La tienda departamental Casa Tosi, una de las más antiguas del país con alrededor de 90 años de existencia, cerró  sus puertas para siempre. “Era un negocio inviable”, dijo ayer el superintendente de Bancos y Seguros, Pedro Solines, al anunciar oficialmente la decisión de dar por terminadas sus operaciones, lo que -insistió- se produjo por la mala administración de la empresa, previo a su intervención en 2013.

El 98% del paquete accionario de la casa comercial pertenecía al Banco Territorial, en liquidación forzosa  desde hace un año por falta de liquidez.

Hasta ahora la administración de Casa Tosi estuvo en manos del liquidador de dicha institución financiera, con el objetivo de que, con las ganancias generadas por las ventas, se pague a los depositantes del banco, sin embargo, los indicadores económicos eran  insostenibles.

Según informó Solines, las ventas descendieron abruptamente desde 2008 hasta el 2013, al pasar de $31 millones a apenas $ 8 millones.

Adicionalmente, se hallaron pasivos ocultos en el banco por alrededor de $ 12 millones de créditos hacia Casa Tosi. El funcionario recordó que la tienda sobrevivía de estos flujos. “El banco tenía supuestas ventas a través de las tarjetas, pero esto iba deteriorando la cartera, lo que llevó, a la postre, al cierre del Banco Territorial”, expresó  Solines, quien catalogó de “perniciosa y trágica” la relación entre ambas entidades.

DATOS

El superintendente de Bancos y Seguros, Pedro Solines,  aclaró el 5 de abril de 2013 que el Estado no incautó Casa Tosi, sino que la Junta Bancaria (JB), el 26 de marzo de ese año, fecha en que se declaró fallida la etapa de transferencia de activos y pasivos a otra institución financiera, determinó que el liquidador que se nombró para el Banco Territorial tome a su cargo la administración de los bienes y acciones del almacén.

La decisión fue tomada en base a un artículo en la resolución de liquidación forzosa que establece que en caso de detectarse vinculación se decretará no la incautación, sino la toma  de las acciones y bienes del sector real de la economíaNo precisó a cuánto ascienden las deudas totales de la empresa y la cartera vencida, pero comentó que el cierre busca precautelar la seguridad de empleados, proveedores e incluso de entidades como el Servicio de Rentas Internas y el Instituto de Seguridad Social.  

Ayer por la mañana un grupo de empleados se congregó en los exteriores de la matriz, ubicada en las calles Pedro Carbo y Aguirre, en el centro de Guayaquil, para reclamar el pago de sus haberes y liquidaciones, entre ellos el decimotercer sueldo de 2013. "Aquí tenemos nosotros varias décadas trabajando y no es posible que nadie se responsabilice de nuestra liquidación", dijo una de las afectadas.

Luego, en el auditorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN) se efectuó una reunión con funcionarios del Ministerio de Relaciones Laborales para acordar el pago de los sueldos de los 250 trabajadores, lo que se espera ocurra hoy. Para cubrir estas obligaciones se han destinado alrededor de $ 2 millones y las liquidaciones serían canceladas en 15 días.

Aun cuando la situación de la casa comercial y su vinculación con el banco en liquidación era conocida, su cierre tomó por sorpresa a clientes y transeúntes, sobre todo porque la atención había sido normal hasta el lunes.

Temprano, en el centro comercial Iñaquito, ubicado en el norte de la capital, clientes llegaron hasta las puertas del almacén, pero se encontraron con las puertas cerradas y las luces apagadas. Nadie ofreció información.

El administrador del CCI, Ramiro Jervis, se limitó a comentar que temprano recibió una llamada del administrador de la cadena de almacenes para indicarle la novedad, pero que no conocía nada más al respecto.  No obstante, comentó el deterioro sufrido por la tienda, principalmente en el stock de mercadería. "Simplemente no abrieron", dijo Johanna Zambrano, dependienta de un local de venta de obleas junto al almacén.

María Fernanda Mellizos, colombiana que vive desde hace 12 años en Quito, dijo que allí vendían unos ‘shorts chéveres’ por lo que lamentó el cierre del establecimiento.

Se supo extraoficialmente sobre una reunión  prevista por ejecutivos de Casa Tosi  en el hotel Plaza Crown en Quito, cerca del CCI.

Francesco Zunino Anda, principal accionista del Banco Territorial, continuó siendo el propietario de Casa Tosi  luego de la entrada en liquidación de la institución, pues habría realizado una “ingeniería legal” para simular la venta del almacén a través de fideicomisos de garantías y de paquetes accionarios. Sobre él pesan 3 juicios por peculado, lavado de activos y simulación.

En libros, los activos de casa Tosi bordearían los 22 millones de dólares y con la venta de sus bienes, que incluyen locales comerciales, se pagará sus acreencias.