Martha Lorena, quien preside la Asociación Un solo Corazón GLBTI, afirma que la homofobia no se terminará nunca en Ecuador. Su afirmación la sustenta en su experiencia de vida.

“Dentro de los colegios, los niños discriminan y muchas veces porque el maestro es el primero en burlarse del menor. Esto viene desde las familias”, afirmó la activista.

“Soy docente y veo cómo se hace bullying a los niños. Trato de hablarles cuando doy clases, pero me mantengo un poco alejada porque no quiero que afecte mi entorno laboral”.

Si bien es cierto Ecuador avanzó con respecto a los derechos para las personas GLBTI, esto es porque las asociaciones están activas.

Sin embargo, Diane Rodríguez, presidenta de la Federación Ecuatoriana de organizaciones GLBTI, considera que por ahora los avances están estancados.

Rodríguez afirma que si se comparan los logros con Perú, Venezuela, Honduras y otros del Cono Sur, Ecuador sí está adelante. “Deberíamos seguir avanzando”.

La titular de la federación detalla que una de las formas de aumentar los derechos es que en las leyes vigentes se los incluya.

Afirma que aspiran a que en el Código Orgánico de Salud, que se tramita en la Asamblea Nacional, se incorpore la prohibición de los centros de deshomosexualización, que tanto daño han hecho”.

Sin embargo, recalca que grupos conservadores de la sociedad quieren que se mantengan, lo que vulneraría los derechos de la comunidad GLBTI.

Campaña de concienciación
La transexual Tanisha Feikers, coordinadora del Observatorio para la Inclusión e Igualdad de Género, asegura que no es suficiente que un día al año se conciencie a la población sobre los derechos de los GLBTI.

Por esa razón, desde esta semana presentará la campaña de visibilidad y reivindicación de los derechos de este grupo, la cual consistirá en el uso de espacios públicos y la inclusión en las plazas de trabajo.

“Una de las propuestas que presentamos al Ministerio de Trabajo es reformar el Código Laboral con la que exigimos que el 1% de la nómina en las empresas públicas y privadas incluya a trans, gáis y lesbianas”.

Ella reconoce que en la actualidad hay más aceptación para el colectivo, pero aún persiste la homofobia.

Con esa puntualización coincide Martha, quien señala que en la asociación que dirige tienen varios casos de despidos por la preferencia sexual.

Uno de ellos fue Jackson Casquete, de 23 años, quien sufrió en 2011 la homofobia de guardias del Malecón 2000. Recuerda que cuando paseaba tomado de la mano con su pareja fue sacado a la fuerza por la seguridad del lugar. “Me asusté y salí de aquel espacio sorprendido. Recién me había identificado abiertamente como GLBTI y no sabía a qué me enfrentaba”.

Este hecho marcó la vida del joven. Relata que desde que terminó sus estudios no encuentra trabajo. “Para un GLBTI es difícil ser contratado en una empresa, porque para ellos somos una plaga”.

Por estas razones, que vulneran los derechos de quienes se identifican con una preferencia sexual distinta a la habitual, Rodríguez trabaja en una ley que cobije a los integrantes de la comunidad.

“En la actualidad hay puntos aislados en ciertas normas, pero no contamos con una ley integral. Esperamos que haya apoyo”. (I)

Agresiones
Testimonio  
A la transexual Xiomara Torres, de 32 años, quien es presidenta de la Fundación plan Diversidad de Durán, desde el colegio   sus compañeros se le burlaban. “Me decían maricón”. Hace  tres años  tuvo que defender sus derechos ante el Municipio.

65 por ciento de la población fue rechazado en su  familia, según un muestreo a la población GLBTI.

Veedores de los derechos
El 28 de marzo de este año el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social acreditó al Observatorio para la Inclusión e Igualdad de Género del Ecuador (Ocige). Ellos elaborarán un censo del grupo. (I)

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Defensorías suscriben acta contra la discriminación

Las defensorías del Pueblo de Iberoamérica denunciaron la violencia y discriminación hacia la comunidad LGBTI (lesbianas, gay, bisexuales, transgéneros e intersexuales).

“La violencia y discriminación ejercida contra las personas LGBTI constituyen una grave violación a los derechos humanos que requiere reconocimiento expreso y atención específica e inmediata, con especial atención a la niñez y la adolescencia, según su diversidad sexual considerando su proceso de desarrollo”, indicaron las defensorías en una declaración en Tegucigalpa.

El documento, publicado por el estatal Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, señala que es necesario “evidenciar la discriminación estructural que opera en nuestras sociedades, naturalizando y aceptando conductas de violencia y exclusión hacia diversas poblaciones vulnerabilizadas”.

Enfatizan que esas prácticas “impactan directamente en el ejercicio de los derechos humanos de los colectivos que conforman la población LGBTI”.

La declaración fue firmada por las defensorías de Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, País Vasco, Santa Fe y Buenos Aires de Argentina, México, Panamá, Puerto Rico y Uruguay. (I)