En 2014 abrió sus puertas Impaqto, el primer coworking privado en la capital. Así se concretó un trabajo colaborativo de 9 meses previos.

Michelle Arévalo-Carpenter, co-fundadora de este espacio, contó que al principio fueron actividades itinerantes para la comunidad de emprendedores: “Generábamos eventos mensuales para entender a los emprendedores, escuchar sus preocupaciones, necesidades, miedos y esperanzas”.

Al ver que tenía gran acogida este grupo de 5 socios (3 mujeres y 2 hombres) notó que “los emprendedores ecuatorianos estaban listos para crecer de manera colaborativa”, por lo que se aventuraron a crear un espacio de 180 m². Actualmente cuentan con 1.000 m² en Quito y 500 m² en Cumbayá. Su equipo lo integran 13 personas, en su mayoría mujeres.

Para este año esperan contar con un tercer espacio en La Floresta que permitirá a los emprendedores acceder a la red colaborativa desde distintos puntos de la capital.

También cuentan con su propia incubadora de negocios de triple impacto, es decir, que “muchas de las start-ups están conformadas por agentes de cambio que dejen una huella positiva para la economía, sociedad y el ambiente mientras crecen”.

Sus espacios no son especializados  para que cada usuario tenga una amplia gama de intereses, habilidades y temáticas, para que la colaboración genere innovación basada en experiencias interdisciplinarias.

Beneficios para el emprendedor
Las instalaciones están pensadas en las necesidades del emprendedor y con planes de uso flexibles: se puede pagar mes a mes, por horas y renovar o cancelar cuando suba o baje la necesidad de tener una oficina física.

Además está la red de apoyo. Los coworkers llegan por la comodidad, pero se quedan por la comunidad. La naturaleza multidisciplinaria de la comunidad de emprendedores, combinada con una programación de eventos con corporaciones, mentores, CEOs y talleres hacen que se forme una red de impulso para crecer, vender, hacer trueque y conectarse.

Luego viene la incubación para los emprendedores que buscan un seguimiento de apoyo más estructurado. El programa está abierto al público, pero  se puede acceder solamente por postulación previa, lo que ofrece las mejores metodologías de apoyo a emprendimientos mediante aliados metodológicos como la Universidad Simon Fraser, Google o Uncharted.

Que dos mujeres lideren Impaqto ha captado la atención internacional y “hemos logrado convertir esta anomalía en una ventaja”.

El año pasado una institución internacional americana les ofreció un contrato y una alianza para organizar un evento sobre género e innovación porque en toda Latinoamérica el proyecto fue el único con ese nivel de éxito.

Pero otra de las ventajas, según los  usuarios, es que “sienten y respiran una horizontalidad”. Su equipo es 95% femenino y no tienen “oficina de gerencia” en ninguna de las sedes. Eso agrada a los emprendedores porque sienten que dentro de la comunidad se puede construir un verdadero ecosistema de innovación. (I)

DATOS

520 usuarios acceden a las instalaciones de La Carolina y Cumbayá cada mes.

99 empresas ha graduado la incubadora de triple hasta el momento.

5 socios dieron vida al proyecto de coworking en 2014, después de varios eventos.

ALGO MÁS

Las alianzas
Entre ellos están Google (mediante los cuales se ofrecen talleres en metodologías de innovación), IBM (para temas de tecnologías exponenciales) y Diners Club (compartiendo educación financiera para start-ups).

Apoyo en etapas tempranas
Los emprendedores se han aliado con Nestlé, Uribe & Schwarzkopf y Fundación Telefónica para catalizar más ideas y creatividad mediante el Reto de Emprendimiento Urbano.

Aporte internacional
Un aliado importantísimo es el Banco Interamericano de Desarrollo, con apoyo de Fomin (el laboratorio de innovación del BID) que ha apostado al crecimiento de la incubadora de empresas de triple impacto. (I)