Berlín inaugura este jueves la mayor retrospectiva de imágenes "polaroid" a gran tamaño de Helmut Newton, una apuesta novedosa que bucea en el icónico universo de "glamour", tacones afilados y desnudos del fotógrafo alemán desde una óptica tan espontánea como inédita.
 Las más de 300 imágenes que presenta esta exposición son una   indagación en el meticuloso modo de trabajo del artista, que recurría a   estas instantáneas de revelado inmediato para preparar las condiciones   óptimas en las que disparar sus fotografías definitivas.
 "De   igual manera que los pintores recurren a los bocetos como preparación de   sus obras, Newton recurría a las "polaroid" -de revelado instantáneo-   para preparar sus fotografías", explicó la viuda del artista, June   Newton, en la rueda de prensa de presentación de la exposición, en el   Museo de Fotografía de Berlín.
 June Newton, que también se   dedicó durante años a la fotografía bajo el seudónimo Alice Springs,   agregó que el artista, nacido en Alemania pero nacionalizado  australiano, tenía "tanta curiosidad sobre cómo iba a  salir la foto que  iba a hacer" que no podía esperar al disparo  definitivo.
 En  cambio, el afamado fotógrafo prefería ir  puliendo poco a poco su  disparo definitivo, el que realizaba con cámara  de carrete tradicional,  y lo lograba a base de "polaroid", decenas de  ellas por sesión, con  las que podía ir ajustando la luz, la composición y  otros detalles  artísticos, hasta que todo estaba a su gusto.
 El comisario de la  exposición, Matthias Harder, indicó que Newton  utilizaba esta técnica  "como boceto y como método de supervisión", para  anticipar la  fotografía y "para ver si iba a funcionar" en la práctica  la idea de  fotografía que tenía él en su cabeza.
 "Era a la vez un estudio preparatorio y un medio en sí mismo", señaló Harder.
 Así, esta colección de instantáneas, que abarca desde finales de los   60 a principios de este siglo, rezuma la naturalidad propia de los   preparativos y la espontaneidad de quienes no se sienten bajo la presión   de un objetivo inquisidor, pero desprendiendo el inconfundible estilo   de Newton.
 "Las polaroid son especiales porque llegaban   antes que el revelado. Tienen un algo que las reveladas de la manera   tradicional no tienen. Capturan el momento de forma más espontánea",   apuntó Newton.
 Las imágenes de la muestra, en blanco y negro y   en color, se recrean sobre todo en el cuerpo de la mujer, y lo   presentan en todas sus posibles facetas.
 Como en sus obras más   conocidas, las "polaroid" de Newton muestran a mujeres a menudo   desnudas e insinuantes, a veces resplandecientes de glamur, otras   zozobrando en una intimidad casi turbia, y combinando sabiamente dosis   de erotismo, con homenajes fetichistas, humor inteligente y guiños al   sadomasoquismo.
 La colección, que estará abierta desde mañana   al 20 de noviembre, incluye retratos de personajes famosos de la moda,   el cine y las artes del siglo XX como Andy Warhol, David Bowie, Antonio   Banderas, Charlotte Rampling, Karl Lagerfeld y Sigourney Weaver.
 Además, recoge fotografías realizadas por Newton para revistas como   Vogue, Elle, Stern, Rocco Barocco, Marie Claire, Focus, Playboy y New   Yorker en las que destacan modelos como Cindy Crawford y Claudia   Schiffer.
 "No tengo ni idea de cuantas polaroid de Helmut   podemos tener. El hombre trabajaba mucho. Cajas, multitud de cajas.   Solía guardarlas en cajas de zapatos, en bolsas del supermercado. Esto   que veis aquí es sólo la punta del iceberg", aseguró Newton.
 Para dar una idea de la cantidad que hacía de este tipo de fotos, la   viuda explicó que algunas de ellas, empleadas como posavasos en una   fiesta privada tras ser desechadas por el propio artista, fueron   sustraídas por los camareros y acabaron subastándose públicamente.
