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‘Nunca sentí miedo de realizar exorcismos’

‘Nunca sentí miedo de realizar exorcismos’
28 de mayo de 2016 - 00:00 - Andrea Rodríguez Burbano

Todavía son pocos los sacerdotes que se especializan en exorcismos, esas batallas que se libran cara a cara con el ‘mal’. No es una labor sencilla, por el contrario, hay curas que definen su tarea como “el trabajo sucio de la Iglesia”, porque están en contacto directo con el demonio.

Esta tarea recibió el apoyo inicial de Juan Pablo II y también del actual papa, Francisco. Incluso el Vaticano reconoció, de manera oficial, a la Asociación Internacional de Exorcistas, un grupo de más de 200 sacerdotes provenientes de diferentes países. Hace unas semanas, se realizó en Europa un encuentro entre especialistas en exorcismos.

Sobre este tema dialogó con este Diario, el sacerdote católico español José Antonio Fortea, uno de los más reconocidos en su país por su larga trayectoria en este campo. Durante una teleconferencia, el sacerdote y teólogo, autor de varias publicaciones y quien vive ahora en Alcalá de Henares, recalcó que el “demonio es un ser que existe”. Fortea dejó de ejercer como exorcista; ahora está dedicado a escribir libros. Una de sus obras más conocidas es Summa Daemoniaca, cuyo título latino se traduce como Suma de cuestiones relativas al demonio.

El libro es, principalmente, un tratado de demonología y un manual de exorcistas. La obra analiza el mundo de los demonios, el estado de condenación, la relación de los espíritus caídos entre ellos mismos, con los ángeles, con los humanos y con Dios.

En la segunda parte se centra en todo lo relativo a los fenómenos demoníacos: cómo discernir si alguien está poseído, cómo realizar el exorcismo, los fenómenos poltergeist en las casas, así como otros fenómenos extraños e inusuales.

¿Por qué la Iglesia necesita a los exorcistas?

Bueno, el tema es que, en la actualidad, hay muchas personas que sufren una acción más allá de lo que se considera normal, una acción extraordinaria que proviene del demonio. La existencia real de estos casos hace necesaria la ayuda de estos sacerdotes que, de alguna manera, han estudiado y se han formado en este tema.

¿Se toma en serio el trabajo que realizan los exorcistas?

Esta práctica vive tiempos difíciles. Quizás porque no se toma en serio el tema. Fuera de la Iglesia parece algo de otro tiempo. Algunos creen que la Iglesia da una “impresión medieval” y otros que es un tema que no va más allá de la superstición. Sea como sea, hoy hay muchos sacerdotes que practican exorcismo en el mundo.

¿Existe realmente el demonio?

Para la Iglesia Católica el demonio no es únicamente un símbolo del mal; el demonio es un ser personal que existe y que, aunque fue creado por Dios, se fue transformando en un ser maligno.

¿Hace cuánto tiempo empezó a exorcizar?

Comencé a practicar exorcismos de forma habitual desde 2002, pero en los últimos años me he dedicado más a los libros. En una página web, denominada biblioteca Fortuniana puede encontrar mis obras que están libres de derechos. Allí se los puede descargar de manera gratuita.

¿Cómo diferencia a una persona que sufre un trastorno psiquiátrico de una que está poseída?

La persona que está sufriendo una acción del demonio es lúcida y está en sus cabales; está muy normal y su familia sabe que siempre ha actuado de manera equilibrada. Sin embargo, en algunos momentos ocurren cosas inexplicables que llevan a los mismos psiquiatras a sospechar que estos casos tienen que ver más con el mundo de lo espiritual. Además, los posibles casos de exorcismo implican un proceso de discernimiento largo, en el que intervienen sacerdotes y profesionales del campo de la psiquiatría”.

¿Cuántos exorcismos ha realizado?

Pues, con toda sinceridad, nunca he llevado la cuenta. Yo recibía en mi parroquia a gente poseída todos los días. Había personas que hacían una cita y otros que llegaban de manera repentina.

