunca pensamos que el mar iba a llegar hasta acá”. Loly Moreira, de 55 años, se muestra sorprendida aún por lo sucedido al borde de su casa, ubicada en el sector Los Arenales, en Crucita (Portoviejo).

El oleaje de las últimas horas, combinado con el aguaje que empezó el miércoles, socavó alrededor de 10 metros del malecón y dejó la vivienda de Moreira al borde de derrumbarse. Ella tiene todo listo para salir del lugar, solo espera que le indiquen a qué albergue acudir.

Por lo pronto envió a su madre, una adulta mayor con discapacidad, a la casa de un familiar que vive en otra zona. Los últimos aguajes y oleajes han puesto en riesgo su vivienda, de construcción mixta, en la cual habita hace 33 años. “Aquí  al frente había dos carriles para los carros y ahora ya no puede circular ni uno. Solo pasan las bicicletas y motos por lo angosto que ha quedado el tramo”, comentó.

José Chávez, quien trabaja en la playa descargando pescado, dijo que  le preocupa lo que pasa en Los Arenales. “Antes no había sucedido un evento así”.  

De su parte, el pescador Segundo Delgado comentó que con estos eventos de la naturaleza se ponen en riesgo también las lanchas, porque chocan con las piedras.  “Por eso requerimos un muelle artesanal”, indicó.

También hubo problemas en Los Ranchos, donde dos familias fueron evacuadas por la proximidad del mar a sus viviendas. Autoridades analizan la posibilidad de evacuar a más moradores.

El pescador Javier Calderón, habitante de Los Ranchos, siente temor por el socavamiento de la tierra en las cercanías de las casas.

Mariana de Salas indicó que su morada está por colapsar y además “la fuerza del mar ha puesto en riesgo los postes de energía eléctrica de la zona”.  

Además de Crucita, la fuerza de las olas causó daños en otros balnearios como El Murciélago, Manta, y Puerto Cayo. En estas dos últimas localidades, las explanadas de arena quedaron convertidas en lagunas, debido a que el mar ganó terreno.

También hubo daños en San Jacinto, San Alejo y San Clemente de Charapotó, en Sucre. El Municipio local decretó en estado de emergencia a estos balnearios. Los trabajos por realizar, entre arreglos de malecón y colocación piedra escollera, tendría un costo de $ 60.000, aproximadamente.

Orfa Cabezas, coordinadora Zonal 4 de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), destacó los trabajos realizados en Sucre para evitar mayores daños en las playas.
Pese al socavamiento de los terrenos, la funcionaria enfatizó que no han habido mayores daños en la provincia.

Cabezas se reunió con Manuel Gilces, alcalde de Sucre, para analizar la situación de las zonas afectadas y planificar las acciones por tomar. La prioridad de la SGR en Manabí, resaltó su principal, es precautelar  la seguridad de las familias que viven a orillas del mar.

En diversos puntos de la Costa ecuatoriana, como en el caso de Los Arenales, los oleajes causaron el socavamiento de terrenos cercanos a la playa. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo

Cuatro casas debilitadas

Una de las playas más visitadas de la provincia de El Oro nuevamente fue golpeada por el fuerte oleaje que afecta a la Costa ecuatoriana. Este es el panorama que viven los comuneros de Jambelí, que por segunda vez en el año soportan olas de hasta 2,5 metros de altura.

Las zonas más afectadas son el norte y sur de la playa. Allí las familias ya han retrocedido sus casas, construidas con caña y madera, con el fin de protegerse del embate del agua.

Sin embargo, ya han retrocedido demasiado durante varios aguajes. “Ya no podemos ir más atrás, porque nos topamos con el manglar”, dijo María Jaramillo, una de las perjudicadas.

Geomer García, quien en su vivienda tiene un museo marino, también resultó afectado por el impacto de las olas.

Además, 4 casas quedaron debilitadas en sus bases, con el peligro de que en los próximos aguajes se desplomen. “En la zona sur de la playa estamos en peligro de que los postes de luz se caigan”, manifestó una de las perjudicadas.

Julio Manzo, operador turístico en la comuna, indicó que la inversión de más de $ 20.000 corre riesgo por los oleajes. En Bajo Alto también se reportaron fuertes olas, sin embargo no hubo viviendas destrozadas. (I)

DATOS

En el malecón de Piedra Larga, en Manta, personal del Municipio hará trabajos para compactar la piedra escollera del lugar.

Durante el feriado de carnaval, el GAD colocó una cinta de precaución en la zona afectada. Los trabajos previos incluyeron el rompimiento del pavimento para evitar que las personas se acerquen al mar.

En El Murciélago causó daños en una torre salvavidas. Además afectó un nido de tortugas que había sido reubicado.

En el sector del astillero, en Tarqui, varios barcos resultaron dañados, porque el mar ablandó la arena que servía de base.

Dos familias en Los Ranchos, Portoviejo, fueron evacuadas por la cercanía del mar a sus viviendas. En ciertos puntos, como en Crucita, el mar socavó entre 5 y 10 metros de terreno. (I)

El mar prácticamente llegó a las casas en Jambelí. Varias veredas fueron dañadas por la fuerza de las olas. Foto: Fabricio Cruz / El Telégrafo