Graderíos semivacíos, gritos de reclamo ante el mal accionar de El Nacional en la primera etapa y un DT que esta vez estuvo movedizo en la zona técnica, listo para llamar la atención de sus jugadores, fue lo que se vio ayer en el elenco “militar”, que actuó en el estadio Atahualpa, al que acudieron cerca de 1.000 aficionados para presenciar el triunfo del  local 3-1 ante Macará. Con ese resultado, los “criollos” sumaron 20 puntos (-10).          

Fue el conjunto visitante el de mejor desempeño en el período inicial. Desde el primer minuto propuso velocidad y  precisión en sus pases. Conducidos por Carlos Quinteros tuvo en apuros a los locales, que desesperados olvidaron el sistema táctico ensayado.

Todos corrían a defender y también al medio sector, dejando los espacios necesarios para que los ambateños llegaran sobre el arco de Danny Cabezas.

Cada segundo de receso por un tiro libre o una falta fue aprovechado por el técnico visitante Homero Valencia para impartir indicaciones a sus jugadores. En las gradas, los integrantes de la barra “Marea Roja” entonaban con fuerza un cántico referente a la falta de triunfos desde la presencia del DT Sixto Vizuete.

“¿Cuándo vas a ganar, cuándo vas a ganar?”, insistían los seguidores mientras los dueños de casa no encontraban la fórmula para visitar con peligro el arco de Álex Pérez.

Y cada vez que el delantero Juan Luis Anangonó tomaba la pelota, las pifias no cesaban, aumentando los nervios del corpulento atacante.

Para calmar los ánimos, Vizuete abandonó su asiento en la zona técnica y  observó de pie el compromiso. Ahí con gestos y gritos intentó corregir la serie de equivocaciones en las que cayó su plantel.

Bryan Rodríguez con veloces escapadas encendió las alarmas de la defensa adversaria, que no corrigió  a tiempo,  y en un contragolpe Quinteros levantó un centro que logró definir Facundo Martínez para la primera, a los 18’.

Desconcertados los dueños de casa repitieron sus errores, pero el capitán Marwin Pita, con más lucidez, logró entregar pases a profundidad, que pronto llegaron al objetivo. A los 23’ la fortaleza física de Anangonó se impuso en la zaga rival y provocó una acción rápida y desafortunada del defensa Luis Carlos, que terminó con la pelota en propia puerta.

Con eso se reanimaron los locales y en adelante corrigieron ciertas falencias, mas el rival volvió a insistir con rapidez y de no ser por la acertada intervención del golero Danny Cabezas, quien estuvo atento para bloquear y atajar el balón, se hubiese decretado la ventaja “celeste”.

El elenco de las Fuerzas Armadas se vio mermado en su potencial, tras un desgarro muscular del atacante Anangonó, que debió salir de la cancha antes de la culminación del compromiso. En su lugar ingresó Édison Preciado y con él se mantuvo la igualdad hasta la finalización del primer período.  

En la segunda etapa, el ingreso de Dennis Quiñónez dio más solvencia a la marca local y en la primera llegada José Madrid puso la segunda para los “criollos” a los 46’. A jugada seguida un cabezazo de Preciado terminó en el fondo de las redes, para la tercera conquista a los 48’.

“Tuvimos cinco minutos de desconcentración y eso al final nos costó muy caro. No pudimos recuperarnos y además desaprovechamos algunas ocasiones para anotar”, señaló el DT Valencia.

A raíz de esas conquistas el dominio del compromiso fue por entero para El Nacional. Pita mostró que el descanso por la molestia muscular le hizo bien. Su nivel mejoró en relación con los anteriores cotejos y de a poco contagió ese progreso futbolístico a sus compañeros.

Hubo momentos de lucidez con pases exactos, pero sin peligro real en la valla del visitante. El dominio no se tradujo en anotaciones, en parte, porque Preciado jugó con molestias en su pierna izquierda y no pudo rendir al 100%. 

El triunfo fue el aliciente que necesitaban el cuerpo técnico y los jugadores para recobrar fuerza en el receso del certamen y recuperar posiciones en el torneo. Por eso, ayer estuvo predispuesto al diálogo el entrenador Vizuete. (VNH)