La pasión por el buen comer y el buen beber despertó en Valeria Jaramillo (28 años) la inquietud por el barismo, la especialización en el café de alta calidad. Y con el apoyo de sus socios, David López, Pablo Bermeo y Martín Solís, surgió Il Barista.

Valeria y David se conocieron mientras trabajaban en la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) y notaron la necesidad de un lugar relajado y cómodo para conversar después de una reunión de negocios. 

Entonces negociaron con la CCQ para remodelar el ala izquierda de la planta baja y convertirla en una cafetería de especialidad, una tendencia que crece en el Ecuador.

Ella se especializó en el barismo y sus socios manejan el área jurídica y contable del negocio, que nació en diciembre de 2017 como un concepto acogedor y moderno. Las instalaciones incluyen una sala de reuniones privada con capacidad de 8 a 11 personas, con una pantalla de 55” para eventos empresariales.

“Nacimos con la idea de que el público que visita la CCQ por negocios o para acudir al Centro de Arbitraje, antes de ir a la mediación, pueda disfrutar de un buen café con producto fresco y acompañarlo con pan artesanal o postres veganos”, sostuvo.

Posicionar al café ecuatoriano

El café tiene diferentes cepas y bayas con características específicas. En Il Barista hay dos variedades: la típica, que es la más ácida que se siente a los lados de la boca, y la caturra, más amarga y su sabor se sentirá en la mitad de la garganta como sucede con un chocolate amargo.

 Trabajan únicamente con café ecuatoriano que proviene de Nanegalito y Tulipe, en el noroccidente de Quito, donde se encuentran fincas de especialidad como Maputo. Allí se garantiza toda la trazabilidad del café: cosecha, poscosecha, fermentación, secado, trillado y tueste. Luego, en la cafetería se desarrolla la molienda y la extracción.

Jaramillo explicó que la diferenciación de Il Barista frente a otras cafeterías de especialidad consiste en los procesos de extracción bien controlados, con una máquina italiana que está visible al público para que pueda observar el tipo de molienda que manejan y la extracción del café. Además, el café que emplean es de un tueste medio.

“La misión de los baristas es divulgar el gusto por un café de tueste medio y con la temperatura adecuada. Le explicamos al público que en la punta de la lengua pueden sentir el dulzor del café, a los costados de la boca la acidez y que el posgusto es el amargor”, reseñó Jaramillo.

El establecimiento abre de lunes a sábado, de 08:30 a 21:00, una jornada que acompaña a las actividades desarrolladas por el ente empresarial. Actualmente cuenta con 5 colaboradores, dos de ellos son baristas.

La inversión fuerte se concentró en la implementación de equipos: dos molinos, tres máquinas de extracción de café y un extractor de té (jazmín, pétalo de rosa y cáscara de naranja), este último importado de España.

La carta se complementa con jamón ibérico de bellota y vino chileno y español. 

Algo más

- Café de especialidad. El Ecuador cada vez se especializa más en la fermentación del café, por eso la propuesta es incorporar a su oferta variedades de otras regiones del país como Loja y Galápagos.

- La ambientación. Valeria Jaramillo puso mucho énfasis en los detalles y, por ello, cuidó que la luz sea cálida para proporcionar el “calor de hogar” y que los asientos sean muy cómodos para sostener una charla o trabajar.

- Piezas únicas. Jaramillo y Pablo Bermeo además de socios son pareja, por ello en sus viajes al extranjero aprovecharon para traer piezas únicas como las tasas turcas en las que se sirve el té, además de otros artículos de decoración. (I)