El Telégrafo
Ecuador / Viernes, 22 de Agosto de 2025

Lamento, como directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, no contar con el espacio necesario para responder detenidamente al largo artículo “La Comisión de Lexicografía permitió manipulación política” del embajador y académico correspondiente Raúl Vallejo. Muy brevemente, he de aclarar:

Tal  afirmación, contradicha por el mismo académico, nos hace exclamar: ¿qué, entre lo que es, entre lo que se dice, no permite ‘manipulación política’? ¿No comete él mismo, en su artículo tal operación?

La comisión académica ha de cumplir con su deber estatutario de responder a dudas, incorrecciones e incomprensión surgidas del uso del idioma, para que su empleo correcto se dilate entre todos. La incorporación al código penal de la figura ‘linchamiento mediático’ es, en mi opinión, inducida del informe académico, una aberración jurídica; expresión comprensible desde los sentimientos y experiencia particulares de la asambleísta que la propone –no del pueblo, que la escucha desde hace muy poco tiempo-,  siendo, por obvias razones, subjetiva, no puede convertirse en figura jurídica a base de la cual juzgar y condenar. Si toda ciencia se revela en su propio metalenguaje, el del ámbito jurídico ha de ser racional, claro, conciso, no metafórico ni hiperbólico, para evitar la ambigüedad interpretativa. La existencia misma de este debate testifica el grave riesgo de la inclusión de tal fórmula en la ley.

La Comisión lexicográfica sobre el sintagma “linchamiento mediático”, pomposo, hiperbólico, abultado y hueco y, precisamente por esto, de adopción legal llena de riesgos, estudia el nombre que domina el significado del sintagma, no el adjetivo ‘mediático’, que podría ser otro. Que lo irrazonable de una metáfora se introduzca en la norma por capricho, y dé lugar a mayores equívocos de aquellos que la palabra, por su condición, sufre ya, es gravísimo. Este debate lo muestra: nada justifica que nos empeñemos en volver más equívoca una realidad tan sensible como la de la legalidad…

Sugiero al embajador que califica de ‘oficioso’ el trabajo que la comisión ha hecho sobre este sintagma –que no lexema nominal- que se pregunte, con veracidad, sobre el sentido del término obsecuencia. Y, como decía el Quijote, ‘no digo más’.

Susana Cordero de Espinosa
Directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua