El fallecido escritor argentino Ernesto Sábato, que mañana hubiera  cumplido cien años, fue recordado este jueves con una "celebración" en la que  participaron Elvira González Fraga, la mujer que estuvo con él en el  último tramo de su vida, y el actor Ricardo Darín, que leyó un fragmento  de una de sus obras.
 Antes de la lectura en la fundación  Ernesto Sábato, en el barrio porteño de Palermo, Elvira González Fraga  relató anécdotas compartidas con Sábato, de quien destacó su "extrema  sensibilidad", su timidez y un "inmenso coraje para discernir".
 "Íbamos mucho al cine. Yo le pedía que mirara al piso para que  llegáramos una vez al tiempo porque lo paraban para abrazarlo", recordó  Elvira al revivir momentos con el ganador en 1984 del Premio Cervantes,  fallecido el pasado 30 de abril.
 González Fraga aseguró además  que al escritor era un "buen actor" al que "le gustaba muchísimo hacer  de loco" e interpretar al Quijote, mientras le enseñaba a ella el rol de  Sancho.
 También rememoró los tiempos de la última dictadura  (1976-1983), cuando se "salvaron" tras ser perseguidos por un auto del  que salía "un fusil por la ventanilla".
 Sábato "iba manejando y  no sé como logró confundirlo, se metió de contramano y lo perdimos",  dijo la mujer, para quien el autor "vivía en un clima de temor y temblor  de artista adolescente".
 En 1984, un año después del retorno  de la democracia al país, el autor fue presidente de la Comisión  Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), que redactó el  informe "Nunca más", una obra clave que relató los horrores de la  dictadura militar argentina.
 "Había que jugarse la vida para  investigar la historia en América Latina. Ernesto aceptó ponerse en el  lugar de fuego más duro por las amenazas permanentes y por lo que  significó investigar los crímenes de la dictadura", resaltó el asesor  principal del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)  Bernardo Kliksberg.
 El experto también consideró que Sábato  era "el llamado permanente a la sociedad argentina sobre los valores",  con "un mensaje que despertaba, sin ninguna concesión".
 Durante el homenaje, al que asistió entre otros muchos el embajador de  España en Argentina, Rafael Estrella, el actor argentino Ricardo Darín  leyó la parte final de la obra "Sobre héroes y tumbas", una de las más  conocidas de Sábato.
 "Por una cuestión generacional, lo que a  mí más me ha impulsado a admirarlo, quererlo y respetarlo (al escritor)  es su actitud como ciudadano, su compromiso", señaló a Efe Darín,  minutos antes de iniciar la lectura en el homenaje realizado en la  Fundación Ernesto Sábato, en el barrio porteño de Palermo.
 Si  bien aclaró que la lectura no es su "fuerte", el actor leyó durante casi  media hora frente a allegados e intelectuales el final del texto de  Sábato.
 El autor "pertenece a esa legión de tipos que fueron y  son un ejemplo. Es una legión en extinción", sostuvo Darín, quien  destacó la "participación" del escritor "como ciudadano".
 El  autor de "El túnel" y "Abaddón el exterminador" murió el pasado 30 de  abril en su casa de la localidad bonaerense de Santos Lugares, en la que  residió durante los últimos 50 años prácticamente recluido debido a su  ceguera, que le había obligado a abandonar sus dos principales pasiones,  la lectura y la escritura.
 Familiares, amigos y admiradores  de Sábato despidieron sus restos con una ceremonia en un cementerio  privado a las afueras de Buenos Aires luego del velatorio realizado en  el club Defensores de Santos Lugares, al que el escritor concurría a  tomar café y a jugar al dominó con sus vecinos.
 El sepelio del  autor debió extenderse más horas de lo previsto inicialmente ante la  innumerable cantidad de gente que se acercó para dar su último adiós a  esta figura icónica de la literatura argentina.
 Mañana,  viernes, el hijo del autor, Mario Sábato, colocará una placa en Santos  Lugares con motivo del inicio de las obras para la instalación de un  museo en la que fuera casa del escritor.
