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El Telégrafo
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El piloto nacional vive en inglaterra hace dos años

Moreno: “Quiero ser el primer ecuatoriano en la Fórmula Uno”

Julio Moreno Mogollón, piloto de autos ecuatoriano. Fecha de nacimiento: 12 de junio de 1995. Edad: 19 años. Educación: Cursa estudios en Economía, Matemáticas y Psicología en Oxford. Experiencia laboral: Dos años como piloto de autos.
Julio Moreno Mogollón, piloto de autos ecuatoriano. Fecha de nacimiento: 12 de junio de 1995. Edad: 19 años. Educación: Cursa estudios en Economía, Matemáticas y Psicología en Oxford. Experiencia laboral: Dos años como piloto de autos.
18 de mayo de 2014 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

El joven piloto Julio Andrés Moreno está cada vez más determinado a cumplir su gran sueño: convertirse en el primer ecuatoriano en la historia en correr en la distinguida Fórmula Uno.

Su tesón, sacrificios y labor diaria en Inglaterra, donde vive desde hace dos años, parecen acercarlo un poco más a ese objetivo que se ha propuesto y por el que trabaja de forma incansable. EL TELÉGRAFO conversó con él una semana antes de correr en el histórico circuito de Silverstone.

¿Cómo es un día típico en la vida de Julio Moreno?
Normalmente, cuando tengo clases (estudia Economía, Matemáticas y Psicología) me levanto de mañana y salgo a correr o a montar en ‘bici’, siempre hago cardio por las mañanas, porque obviamente, para el automovilismo, necesitas un estado físico muy bueno, ya que es muy demandante físicamente. Luego voy a clases y en la noche tengo una sesión de gimnasio, de una o dos horas. Cuando corro carreras o antes de una carrera me voy siempre a Holanda, a la sede de mi equipo, en Rotterdam, y tengo una sesión de simulador para aprender las pistas, entonces depende cómo están mis clases, pero puede que me quede una semana entera ahí, con los ingenieros, con los técnicos de simuladores. Ahora estoy un poco complicado porque tengo exámenes esta semana y la próxima, pero sí, cuando no tengo clases puedo entrenar más largo, hago box y otros deportes para complementar el automovilismo.

¿Cuánto sacrificio y esfuerzo crees que hay que poner para ser un piloto de primer nivel?
Yo creo que este es un deporte que demanda más sacrificio que cualquier otro porque en Ecuador no hay el nivel de automovilismo que uno quiere para ser de verdad profesional, entonces hay que salir del país desde muy pequeño. Vivo solo desde los 16 años, vine a un país que no conocía y a vivir solo, tuve que aprender a cocinar, a lavar, sin mi familia, sin mis amigos. Mis amigos se estaban graduando en el colegio. Entonces creo que esta elección demanda un sacrificio bastante grande, no solo mío sino también de mi familia, pero creo que es un sacrificio que al final vale la pena porque es un sueño muy grande. Estamos haciendo todo para que se dé, y cuando pase vamos a mirar atrás y nos daremos cuenta de que valió la pena. Es un sueño muy grande con una recompensa enorme al final.

¿Cuál es tu mayor sueño como deportista?
Bueno, cuando uno es pequeño, en las charlas con mi papá, siempre quería estar en la Fórmula Uno. Ese ha sido mi sueño desde que me acuerdo. Y a medida que ha pasado el tiempo quedé mejor novato de karting en la Fórmula Ford británica, quedé segundo europeo. Entonces, ese sueño se va acercando a la realidad cada vez más. La meta es ser el primer ecuatoriano en llegar a la Fórmula Uno, ahorita estamos trabajando muy duro para cumplirlo.

El sueño es ir a una carrera de Fórmula Uno con la bandera del Ecuador. Ya ha habido algunos venezolanos, algunos mexicanos, el colombiano (Juan Pablo) Montoya, ¿por qué no un ecuatoriano en unos años? En Ecuador falta alguien, falta un referente en el mundo del automovilismo para que este deporte se impulse como con un Jefferson Pérez.  Eso es lo que hace falta aquí, un referente ecuatoriano para después también abrirle la puerta a muchos pilotos atrás mío que quieran también realizar este sueño.

