La falta de competición por más de una semana no afectó para nada el rendimiento de los Spurs de San Antonio que, con los veteranos, el base francés Tony Parker y el ala-pívot Tim Duncan, se impusieron anoche a domicilio por 88-92 a los Heat de Miami en el primer partido de las finales de la NBA.
Parker fue -una vez más- el líder y héroe de los Spurs al conseguir 21 puntos, incluidos 10 en el cuarto período cuando los Spurs vinieron de atrás y recuperaron la ventaja que solo habían tenido al comienzo del primer cuarto 2-9.
El base francés, auténtica pesadilla para la defensa de los Heat, protagonizó la jugada decisiva cuando faltaban 5,2 segundos cuando anotó la canasta que sentenció el marcador final 88-92 después de que el balón le salió de la mano a escasas décimas de segundo antes de que se agotase la posesión.
La polémica jugada tuvo que ser revisada por los árbitros que finalmente dieron por buena la canasta y los Spurs aseguraron la victoria que les da la ventaja de 1-0 en las primeras finales que disputan desde 2007.