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Once artistas de Japón miran lo esencial en miniaturas

La muestra reúne 42 piezas de pinturas, esculturas, instalaciones y videos. Todas fueron trabajadas a inicios de 2000 y corresponden a una nueva generación de artistas japoneses.
La muestra reúne 42 piezas de pinturas, esculturas, instalaciones y videos. Todas fueron trabajadas a inicios de 2000 y corresponden a una nueva generación de artistas japoneses.
Fotos: Lylibeth Coloma / EL TELÉGRAFO
21 de diciembre de 2017 - 00:00 - Redacción Cultura

La sala de arte contemporáneo del Museo Municipal de Guayaquil está llena de pequeños objetos. Hay pinturas, instalaciones minimalistas con piezas que se podrían pensar en una serie industrial, casas que juegan con la gravedad, pinturas  impresionistas y fotografías tridimensionales. Hay pequeños trozos de jabones, juguetes que se encienden con un pedal. La muestra recopila 42 obras que delatan una época y sus cambios sociales.

‘Passage to the future: Art from a new generation in Japan’ (Pasaje al futuro: Arte de una nueva generación en Japón) es una muestra que reúne el trabajo de 11 artistas contemporáneos de ese país que hasta hoy preserva la magia de elaborar objetos artesanales.

La muestra, a través de la cual es posible pensar el presente desde Asia, es la antesala de la celebración de los 100 años del restablecimiento de relaciones entre Ecuador y Japón. Así lo señaló Hitoshi Noda, embajador de Japón en Ecuador.

El colectivo Maywa Denki, dirigido por Nobumichi Tosa, se presenta como si fuera una compañía. En la muestra exhiben tres ejemplos de Naki.

La obra celebra el fin del aislamiento que vivió el país tras negar relaciones comerciales con el resto del mundo.

En ese tiempo, algunos artistas fueron expuestos al arte chino y occidental a través del puerto de Nagasaki.

Desde ese lugar, a través de artistas chinos, los japoneses privilegiados recibían libros y grabados occidentales, los cuales les permitieron introducir técnicas como la perspectiva científica y el claroscuro.

A pesar de esos pequeños escapes, la crisis en el arte japonés fue inminente tras la aplicación de la restauración Meiji. De acuerdo, a varios reportajes sobre el arte del país en esta época, los artistas se dividieron en dos grandes escuelas: nihonga, que continuó con el uso de materiales y técnicas japonesas consagradas por el tiempo; y yoga, que adoptó la pintura al óleo al estilo occidental.

La idea del trabajo en serie se constituye como una crítica a la producción artística, que trabaja bajo pedido y sin fe en la originalidad.  

El arte japonés que acoge el Museo Municipal es parte de una nueva escala de pensamiento. El trabajo de los 11 artistas que representan al país está atravesado por conflictos sociales y políticos, tanto orientales como occidentales. Entre ellos es evidente la preocupación por representar la producción en serie, a través de la cual se desplaza el detalle de los objetos hechos a mano.

Esta idea presenta las obras del colectivo Maywa Denki. Estos, dirigidos por Nobumichi Tosa, se presentan como una compañía.

El nombre emula la empresa que el padre de Tosa manejaba y en la cual se elabora equipamiento eléctrico de montaje.

Entonces, los miembros de este colectivo juegan con la producción de objetos en una especie de performance, en la que se visten como empleados de la empresa.

Desde 2004 esta muestra se ha presentado en distintos países del mundo. En ella el equipo de Maywa Denki presenta tres ejemplos de su serie Naki.

Cada uno de estos objetos intenta combinar la producción artística con series industriales, a lo que estos llaman objetos surrealistas.

Tosa manifestó que su idea de producir a partir de objetos que simulan ser industriales es al mismo tiempo una crítica al arte convencional, en el cual se produce por pedidos como parte de un sistema que cuestiona la integridad de una obra original.

En la escena aparecen también las obras de Miyuki Yokomizo, quien utiliza en su obra objetos tan comunes para la producción industrial como el plástico. La artista está convencida de que se debe hacer arte. A través de su especialidad en la escultura construye objetos cotidianos como jabones y sillas.

Dentro de esta mezcla entre escultura e instalación están las obras de Tabaimo o Tetsuya Nakamura. El primero recrea la arquitectura tradicional japonesa con sus pequeños espacios, en los cuales proyectó su cinematografía. El segundo alude a la rapidez en su obra. (I)  

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