Piglia: Latinoamérica está hoy más cerca de Borges que de García Márquez
El escritor argentino Ricardo Piglia,  renovador de la prosa en castellano con novelas como "Plata Quemada" o  los relatos de "Jaulario", cree que la narrativa Latinoamerica actual  está temáticamente más cerca de las "ciudades laberínticas" de Jorge  Luis Borges que de la naturaleza mágica de García Márquez.
 Piglia (Adrogué -Buenos Aires- 1940), que el pasado día 2 logró el XVII  Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos con su novela "Blanco  Nocturno", ofrece una este martes una charla en Barcelona sobre "100 años de la  novela en América Latina", en el marco del centenario de Casa América  Cataluña.
 El autor explicó a Efe que a pesar de la diversidad  narrativa -la tradición andina, caribeña, mexicana, la rioplatense o la  brasileña- que hay en ese inmenso territorio latinoamericano con cerca  de 580 millones de habitantes, el arrollador "boom" de esta literatura  en los años sesenta "se sintetizó en un par de rasgos".
 "Con  la cristalización del boom, se generó una ilusión temática en la  narrativa latinoamericana centrada en asuntos campesinos, mundos con  desarrollos económicos muy divergentes y de tradiciones arcaicas y fue  Gabriel García Márquez quien lo delimitó con más nitidez narrativa",  indicó.
 Sin embargo, apuntó que la novela actual de este  continente bebe más de la cosmogonía de Jorge Luis Borges, autor de una  generación anterior, que de la del padre de "Cien años de soledad", del  "realismo mágico" que durante décadas pareció inundarlo todo.
 "Borges nos da hoy mejor la pauta de lo que es América Latina, esa  mezcla de relaciones, de tradiciones culturales propias y una tentación  europea cosmopolita".
 "Hemos pasado de cierta mirada a las  selvas, a los grandes ríos y a las grandes dimensiones de la naturaleza,  para pensar en mundos de ciudades con un orden en caos, que Borges  atribuía a la acción de un Dios que delira", señaló el escritor  argentino.
 Piglia, que dice provenir de la tradición narrativa  rioplatense, ajena a la poética predominante del resto del continente,  cree que entre los escritores contemporáneos de este área hay cierta  responsabilidad por la herencia recibida de nombres como Julio Cortazar,  Juan Carlos Onetti o el propio Borges.
 Ensayista habitual, el  narrador argentino, que mantiene un diario personal que estudia cómo  publicar, alterna relatos y novelas, aunque no se atreve a determinar si  el cuento es el principio o el fin.
 "Yo escribo como un  desafío a un grado de perfección al que el cuento puede llegar; también  me interesa narrar un relato con pocas palabras y que tenga el efecto de  una novela, es una gran fantasía", explicó.
 En este ámbito,  trabaja ahora en un libro de relatos, unas "historias personales"  surgidas de vivencias que, si no biográficas, al menos están inspiradas  en el mundo que le rodea.
 Autor de cuatro novelas -desde la  reveladora "Respiración inicial" (1980) hasta la premiada "Blanco  nocturno" (2010)- Piglia animó a sus lectores adelantándoles que quiere  dedicar "tres o cuatro veces más tiempo" a escribir novelas para acortar  así los plazos de entrega.
 Aunque afirmó que no lo gusta  tomar posiciones políticas, destacó lo logrado por el gobierno del  fallecido Néstor Kirschner y su esposa Cristina Fernández, y añadió que  ésta no sólo volverá a presentarse a la presidencia sino que renovará en  el cargo.
 "Han encarado ciertas cuestiones que parecían imposibles de tocar en Argentina,  como el papel de los militares, o la relación con el FMI, se tomaron  unas decisiones y uno valora estas decisiones fuertes", remarcó.
