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El Telégrafo
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“Por la plata no se preocupen, que no hay”

“Por la plata no se preocupen, que no hay”
21 de septiembre de 2012 - 00:00

Estadios semivacíos a lo largo de la serranía ecuatoriana reflejan la agobiante economía en la que se encuentran los clubes de la primera división. El Nacional, Deportivo Quito, Técnico Universitario, Macará y Deportivo Cuenca tienen dificultades para pagar su nómina mensual, sobre todo porque deben cubrir déficits anteriores. El Nacional estableció un presupuesto de cerca de $ 5 millones para el presente torneo, incluidas las divisiones formativas.

Sin embargo, para financiar ese monto hay un rubro por concepto de taquillas cercano al 10% y otro similar por la venta de jugadores. Ninguno se ha logrado por la desacertada campaña que al momento cumple: es noveno en la tabla acumulada con 38 puntos, solo 7 más que el colista actual Técnico Universitario.

Por taquilla, en el primer semestre ingresaron a sus arcas cerca de $ 300.000 con 4.000 asistentes en promedio por jornada, pero en la mitad de fechas desarrolladas en la segunda fase los hinchas no llegan a 2.000 y la recaudación no llega a $ 20.000. Solo por nómina, el elenco de las Fuerzas Armadas debe cancelar cada mes cerca de $ 200.000 por los sueldos de los jugadores que perciben entre 8 y 38 mil dólares.

El retraso en el pago de las cuotas de los auspiciantes genera aún más problemas, ya que este año no han vendido a ningún jugador y lo único que alcanzaron fue el retorno de $ 150.000 por el préstamo inconcluso del delantero Juan Luis Anangonó, quien salió en agosto para unirse al balompié argentino. Ayer los jugadores ya recibieron en sus cuentas el pago de los dos meses vencidos. “Hicimos algunas gestiones y pudimos pagar el sueldo a los jugadores”, comentó el presidente del club, Hugo Villacís.

Por su parte, el campeón ecuatoriano, Deportivo Quito, fijó como presupuesto anual $ 5,6 millones y por recaudación en sus cotejos de local en el primer semestre del campeonato ecuatoriano registró cerca de $ 406.000. Pero todo ese dinero ha ido a las arcas del SRI (Servicio de Rentas Internas) por la deuda que mantiene con esa institución. Al momento el monto asciende a $ 605.502,46, que se seguirán cobrando a través de las taquillas, tanto en el certamen doméstico como lo que registre por competencia foránea.

El plantel “azulgrana” tiene para esta temporada un ingreso adicional por la clasificación a torneos foráneos. Por Copa Libertadores, certamen al que llegó hasta octavos de final, percibió $ 630.000. En la Copa Sudamericana, en la que también está clasificado a octavos, recibe hasta el momento $ 420.000. Sin embargo, esos montos “extras” ayudan a los clubes a cubrir los gastos de desplazamiento y los premios que los jugadores reciben por acceder a esas fases.

Para este año, además, la dirigencia del plantel de la “Plaza de Teatro” logró transferir a su joven atacante, Fidel Martínez, al balompié mexicano por una cifra cercana a $ 1,5 millones. Su actual club es el Tijuana. Pero el equipo arrastra un déficit de anteriores administraciones, cuyo monto la directiva ha preferido mantener en reserva, como también los sueldos de los jugadores.

Ambato no es la excepción

Miller Salazar, presidente de la comisión de fútbol de Macará, con su expresión “Por plata no se preocupen, que no hay”, ilustra claramente el problema. Adeudan casi dos meses de sueldo y premios a los jugadores, quienes como medida de presión no concentraron antes del cotejo ante Olmedo en Riobamba y tuvo que intervenir el DT Fabián Bustos para lograr un acuerdo. La semana pasada se canceló el mes de julio. 

La taquilla tampoco ayuda, pero esperan que este domingo las 11.000 localidades se agoten y así pagar una nueva cuota pendiente. Se redujo la capacidad del estadio Bellavista por seguridad, ya que se desplomó una pared de preferencia. Eso resta  2.000 localidades.

Según la Asociación de Tungurahua, el último partido entre Macará y Manta tuvo 1.142 personas pagadas, se recaudaron $ 5.994, pero los gastos fueron mayores y el club debió cancelar $ 185. Ni la rifa ayudó, ya que solo se alcanzaron $ 3.426 que no cubrieron el desplazamiento del martes a Quito. El presupuesto inicial de Macará era de $ 1 millón, pero por el cambio de cuerpo técnico y jugadores foráneos se aumentaron $ 300.000.

Situación similar vive Técnico Universitario, cuyo directorio financió al plantel hasta al cierre de la etapa inicial, pero los cambios obligados para intentar salir del último lugar obligaron a efectuar mayores egresos y así se infló el presupuesto que de $ 2 millones se incrementó al menos en $ 500.000. Los valores por sueldos oscilaron entre $ 1.500 y $ 15.000, valor que percibía Alfredo Ramúa, el  jugador más costoso.

Al momento se adeuda el mes de agosto y los premios por ganar a Barcelona y Deportivo Cuenca, cotejo al que asistieron 442 aficionados. Son últimos en la tabla con 31 puntos (-22), pese a eso el presidente del club, Wilson Velasteguí, se ha comprometido a dejarlo sin deudas a fin de año. (VL)

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