Hace 4 años se fundó la Alianza para el Emprendimiento e Innovación del Ecuador (AEI), una red de 78 entidades de los sectores público, privado y académico, con el objetivo de hacer del Ecuador uno de los países más atractivos para emprender e innovar.

Hasta el momento han apoyado a más de 4 mil emprendedores innovadores y otros que fueron afectados por el terremoto del 16 de abril de 2016 en Manabí y Esmeraldas. Entre algunos de sus proyectos están las perchas especializadas y el trato preferencial de sus aliados hacia las personas que tengan una idea innovadora.

¿Qué programas tienen?
Trabajamos en 7 áreas: mercado, cultura, talento humano, políticas y marco regulatorio, asesoría y soporte e innovación. Por ejemplo, tenemos 21 empresarios fundadores de las principales compañías que dan mentoría a los emprendedores. Estamos arrancando con $ 42 millones disponibles para emprendedores aparte del crédito del Banco del Pacífico que solo en noviembre de 2017 entregó $ 500 mil a 16 emprendedores.

Tenemos redes de ‘inversionistas ángeles’ en Quito y Guayaquil, otras se están abriendo en Cuenca y tenemos bootcamps para los emprendedores que necesitan estructurarse.

AEI es un mediador entre estos aliados y los emprendedores ¿Cómo funciona?
Nuestros aliados no pueden dar todos los servicios a la vez entonces lo que hace el AEI es en cualquiera de las fases (incubación, innovación, mercado y financiamiento) motivar al emprendedor a registrarse en la página www.aei.ec y lo canaliza con alguno de nuestros aliados, según la etapa en la que estén y sus necesidades. Los emprendedores pueden acercarse a cualquiera de los aliados y trabajar con ellos o registrarse en el AEI para que nosotros los ayudemos.

¿Qué resultados ha obtenido AEI en el último año?
El año pasado los emprendedores facturaron $ 4’231.270, crearon 391 plazas de trabajo y 77 emprendedores accedieron a perchas de KFC, Corporación GPF y Corporación Favorita.

¿Cuáles son los concursos o retos a los que pueden aplicar los emprendedores este año?
Periódicamente abrimos desafíos de innovación con nuestros aliados. Desde febrero arrancamos con uno liderado por Arca Continental, Coca-Cola e Inalecsa en conjunto con el Municipio de Quito sobre reciclaje. También el próximo mes abriremos convocatorias sobre lo que están comprando las cadenas como Super Paco, Supermaxi, Fybeca y Coral. Guiamos a los emprendedores para que produzcan lo que están buscando las grandes cadenas.

¿En qué fase se encuentra el proyecto de Ley de Emprendimiento en la Asamblea Nacional?
El primer borrador del proyecto de Ley de Emprendimiento se presentó el 5 de diciembre a la Comisión de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa. Ahora, luego de dos años tenemos el aval de las Naciones Unidas y se está estudiando entregar el documento este mes. A su vez estamos trabajando en territorio en una ordenanza para dinamizar a Cuenca con un sistema de emprendimiento.

En Quito con el Municipio también trabajamos el año anterior para que se cree una ordenanza de innovación, y con Guayaquil no hemos llegado al nivel de ordenanza, pero tenemos una estrategia de ciudad. El objetivo es generar incentivos para que las empresas que quieran innovar se sitúen en las ciudades mencionadas: menos impuestos municipales para empresarios que den mentorías a emprendedores, incentivos de fondos o soportes especiales.

¿Cuáles son los ejes principales del proyecto de ley?
Es una ley de incentivos para que existan más redes de emprendimiento y clubes de ‘inversionistas ángeles’. La ley tiene cuatro ejes principales: marco legal y tramitología, fomento al emprendedor, financiamiento e innovación. En el primero hablamos del cierre de empresas y mejores trámites. Cuando una empresa se cierra en el Ecuador le toma 5,6 años extinguir sus obligaciones.

El emprendedor  —según las estadísticas a escala mundial— puede quebrar 3,4 veces antes de que le vaya bien. Somos uno de los 5 países más emprendedores del mundo, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), por lo que muchos ecuatorianos emprenden, pero cuando cierran sus negocios, les toma 5,6 años reemprender. Es un embudo fatal. Se necesita establecer una extinción de obligaciones como se hace en Estados Unidos, Colombia y Chile. Hemos propuesto que si un emprendedor quiebra, pase a ser calificado por la Superintendencia de Compañías para que se determine que no fue de mala fe. Tampoco queremos socavar estafas.

Una vez determinado que no fue de mala fe, se activa la extinción de obligaciones y el Estado se hace cargo del 80% de la deuda. La ley generaría beneficios para que el Estado pueda compensar de alguna manera a los acreedores con, por ejemplo, el impuesto a la renta y ganancia de capital. Esto es únicamente para empresas de emprendimiento que tengan hasta cinco años o vendan hasta $ 10 millones.

¿Durante los diálogos ha existido resistencia?
No, todos de acuerdo porque el cálculo es que si el Estado se hace cargo por una vez de esas personas que no quebraron de mala fe y son talentosas, todo lo que aprendieron en ese proceso se recuperará en impuestos y generación de empleo. El tema más difícil va a ser por el costo tributario o costo fiscal que tendrá la implementación de toda la ley, porque también hablamos de financiamiento y más fondos para los emprendedores. Necesitamos que exista responsabilidad limitada de la inversión.

Otro punto es el impuesto de ganancia de capital. Cuando un inversionista vende una empresa en el Ecuador, el valor a pagar es del 35%, el más alto del mundo. Es mejor dejar el dinero en el banco y ganar el 7% de interés que invertir en emprendimientos. También hemos propuesto que el RISE les signifique rédito tributario a los empresarios que compran a emprendedores porque actualmente no les genera. Hicimos muchas ferias con los emprendedores que fueron damnificados del terremoto, pero estas les significaron pérdidas de más $ 2 millones a los aliados que apoyaron. (I)