Zapatillas que “allanan” el triunfo
Varias voces del deporte coinciden en que la vestimenta e implementos contribuyen a elevar la autoestima de los atletas. El deportista, por lo general, trata de tener una buena apariencia cuando de competir se trata, para dejar una buena impresión en el público; de allí la variedad de colores y diversos diseños en la indumentaria que utiliza.
Sin embargo, y aparte de lo anotado, lo que interesa es ganar y alcanzar mejores marcas y registros, siendo indispensable un óptimo entorno en los aspectos físico-técnico, emocional, anímico, de salud, ambiental y motivacional para lograr los propósitos establecidos.
Entonces, se piensa en la comodidad del atleta al momento de lucir su uniforme, en función de lograr los mejores resultados; esto ocurre especialmente con aquellos que han hecho de las competencias atléticas una profesión. Luego de averiguar su pisada sobre la base de un estudio biomecánico a cargo de un profesional especializado (podólogo), los atletas ya saben qué tipo de calzado necesitan.
De igual manera sucede con aquellos que compiten en el campo amateur, quienes buscan conseguir mejores marcas. Los zapatos (zapatillas) constituyen una base sustancial para optimizar el rendimiento. Un buen calzado puede permitirle al corredor “volar” sobre el asfalto o pista, manifiestan los expertos.
Fernando Espinoza, quien en la década del 90 logró la marca de 10,1 segundos en la prueba de los 100 metros lisos (la marca mundial de 9,58 pertenece al jamaiquino Usain Bolt), sostiene que hoy en día la tecnología ayuda bastante; hay zapatillas en las que el clavo es punto de apoyo, usando un material liviano que incide en que los deportistas mejoren sus marcas, ya que, además, en la pista atlética son más flexibles.
Indica que, cuando se encontraba activo, no utilizó ninguna marca en especial ni zapatos hechos a su medida. “Simplemente nos servía el esfuerzo que nos inculcó nuestro entrenador, porque inclusive, cuando puse la marca de 10,1, me prestaron las zapatillas para correr. Iba hacia la pista y los zapatos se me perdieron en el viaje, entonces me prestaron unos y pude lograr la marca en un entrenamiento formal”.
Espinoza opina que si los zapatos y la indumentaria brindan una especie de superioridad, depende del deportista. “Hoy tenemos a Bolt, que tiene su diseño propio en una marca de zapatos (Puma), la que proyecta para otros velocistas. Este calzado debe tener una ventaja, por eso lo promocionan. Son zapatillas cuya ventaja científica ha sido comprobada”.
Juan Figueroa, responsable del área de confecciones e implementos de una de las empresas distribuidoras de zapatos para atletas, sostiene que el velocista jamaiquino, a quien lo conocen como el “Rayo”, ha logrado impresionantes marcas que lo catapultaron a ser el atleta más rápido del planeta, con récords mundiales en 100 y 200 metros lisos y 400 metros relevos, recurriendo a zapatos de última tecnología (Bioride) para sus competencias. La marca alemana Puma ha realizado un arduo trabajo de investigación junto con deportistas destacados como lo es, sin duda, Usain Bolt.
Los resultados de dicho trabajo han dado como fruto la colección FAAS, que combina perfectamente ritmo, color y la alegría característicos del país caribeño, junto con “la tecnología, para un desempeño sobresaliente”, anota Figueroa.
En su laboratorio, Puma ha realizado un estudio de los movimientos y técnicas de Bolt, identificando las necesidades de todo corredor, tanto amateur como profesional.
Es así como desarrolla la tecnología Bioride, un sistema de soporte integrado que aumenta la velocidad, al favorecer el movimiento natural del pie y mejorar la fuerza y la flexibilidad en las extremidades inferiores, explica Figueroa. Según cuenta el trabajador de la empresa que distribuye indumentarias deportivas, las zapatillas Puma FAAS 250 son las más ligeras para distancias cortas (100 y 200 metros).
