Ecuador / Sábado, 01 Noviembre 2025

Otro año sin ascenso: el Deportivo Quito cumple 13 años de frustración y responde con mano dura a los violentos

Foto: Internet
La eliminación del Deportivo Quito ante Mineros SC en la Segunda Categoría derivó en una invasión violenta de hinchas al campo de juego, lo que encendió alarmas en el club quiteño, que ahora anuncia denuncia penal y sanciones internas permanente.

El Deportivo Quito condenó los hechos de violencia ocurridos la noche del 31 de octubre de 2025 en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda, después del partido frente a Mineros SC, en la fase nacional de la Segunda Categoría. Tras el pitazo final, un grupo de hinchas del club capitalino invadió la cancha, rompió accesos de seguridad y protagonizó enfrentamientos, lo que obligó a jugadores y árbitros a retirarse rápidamente a camerinos para evitar agresiones.

En lo deportivo, el Quito empató 1-1 en la revancha, pero quedó eliminado en los octavos de final del Ascenso Nacional, ya que Mineros SC había ganado 1-0 en la ida en Guaranda y se impuso 2-1 en el global, avanzando a la siguiente ronda del torneo. La frustración por la salida temprana del histórico equipo de la capital detonó la invasión al campo.

Disturbios en la cancha

De acuerdo con los reportes preliminares, cerca de un centenar de aficionados identificados con la barra del Quito forzaron una puerta de acceso y entraron al gramado. En el césped se registraron empujones y agresiones dirigidas a personal de seguridad privada e integrantes del club rival. Las imágenes difundidas en redes muestran a seguidores intentando confrontar a miembros de Mineros SC y al contingente de resguardo. Las autoridades de seguridad en el estadio intervinieron para dispersar a los hinchas y restablecer el orden.

Ante los incidentes, el plantel del Deportivo Quito y los jugadores de Mineros SC abandonaron el campo de juego y se refugiaron en los vestuarios. El resto de aficionados que permanecía en las gradas observó la escena entre insultos y reclamos, mientras personal policial reforzaba el cerco alrededor del terreno.

Pronunciamiento oficial del club

Horas después, la directiva del Deportivo Quito emitió un comunicado oficial en el que calificó los hechos como “actos de violencia totalmente repudiables”. El club expresó su solidaridad con el equipo rival, con la Policía Nacional y con el personal de seguridad privada afectado por las agresiones al final del partido. En el mismo documento, la institución pidió formalmente que se entreguen todas las pruebas disponibles sobre las personas que participaron en los disturbios.

La dirigencia anunció dos medidas concretas:

  1. Presentar la denuncia penal correspondiente ante las autoridades, con base en el material probatorio que se recabe.
  2. Prohibir el ingreso “de por vida” a cualquier actividad relacionada con la institución a los responsables de los hechos violentos.

“El club solicitará todas las pruebas existentes (…) presentaremos la denuncia penal necesaria, y prohibiremos el ingreso (…) de por vida”, señaló la directiva en su pronunciamiento, enfatizando que los hechos registrados en el Gonzalo Pozo Ripalda son incompatibles con el proyecto deportivo y social que el Quito intenta sostener mientras pelea por volver a la élite.

Contexto: presión por el ascenso y clima tenso

El Deportivo Quito, cinco veces campeón nacional, disputa actualmente la Segunda Categoría, el torneo de ascenso del fútbol ecuatoriano. El duelo ante Mineros SC era clave: el equipo de la Plaza del Teatro “se jugaba el todo por el todo” en esta fase, tras haber caído por la mínima en la ida. Una victoria en Quito por más de un gol le habría permitido seguir soñando con volver al fútbol profesional.

Posibles sanciones

Con los videos circulando en redes y en medios, el caso podría escalar también a la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que suele aplicar sanciones disciplinarias y económicas cuando se reportan invasiones de cancha, agresiones o fallas en el control de seguridad del estadio. Esa vía todavía no ha sido anunciada oficialmente, pero la directiva del Quito ya adelantó que impulsará procesos penales individuales y vetos permanentes.

El mensaje de la dirigencia fue directo: la violencia no solo afecta al rival y al espectáculo, sino que golpea la imagen del propio Deportivo Quito, un club que arrastra años de crisis financiera e institucional y que busca recuperar credibilidad frente a la afición, auspiciantes y autoridades deportivas.

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