Ecuador / Martes, 30 Septiembre 2025

No había dormido bien la noche anterior. La ansiedad por concurrir a las canchas de La Carolina e integrarse a sus compañeros del Quito Corazón para comenzar a disputar los partidos del torneo infanto-juvenil “Quito juega por La Carolina”, le había restado horas de sueño a Jordan Chicaiza,  quien se educa en las aulas del colegio San Andrés.


Es la primera ocasión que participa en un evento de esta naturaleza. Aun cuando sus condiciones futbolísticas saltan a la vista por su dominio del balón y su buen ojo para los  pases a sus compañeros, además de gambetear a los rivales que tratan de frenarlo con la marca, Jordan considera que debe mejorar  su juego.

Comenta que el día anterior al inicio del torneo cumplió normalmente con el entrenamiento y luego concurrió donde un amigo para conversar un rato y luego fue a su hogar para servirse algún refrigerio y retirarse a descansar, luego de tomar una bebida hidratante “para tener fuerzas para el otro día”.
Pero no pudo conciliar rápidamente el sueño, aunque daba vueltas en la cama, porque quería  que amaneciera cuanto antes. Mil pensamientos desfilaron por su mente porque su anhelo es ser un jugador destacado y tener muchos amigos e hinchas como el “Chucho” Benítez, manifestó.

A su corta edad (11 años) y sin ser de los jugadores más altos de su equipo (1,48 m), es de aquellos que se destacan del resto de sus compañeros, pese a su reciente integración a la escuela que dirige Alfonso Reyes. Juega desde atrás, trata de salir con pelota dominada, mira la ubicación de sus compañeros y reparte balones, pero no todo le sale bien porque sus adversarios de la escuela de fútbol Carlos Ron copan espacios y se aprovechan de los malos pases para atacar.

Los primeros veinte minutos, con dos tiempos fuera de 60 segundos como en el basquetbol, concluyeron con victoria parcial por 2-0. En el descanso Jordan fue a refrescarse con agua fría en un lavabo contiguo al sitio de registro. “El entrenador me dijo que estoy jugando bien y que siga así, porque piensa llevarme a otro equipo (no recordó el nombre), pero soy hincha de El Nacional y estoy jugando contra ellos”, aseguró para luego emprender carrera y juntarse con sus compañeros para el segundo tiempo.

Como Jordan, hay cientos de niños que sueñan con llegar a ser figuras, y para ese propósito se inscriben en las escuelas de fútbol.
 “Nosotros  acogemos a los niños para formarlos, los padres de familia tienen confianza y nos los encargan para encaminarlos en el fútbol. Tenemos siete categorías en este torneo y la satisfacción es verlos jugar con alegría, pero eso sí, con alto sentido de responsabilidad”, explicó el director de la escuela.

En las categorías menores, los resultados son estrechos, pero las escuelas de fútbol, como las de Aucas, Liga Deportiva Universitaria, Ciudad de Quito Jr., Quito Corazón, Deportivo Gambeta, han sacado ventaja de su aprendizaje con óptimos resultados.

Entre 40 y 60 partidos diarios, dependiendo de la conformación de las categorías, se realizan diariamente en las ocho canchas que son utilizadas rotativamente, para que cada uno de los equipos pueda jugar en las canchas de tierra y en las de material sintético.