Santiago León, titular del Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro), expone algunos de los lineamientos fundamentales previstos para su gestión este año.  
En la actual coyuntura, ¿cuáles son sus prioridades de trabajo?

Sin duda, la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo en Manabí y Esmeraldas. No se trata solo de cubrir las necesidades básicas de la población, como alojamiento y alimentación. Esto ya se ha logrado.

En este momento, y a largo plazo, lo más importante es que la población tenga medios de subsistencia y oportunidades para generar ingresos. En el Mipro tenemos un equipo destinado exclusivamente a aquellas zonas. Allí estamos trabajando con los comerciantes, canalizando créditos productivos a través de BanEcuador y desplegando otras iniciativas. Entre estas, por ejemplo, se encuentra la ‘Ruta Artesanal’, una iniciativa cuya tercera parada se realizará mañana en Quito y que permite a los pequeños productores entrar en contacto directo con los consumidores urbanos. También hemos ejecutado varias ruedas de negocios que posibilitan a los productores exponer sus bienes ante las grandes cadenas de supermercados y tiendas del país.

En el ámbito de acción del Ministerio, ¿qué más se plantea?

Queremos poner mucha fuerza a la agenda de industrialización. Ecuador es un país repleto de oportunidades por sus ventajas comparativas y competitivas. Además de nuestra ubicación geográfica y clima extraordinarios, hemos logrado desarrollar una infraestructura de conectividad que acerca a los centros de producción y permite movilizar sus bienes de manera más rápida y eficiente. En conjunto con el sector privado, estamos trabajando para producir más y mejor para el país y para el mundo. Nuestro objetivo es generar mayor valor agregado. Debemos dar este gran salto para tener productos que no sean commodities y cuyo precio pueda establecer el mismo productor.

A corto plazo, ¿en cuáles sectores económicos podrían concentrarse los esfuerzos de industrialización?

La agroindustria tiene un enorme potencial. En muchos casos, tenemos las mejores materias primas a nivel mundial. También existe potencialidad en el sector servicios (...) Por ejemplo, Loja y Cuenca tienen iniciativas de emprendimiento en software. Los servicios permiten generar valor agregado en la agroindustria. Con toda la inversión efectuada en talento humano, existen muchos profesionales que pueden ofrecer servicios de ciencia y tecnología aplicada a lo que ya producimos. En el sector camaronero, por ejemplo, la investigación ha permitido ampliar la producción en la misma cantidad de hectáreas.

¿Cómo se articulan sus propuestas con los desafíos de un acuerdo comercial con la Unión Europea?

Se abrirán oportunidades para exportar productos con mayor valor agregado. Hoy los productos primarios representan casi el 68% de las exportaciones hacia la UE. Esto es así porque, cuando quiere exportar un jugo de naranja, el productor enfrenta aranceles y restricciones técnicas que le inducen a seguir exportando solo naranjas. El acuerdo con la UE se junta perfectamente con la industrialización. Sin descuidar la producción para los mercados doméstico y regional, el acuerdo facilitará el salto a la generación de valor agregado y servirá para aprovechar nichos de mercado que pagan mejor y aprovechan más los elementos diferenciadores que el país tiene. (I)