El coaching empresarial es un proceso que actúa sobre las personas para conseguir su  desarrollo y crecimiento personal y profesional, con el propósito de mejorar el ambiente laboral y lograr las metas de una organización.

Manuel León, coach ejecutivo empresarial y uno de los fundadores de Crea Coaching Escuela de Logros, comenta que desde su experiencia ha sido testigo de la falta de comunicación entre el personal de las empresas y de la transformación que han experimentado mediante la herramienta del coaching.

¿Cuál es el diagnóstico que predomina en las empresas donde ha brindado servicios?
Lo que más me ha llamado la atención cuando hacemos una evaluación diagnóstica inicial, que se conoce como sesión inicial de coaching, es que hay un gran problema en la comunicación.

Eso es básicamente lo que nos pasa a muchos en la vida personal, que por no saber comunicarnos o por asumir sin preguntar, ejecutamos una acción que a veces es tomada por otros como un ataque o insinuación de algo.

Eso hace que los integrantes de una empresa no se comuniquen. Esto puede tener relación con el carácter y este, a su vez, con las actitudes. Precisamente el coaching se enfoca en las competencias blandas que son las actitudes. Al detectarlo la persona empieza a darse cuenta, toma conciencia y hace una introspección.

¿Qué tipo de negocio es el que más solicita los servicios de coaching?
Las de servicio al cliente y grupos de ventas, donde a veces el vendedor no tiene una actitud equilibrada y por lo tanto no logra sus metas laborales. Cuando no hay una buena comunicación las acciones no se planifican, entonces tenemos mucha gente haciendo muchas cosas, pero no son efectivas ni apuntan a un objetivo global.

¿Qué sucede cuando el equipo entra en un proceso de coaching?
El coaching lo que hace es preguntar. Un coach no es un guía, ni un motivador ni un terapista, tampoco es un consejero o un mentor. Apoya con preguntas para que las personas encuentren las respuestas que busca. Cada ser humano tiene todas las respuestas, de acuerdo con el método socrático.

¿Se emplea una técnica transversal?
La estructura piramidal aún se usa y empieza por jefes, subjefes y los operativos. La teoría administrativa señala que cuando en la cúspide se hace un cambio de actitud, esta se va al resto de las capas. Pero en el nuevo paradigma empresarial, ya no hay una pirámide, es horizontal y todos estamos al mismo nivel.

Es decir que el ejecutivo se vuelve un compañero más del equipo que tiene responsabilidades más grandes. Esto viene cambiando desde hace 25 años y desde hace 40 que la disciplina del coaching emergió por esta necesidad.

¿En qué aspectos se enfoca?
El coaching se enfoca en las competencias suaves o blandas, lo que llaman soft skills y que tienen que ver con actitudes y todo lo relacionado con habilidades de comunicación y escucha asertiva, liderazgo, presentación, hablar en público. De nada sirve tener tantos cartones de capacitaciones si no se es un buen ser humano porque eso es lo que lleva a la persona a hacer un buen trabajo en equipo.

¿Cómo alcanzar esos cambios de actitud?
Cuando hacemos el diagnóstico a través de las sesiones del coaching, primero identificamos las actitudes que no funcionan. Luego se pasa a la acción mediante un plan porque la finalidad del coaching es alcanzar objetivos.

Se transforman esas actitudes a través del cuestionamiento. Se hacen talleres y dinámicas grupales con situaciones hipotéticas que revelan las actitudes detrás de las acciones de cada persona. Ellos terminan reflexionando.

¿Qué anécdotas tiene en su experiencia como coach?
Por ejemplo un ejecutivo era acusado por sus subalternos de ser muy prepotente y en un momento de la sesión, con las preguntas que se le hacían terminó llorando.

Esta persona se mostraba de ese modo por miedo generado en algo que le había ocurrido desde niño. Se movía en base de una frase: prefería que le teman a que le amen. Pero comenzó a basar sus decisiones en el amor sin dejar de ser firme, respetuoso y  riguroso. Ahora tiene una mejor relación con sus colaboradores y resultados en su área de trabajo.

¿En esos casos qué apoyo individual proporciona el coaching?
En un proceso de coaching se apoya a la persona para que genere una misión y visión propia para poder emprender el plan de acción que es el plan de vida dentro del cual está la empresa. Cuando una persona entra en un trabajo de coaching necesariamente se trabaja en todas sus áreas.

¿En qué porcentaje mejora una empresa?
Un equipo de ventas puede tener un aumento del 20% al 25%, pero dependerá del equipo. Si está comprometido, puede alcanzar el 40%. En Atención al cliente se mide con encuestas y sus niveles pueden subir del 15% al 20%.

¿Qué actitudes negativas predominan en el grupo de ejecutivos y en el de empleados?
En el ejecutivo el prepotente y el miedoso. En los empleados la falta de productividad. Los ambientes laborales tienen actitudes de aburrimiento, hostigamiento y decepción.

¿Cómo deberían ser los nuevos modelos?
La idea es generar una empresa alegre. Las grandes organizaciones internacionales son exitosas porque son felices. En Ecuador, los coworking manejan esa nueva filosofía.

Las empresas tradicionales no se dan cuenta de que si tengo un trabajo de 8 horas, hay tiempos muertos que pueden ser aprovechados para leer algo, tomar un café y conversar, jugar futbolín o ping-pong en 20 minutos. Luego tendré un mejor estado de ánimo.

¿Los emprendedores deben aplicar las herramientas del coaching?
Sí porque tiene habilidades técnicas y una buena idea que quiere poner en práctica. Requiere capital, un plan de marketing, saber a quién va a vender su producto o servicio y un equipo de trabajo. En eso está involucrada la actitud y si no la tiene, probablemente no podrá seguir adelante. (I)