Los seleccionados se llevaron todas las miradas en el Palacio de Carondelet
El festejo programado por la Presidencia de la República para homenajear a los integrantes de la Selección, que lograron la clasificación al Mundial de Brasil 2014, cambió la rutina de más de uno de los futbolistas, ya que una vez concluido el entrenamiento diario que deben cumplir, en el caso de los que militan en clubes de Quito, debieron dejar de lado su vestimenta deportiva y vestirse de terno. Los integrantes de Emelec, en cambio hoy se ausentaron de la práctica y viajaron desde Guayaquil hasta la capital.
El primer jugador en arribar a la Plaza Grande fue Luis Checa, defensor de Deportivo Quito, quien vestía elegantemente, ya que fue el único jugador que llegó con anticipación decidió ingresar al Palacio de Carondelet a esperar a sus compañeros. Lucía nervioso antes de ingresar al control militar de la residencia presidencial.
En el bus de la Selección, en cambio llegaron directivos, cuerpo técnico y los integrantes de Emelec, Gabriel Achillier, defensa, Enner Valencia, delantero, Pedro Quiñónez, volante. Achillier poco acostumbrado a vestir de terno, mientras ingresaba a la tarima, se acomodaba su corbata, quería lucir impecable, la ocasión lo ameritaba.
Valencia y Quiñónez, en cambio se mostraban más tranquilos e impacientes por compartir con el público y según confesaron, también, querían ver al presidente Rafael Correa.
Los integrantes de Liga, Édison Méndez y Gabriel Corozo llegaron bastante retrasados, ya que a primera hora acudieron a Pomasqui al entrenamiento con su club e inmediatamente se desplazaron hasta el centro de Quito. Entraron rápido, abriéndose paso entre la multitud y se colocaron junto a sus compañeros.
El arquero Alexander Domínguez fue el último jugador en unirse al festejo. Su imponente figura sobresalió entre el resto de seleccionados, que vestidos de terno bailaron y se divertieron al ritmo de la música que interpretaban los diferentes grupos previstos para este festejo. Luis Chiriboga aprovechó para cantar Atajitos de caña, en la tarima.