De todas las personas atendidas ¿cuál es el caso que más recuerda?

El caso más llamativo fue el de una posesión demoníaca que duró alrededor de 8 años.

Eso es mucho tiempo.

Sí, lo es. Fueron 8 años ayudando a esa persona todas las semanas. No había duda de que esa persona estaba atravesando por algo totalmente demoníaco. Después de las sesiones recibidas, esa persona fue liberada.

¿Por qué Dios permite una posesión del demonio?

Bueno, hay que decir que Dios lo permite, para que así los seres humanos vean con toda claridad la realidad de la existencia del demonio.

Cuando libera a una persona del demonio ¿qué siente usted?

Bueno, cuando se trata, sobre todo, de niños pequeños, se siente una inmensa alegría, porque es como que naciera a una nueva vida. Si no hubiéramos actuado esa persona la hubiera pasado muy mal. Es como el enfermo que no va a un médico, de seguro, su salud decaerá mucho más.

¿Cómo reconoce que el demonio se ha ido de ese cuerpo?

Porque se ora por la persona y ya no existe ninguna manifestación maligna.

Hay muchos sacerdotes que aseguran que el demonio huye de la presencia de las figuras divinas. ¿Eso es así?

El demonio aborrece todo lo que es considerado santo y sagrado.

¿Nunca ha sentido miedo?

No, no.

Ni siquiera cuando está a solas

Pues honestamente no, porque tengo fe en Dios y sé que él es todopoderoso. Confío totalmente en él y sé que me protege, por eso estoy tranquilo. Nunca tuve miedo de realizar exorcismos.

¿Todos los sacerdotes pueden exorcizar?

El sacerdote que ha recibido el sacramento y, por lo tanto, el don del sacerdocio, con permiso del Obispo, puede hacer exorcismos.

¿Cuál es el ritual para espantar al demonio?

Bueno, el ritual consiste en leer la Biblia, letanías de los santos, peticiones a Dios y finalmente la orden al demonio para que salga, se marche y no regrese.

¿Es como en las películas, donde el sacerdote le coloca la cruz en la frente o en la boca para que el demonio se marche?

Bueno, sí, también se suele poner la cruz en la frente o también se les puede echar agua bendita. También puede aproximar una reliquia, pero normalmente es solo oración.

¿Las sesiones de exorcismo lo dejan agotado?

Sinceramente no, porque como es una rutina, es un ritual habitual me lo tomo con toda tranquilidad. Simplemente hay que concentrarse en las peticiones al Señor.

¿Cómo se protegen los seres humanos de una posesión?

Lo primero de todo es no ponerse en peligro. No hay que hacer nada esotérico, nada de espiritismo, nada de brujería y de magia. Si uno no se pone en peligro no tiene por qué pasar nada. Hay que evitar las invocaciones a espíritus desconocidos. Mientras más cerca estamos de Dios más protegido estará.

Entonces ¿el demonio no tiene la última palabra?

Puedo decirle que el mayor triunfo del demonio es hacernos creer que no existe. El demonio tienta, pero no siempre. No está siempre a nuestro lado. La respuesta pastoral de la Iglesia frente a este mal con respecto a la curiosidad de los jóvenes es exhortarlos a que se alejen de todo el ocultismo y la magia, que no busquen querer romper ese velo que nos separa del más allá por medios que no sean los que la tradición católica ha enseñado.

Sacerdote

En 1991, el padre Fortea finalizó sus estudios de Teología para el sacerdocio en la Universidad de Navarra.

En 2015, se doctoró en el Ateneo Regina Apostolorum de Roma con la tesis ‘Problemas teológicos de la práctica del exorcismo’.

El padre indica que nunca abandona a una persona poseída. Persevera días, semanas y meses durante el tiempo que sea necesario.

El cura español dice que al final todo se reduce a seguir orando a Dios.

El único miedo que él tiene y que se nombra en las escrituras, es el santo temor de Dios, es decir, el temor de que “no somos dignos de presentarnos ante Dios”.

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