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El Telégrafo
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Una gran obsesión de Kubrick, en un libro

Una gran obsesión de Kubrick, en un libro
05 de junio de 2011 - 00:00

Monumental, descabellado y por el resultado final, imposible. Es “Napoleón”, el proyecto fallido de Stanley Kubrick, del que ahora se pueden conocer todos los detalles en un enorme volumen que incluye cuadernos, anotaciones o fotografías recopiladas por el director de cine durante más de 30 años.

Varios kilos de peso para una obra con más de 15.000 imágenes de todos los elementos que Kubrick atesoró con la intención de poner en marcha un faraónico proyecto que hubiera tenido una duración de tres horas, un presupuesto de 5,2 millones de dólares (unos 100 millones actuales) y que iba a ser rodado en Reino Unido, Francia y Rumania.

Todo ello en una nueva edición de “Stanleys Kubricks Napoleon: The Greatest Movie Never Made”, una recopilación de todos los documentos de Kubrick relacionados con su proyecto de Napoleón que ya fueron editados  hace dos años en un formato diferente, en diez pequeños libros. Fueron apenas 2.000 ejemplares en aquel momento que se agotaron en solo unos días, razón que ha llevado ahora a la reedición.

En esta ocasión, en un único volumen de 1.100 páginas, con una tirada de 2.000 ejemplares por país y a un precio de 44,99 libras en Reino Unido, 49,99 euros en España y 69 dólares en América. El texto estará disponible desde esta semana en las librerías españolas y desde mediados de junio en las latinoamericanas.

La obsesión de Napoleón Bonaparte por la que fuera su primera esposa, Josefina de Beauharnais, es bien conocida.

La de Kubrick por la figura de Napoleón se inició en 1967, cuando comenzó a acumular información con el objetivo de realizar el que sería su mayor proyecto cinematográfico, que se debía rodar justo después de “2001: A Space Odyssey”, con David Hemmings como Napoleón y Audrey Hepburn en el papel de Josefina.

Pero se cruzó en su camino “A Clockwork Orange”.  Lo que, unido a los problemas que estaba encontrando para lograr financiación para su historia napoleónica, le hicieron posponer por primera vez un proyecto que sería retrasado mil veces más y que se quedaría para siempre en la mente del cineasta.

Kubrick estaba convencido de que Napoleón era el hombre más interesante que jamás había pisado la tierra, por lo que quería dedicar todo su ingenio a hacer sobre su figura la mejor película de la historia. Su pasión desmedida por la figura del francés es palpable a través de las cartas, anotaciones y reflexiones recopiladas en el libro

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