La serie FAAS 300 es para distancias un poco más largas, mientras que las FAAS 500 son para tramos largos como una maratón (42 kilómetros). Hay zapatos para varias especialidades y a los atletas de élite, como Bolt, les diseñan su calzado, según las propias necesidades, para luego disponer su fabricación -incluyendo los de entrenamiento- que guarda especificaciones inherentes a la estabilidad, control y movimiento.
Por su lado, empresas como Reebok, Adidas y Nike, que fueron las que introdujeron en el mercado zapatos de competición en el mundo del atletismo, no han descansado en su propia investigación tecnológica para diseñar sus productos y tomar la delantera en materia de indumentaria, además de dar apertura al patrocinio de selecciones, equipos y, también, deportistas individuales con relevancia internacional.
En la actualidad, las estrellas del atletismo tienen agentes especiales que “fabrican la imagen” y le consiguen negociaciones con firmas comerciales. Los “Spike of Fire” (zapatos con clavos de fuego) y los “Foster Deluxe Spike”, de Reebok, que en su momento se consideraron modelos tecnológicamente avanzados, son parte de la historia de este ahora competitivo mundo.
Adidas, Asics, Avia, Brooks, Diadora, Etonic, Fila, Joma, K-Swiss, Kelme, Lotto, Mizuno, New Balance, Newton, Nike, On Running, Pearl Izumi, Puma, Reebok, Saucony, Terra Plana, Under Armour, Zoot, son, entre otras, las principales marcas que se han introducido en el mercado para uso de los deportistas que corren, ocasionalmente, los fines de semana.
Las zapatillas ligeras de estas marcas las conocen también varios de aquellos que intervienen en pruebas oficiales en el campo nacional, además de quienes participan en pruebas callejeras en distancias a partir de los 10 km, con excepción de las de largo aliento (maratón), para lo que se requieren zapatos que den garantías de comodidad, más allá de solo ser ligeros.
Entre una y otra es difícil hacer comparaciones, pues cada una tiene su parámetro, inclusive, para poner los precios; pero dentro de una misma marca se tiende a pensar que unas zapatillas de menor valor son de menor calidad, pero esto bien podría ser un mito, pues varios atletas de élite entrenan con zapatillas de gama media o baja porque, afirman, les dan incluso un mejor servicio que algunas de las más caras.
Salto largo es también otra especialidad en que los zapatos juegan un rol fundamental; así como salto triple, salto alto y salto con garrocha; lanzamiento de la jabalina, martillo, bala y disco. Los saltadores de altura prefieren zapatillas con clavos de diferentes longitudes en cada pie y así consiguen un mayor impulso en el instante del despegue.
Las zapatillas de atletismo tienen entre 6 y 11 clavos en la suela, dependiendo de la disciplina que se realiza. Por ejemplo, para los lanzamientos de jabalina, el calzado debe tener los clavos concentrados, en su mayoría, en el talón. Los lanzadores de jabalina llevan calzado con clavos más largos en los talones que en la parte delantera, porque les permiten frenar en una fracción de segundo antes de realizar el lanzamiento y posibilitan no pasar la línea límite.
Franklyn Nazareno entra en detalles: “Los zapatos son bien estructurados, elaborados y adecuados para una determinada especialidad, porque muchas veces encontramos que velocistas están corriendo con zapatos de medio fondo o fondo, o viceversa... difieren en el tamaño del clavo, que debe ser diseñado no solo en relación con la prueba sino según la calidad de las pistas.
Cuando estas son suaves, los clavos son más grandes y en las duras son cortos; de ahí los nombres de “clavos aguja o gigantes” que fluctúan entre los 7 y 12 mm, cuando se trata de pistas extremadamente suaves”.
El poseedor de los registros nacionales de 100, 200 y 400 metros ratifica la idea de que hoy, para correr con posibilidades de éxito, el deportista debe incluir la elección de su calzado entre sus decisiones fundamentales.