“No hay a quién pedir información, nosotros mismos tenemos que buscar el contenedor, no hay señales, debemos esperar hasta cuando ellos tengan voluntad de atendernos. A veces toca darles dinero”, relató ayer Manolo Muñoz, transportista pesado del Litoral, al denunciar los problemas que el gremio enfrenta al operar en los puertos de Guayaquil.

A la falta de agilidad en los servicios de embarque y desembarque, se suman la saturación y falta de espacios para las unidades de transporte pesado.

Por esta razón, el Comité Interinstitucional para el Desarrollo del Transporte Pesado en el Litoral, que agrupa a 10.000 unidades de transporte de 10 gremios del país, solicitó una reunión con las autoridades del Gobierno para encontrar una solución a los problemas del sector.

Diana Fernández, directora del comité, indicó que el gremio pide un control exhaustivo y una fiscalización por medio de la Subsecretaría de Puertos y Transporte Marítimo y Fluvial a los puertos.

“Necesitamos que no sigan perdiéndose más vidas humanas por la falta de seguridad e infraestructura en los puertos. Verificamos que los patios no brindan los servicios adecuados para nuestro trabajo”, añadió.

Los representantes del sector indicaron que para retirar un contenedor se pierde de seis a ocho horas. Esto afecta a su economía porque ganan por viaje. De 500 a 800 unidades circulan a diario solo en los patios del Puerto Inarpi S.A.

En una reunión con el alcalde Jaime Nebot, se le solicitó a la Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil (ATM) que haga un control en los patios, pero no han recibido ningún tipo de informe.

Roland Díaz, asesor técnico del comité, señaló  que existe una ordenanza municipal que regula los patios de los puertos. Según esta, el Municipio  podría intervenir, sin embargo, no lo ha hecho, dijo Díaz.  

Los transportistas recordaron que hace una semana, en la Terminal Portuaria de Guayaquil se registró un accidente, en el que falleció un conductor al momento de bajarse a tomar un tiquet. (I)