¿Cómo es correr en la Fórmula Renault NEC?
Es una categoría muy, muy competitiva. Por ejemplo, en la Fórmula Uno hay unos 20 autos, en la Fórmula Renault hay más de 35, entonces hay pilotos de mucha experiencia, hay pilotos hijos de pilotos de Fórmula Uno, nombres muy grandes, como el hijo de Carlos Sáinz, Lewis Hamilton salió de la Fórmula Renault, también Kimi Raikkonen, pasó (Pastor) Maldonado, pilotos que ahorita son campeones mundiales de Fórmula Uno. La Fórmula Renault tiene mucho prestigio y cuenta con unas pistas increíbles en Europa, como la de Silverstone, Monza, Spa, Hokkenheim, todas son de Fórmula Uno. Es una  experiencia bastante buena y un escalón excelente para seguir ascendiendo y cumplir el objetivo de llegar a la Fórmula Uno.

El próximo fin de semana vas a correr en Silverstone, que cuenta con mucha historia y tradición, ¿cómo te sientes al respecto?
Empiezo en la posición que clasifique. Ya que la primera carrera (en Monza) salimos en el puesto 28 y pudimos pasar algunos autos, quedando en el puesto 17. Pero ahora en Silverstone hay clasificación, así que salgo en la posición que da esa clasificación. Estamos motivados, Silverstone es una pista que conozco, porque hice podio ahí hace dos años en la Fórmula Ford británica, es una pista que me gusta, que he probado, entonces estamos motivados. Preparándonos fuerte, queremos ir a ganar y llegar lo más adelante posible. El objetivo está ahí y estamos trabajando para hacer todo lo posible.

¿Cómo viene el resto de tu calendario anual?   
Este es un campeonato, que son siete fines de semana. Antes que nada, la próxima semana tengo exámenes, después me voy a Silverstone, el siguiente fin de semana voy a correr en Spa, en Bélgica; después, a mediados de junio, tengo otra carrera en Hokkenheim, en Alemania. Le sigue a finales de julio Spa de nuevo, después a finales de julio y principios de agosto corro en Holanda y República Checa; y a finales de agosto y principios de septiembre corro la última carrera en Nürburgring (Alemania). Es una competición que dura todo el año y hay que estar todo el año preparándose y mejorando constantemente. Y también tengo que terminar el estudio, las clases finalizan a finales de junio y ahí ya se me libera un poco para entrenar más y dedicarme más a esto.

¿Cuán importante crees que es el apoyo de los fans y seguidores en tu carrera y en los sacrificios que estás haciendo?
Creo que es muy importante, me motiva un montón. Por ejemplo, en Monza, en la carrera anterior, había dos ecuatorianos y se acercaron a nuestro camión, a nuestro equipo. Es muy motivante porque hay gente que le gusta mucho el automovilismo, pero no ve un ecuatoriano en el automovilismo, entonces no lo ven como un deporte de Ecuador. Es muy motivante. Yo tengo la bandera de Ecuador en el auto, en mi traje, en mi casco. Este no solo es un sueño mío, sino también de mi papá, de mi familia, y de un montón de ecuatorianos que quieren ver a un compatriota en la Fórmula Uno.

¿Dentro del automovilismo a quién tienes como héroe o ídolo que sea ejemplo?  
Bueno, de chiquito siempre miraba las carreras y tenía como héroe a Michael Schumacher. A mi papá le gusta Schumacher, entonces a mí me gustaba también. De chiquito era mi héroe. Tuvo un accidente y es irónico que con los carros no le pasara nada y esquiando esté en el hospital. Un poco más grande comencé a mirar a otra gente, como Ayrton Senna, que me gusta un montón. Pero en general, crecí viéndole correr a Schumacher, así que, en parte, estoy aquí por él.

Respecto al Mundial de Fútbol de Brasil 2014, que comienza el mes próximo, ¿vas a seguir los partidos de Ecuador? ¿Cómo ves las posibilidades del seleccionado tricolor?  
Normalmente a los que les gustan los autos no les gusta el fútbol, pero yo siempre digo que si no corriera autos jugaría al fútbol. Es un deporte que me encanta. Juego todas las semanas aquí al fútbol, y siempre pendiente de la selección el fin de semana. Y obviamente desde acá voy a verlo, junto a mis amigos. Muy metido en eso y emocionado, creo que Ecuador tiene chances, obviamente el grupo es complicado por Francia, pero el resto se puede dar, hasta con Francia. Veremos cómo va todo, pero por supuesto estaré muy pendiente de eso.

Foto: Miguel Jiménez│El Telégrafo

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