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El Telégrafo
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Fallece Luis Peñaherrera, reconocido caricaturista y excolaborador de El Telégrafo

El caricaturista Luis Peñaherrera, acompañado del médico cirujano Roberto Gilbert Febres Cordero, director de la clínica Guayaquil, en donde estuvo hospedado en 2013 por una operación a la rodilla.
El caricaturista Luis Peñaherrera, acompañado del médico cirujano Roberto Gilbert Febres Cordero, director de la clínica Guayaquil, en donde estuvo hospedado en 2013 por una operación a la rodilla.
FOTO: José Morán/ archivo de PP Digital
21 de agosto de 2016 - 14:16 - Redacción Web

Este sábado falleció el artista Luis Peñaherrera, reconocido por crear personajes icónicos en historietas publicadas en periódicos de Guayaquil.

Fue un afamado caricaturista, quien inició su trayectoria en el Diario El Telégrafo bajo el seudónimo de 'Sombras' y después ofreció sus servicios a El Universo donde se lo conoció como 'Robin'.

Es autor de los retratos al óleo de los directivos del Guayaquil Tenis Club, Solca, Club de la Unión, Universidad Católica, entre otros.

En la columna de Kaleidoscopio, que publicaba diario El Telégrafo en 1918, salió a la luz el personaje de Juan Pueblo, creado por Virgilio Jaime Salinas. Pero Peñaherrera es quien lo hereda luego de la muerte de Salinas, gracias a un concurso nacional.

En 1962 hace una nueva versión de Juan Pueblo, de acuerdo a la cultura y a sus trazos, y lo plasma en su culumna denominada Trazos, publicada en diario El Universo.

También pintó los murales del Salón de la Ciudad del palacio Municipal y de la historia de Guayaquil; de su autoría es el mural ubicado en Carondelet, además del retrato que le hizo a Gustavo Noboa Bejarano, ubicado en el salón donde están las gráficas de todos los expresidentes.

En marzo de 2013, sufrió una caída que incidió en un desgaste óseo que ya tenía en la rodilla, por lo que fue operado en la clínica Guayaquil.

En dicha ocasión el dibujante le otorgó una entrevista a diario PP, donde aseguró que no dejaría la actividad artística sino hasta su muerte.

“Pintar es mi vida. Yo no dejaré de hacerlo hasta que me muera”, dijo sonriente.

Recordó también que su paso por El Telégrafo fue una etapa maravillosa e inolvidable. Así rememoró una anécdota sobre las admiradoras que conseguía por su labor.

“Era San Valentín y una chica me envió una nota. Yo pensé que era un chiste de algún amigo, pero era una lectora del cantón Jipijapa. Era fiel seguidora de mis dibujos”.

Las caricaturas que él elaboraba, sea en El Telégrafo como El Universo, siempre estuvieron relacionadas con la situación actual del país y -pese a que le gustaba graficarlas- eran un constante tormento, porque todos los días tenía que pensar cómo enfocaba esa noticia actual.

De ahí que también dibujó a políticos y personajes importantes en el ámbito nacional e internacional. Muchos no apreciaban sus creaciones un tanto humorísticas y amenazaron a Peñaherrera, pero también recibió felicitaciones y hasta sus obras fueron reproducidas en diarios extranjeros.

Hasta el momento no se conoce de algún pronunciamiento por parte de sus familiares, sin embargo figuras reconocidas de su gremio han posteado mensajes de pésame en Facebook.  (I)

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